sábado, 6 de septiembre de 2008

PRONTO SERÁ COVADONGA



Pasado mañana, efectivamente, será Covandoga. Es decir, Nuestra Señora de Covadonga, que es casi como decir Nuestra Señora de España. La "Santina", no sólo es la virgen pequeña y galana que tiene agua en su cueva, para que la niña que la beba se case dentro del año. Esto, es poca cosa. Covadonga es ante todo la heróica Cueva en la que nació España. Ya se sabe: "Honor a la Reina de nuestras montañas, que tiene por trono la cuna de España". Bueno, en realidad, España ya había nacido, como mínimo casi tres siglos antes, e incluso más si la llamamos Hispania, y más aún si la llamamos Keltiqué. No hay más que leer a aquella lumbrera que se llamó Isidoro, Obispo De Sevilla, en su canto a la Sacra Hispania, que siguió llamándose así, y no Gotia, al revés que Francia, que se llama eso -Francia- (de lo que deriva lo de "franchutes") y no Galia, apartándose con ello de la romanidad, como en tantas otras cosas. España, no. España se llama como la llamó la Madre Roma. Y es también sabido que en el año 711, unas fieras con turbante, que hoy se pasean impunemente por nuestras calles con largas vestimentas y la cabeza tapada hasta las cejas, invadieron el Reino visigodo de Hispania. En tal sentido, Covadonga es, ante todo, la Cueva, en la que no caben hoy, ni hubiesen cabido entonces, más de 200 personas, pero en la que Pelayo, primo hermano de Rodrigo, el último Rey visigodo de Hispania, tomando dos ramas de roble, formó una Cruz, con lo que hizo llover dardos y piedras sobre el poderoso ejército musulmán enviado por Córdoba, hasta conseguir una rotunda victoria sobre aquellos salvajes, instaurando con ello la Reconquista de España. ¡Casi ocho siglos costó a nuestros gloriosos antepasados enviarlos al África...! Y ahora pretenden volver a re-invadir España, si es que no lo han conseguido ya por completo. ¿Será necesario de nuevo comenzar otra vez desde Covadonga? Muy cerca de allí -en las cercanías de Pravia- puede leerse una pintada que literalmente dice: "¡Leña al moro!". Y desde luego, yo no soy el autor de la pintada. Luis Madrigal.-