viernes, 29 de octubre de 2010

UNA DÉCIMA AL ANOCHECER



SÓLO EN TI ENCUENTRO LA CALMA


Bañan mis lágrimas  -ciento-
el alma, que es transparente;
lucha la verdad consciente,
cruel, frente al sentimiento.
Quiere encontrar el momento
que sostenga mi andadura;
quiero encontrar la dulzura
que acaricia suave el alma
y sólo encuentro la calma
al contemplar tu hermosura.



Luis Madrigal





LE PREGUNTÉ A LA AURORA





¿NO MOVERÁ A NADIE MI PENA?


Suave y lenta, la lluvia en los cristales
acariciaba al alba y sonreía.
Desde mi lecho, triste la veía,
a media luz, sobre los ventanales.

Yacía mi alma en duros peñascales,
anhelante y latiente todavía,
sangrando por la herida, noche y día,
entre abruptos y crudos pedregales.

¿Será muy largo  -pregunté a la Aurora-
el camino en que arrastre mi cadena?
¿Acaso es mi destino, que deplora

el dulce amor, si causa tanta pena?
¿Será siempre mi vida como ahora,
sin que a nadie conmueva mi condena?


Luis Madrigal