Oveja perdida, ven
sobre mis hombros, que hoy
no sólo tu pastor soy
sino tu pasto también
Luis de Góngora y Argote
Luis de Góngora y Argote
SIGLOS Y SIGLOS
CONSUMIÓ EL MISTERIO
La espiga, en el trigal ya está dorada
como -en la vid- su fruto quieto espera
que la Palabra baje y, verdadera,
transforme pan y vino… Enamorado,
en su Sangre, zumo tan colorado,
como en su Cuerpo el fruto de la era,
brota el milagro que el Señor hiciera
en tarde de Nisán, el sol ya echado.
Siglos y siglos consumió el misterio
que, hasta un ara, muy de mañana sube,
y llega con el Viento a otro hemisferio.
Más dulce y tierno que ningún querube,
para al hombre librar del cautiverio,
el Amor se ha colgado de una nube.
Luis Madrigal