viernes, 2 de octubre de 2009

"MAHATMA", SIGNIFICA "ALMA GRANDE"



Y eso es lo que fue y era, lo que sigue siendo y será más allá del tiempo y del espacio, Mohandas Karamchand Gandhi, un alma verdaderamente grande, y tan pura como el agua cristalina, si no del Ganges precisamente, sí de los inmaculados arroyos que bajan en cascada desde las cumbres del Himalaya. La limpieza en todo, en lo espiritual -en el alma- como en lo físico-material, no sólo reside en las apariencias, sino en lo que no se ve, pese a ser lo más substancial de lo que es. Por eso, cuando, tras ser icinerado, y sus cenizas arrojadas al Ganges, a consecuencia de su torpe asesinato aquel triste 30 de Enero de 1948, este río sagrado cobró toda la pureza que sus turbias aguas parecen no albergar. Efectivamente, como recuerda hoy GOOGLE, siguiendo su tradicional buena costumbre de recordar al mundo las grandes fechas, Gandhi nació el día 2 de Octubre de 1869 y, en consecuencia, hoy se cumple la fecha de su aniversario, pero nada menos que del 140 aniversario. ¡Cuántos años han pasado ya...! Falta sólo uno para que se cumpla un siglo y medio. Y sin embargo, qué poco ha cambiado el mundo desde entonces, pese a lo que aquel Mahatma pensó, defendió y predicó. En efecto, a estas tres dimensiones responde su honda y serena personalidad. Porque, Gandhi fue desde luego un político, pero no como estos de ahora, que acuden a este sagrado ámbito (la perfección del todo -de la polis- en el bien y en el orden natural), casi todos, o la inmensa mayoría, con el único bastardo propósito de llenarse los bolsillos, y sobre todo de sacar al exterior su más vacía mollera sin la menor vergüenza, pese a su más ínfima catadura intelectual, estética y moral, para poder ser algo en la vida, además de famosos e importantes, en vez de fregar escaleras, que es un trabajo muy limpido y honrado, o ejercer de ejemplares ordenanzas en algún Ministerio, en lugar de hacerlo de ministros, para arruinar antes a sus conciudadanos. Gandhi, no. Él, antes de ser político, de acudir a la política para ser el gran artífice de la independencia de la India, fue un gran pensador y hasta un gran teólogo que, desde la amable cordura de su alma grandiosamente buena, llegó a insinuar un cierto sincretismo teológico, basado en todas las religiones y, desde luego, también en el cristianismo. influenciado fuertemente por los Evangelios. Gandhi, nacido en una humilde familia tradicionalista de Porbandar, desde 1888 estudió Derecho en Oxford y, al regresar a la India, en 1891, no obstante haber entrado ya en contacto con los medios nacionalistas hindúes, decidió comenzar por el exterior, para lo cual aceptó un trabajo en Sudáfrica, donde se dedicó a la defensa de los indios allí emigrados, convirtiéndose en un brillante y eficaz abogado. Ya había sido influido por la doctrina jainista de la no violencia y por la del pacifismo anarquizante de Tolstoy, cuando entró en contacto con este último, mateniendo correspondencia con el mismo. De regreso a la India, en 1914, fundó el semanario Indian Opinion, a la vez que un partido político. Desde ambos, predicó a sus hermanos de raza oprimidos la satyagraha, o fuerza de la verdad, que encierra la fidelidad absoluta a los ideales de la propia conciencia, hasta llegar a la desobediencia civil, dentro de los límites de la no violencia, o ahimsa. Fué innumerables veces detenido y conducido a prisión. Ya lo había sido varias veces en Sudáfrica, si bien por escaso tiempo, pero, cuando en 1919 lanzó en la India su primera campaña de desobediencia civil, postulando una actitud de no cooperación en la vida pública, de negativa a pagar los impuetos y de boicot a todo producto británico, en todo caso sin recurrir a la violencia, surgió la represión británica, y Gandhi fué juzgado y condenado en 1921 a seis años de cárcel, de los que, por razones de salud, sólo cumplió tres. Se había convertido en otro Juan el Bautista, y su voz clamaba en el desierto de la insensibilidad, contra toda clase de atropellos y desigualdades políticas y sociales. Diez años más tarde, tan pacíficamente como siempre se había comportado, llegaba en persona a Londres para participar en la llamada Conferencia de la Mesa Redonda, que termino en un fracaso. En esta época, ya había abandonado los trajes británicos, para adoptar los vestidos hindúes del hombre más humilde. Entre 1946 y 1947, más de 5.000 personas murieron en enfrentamientos entre hindúes y musulmanes. En consecuencia, el plan de la división de la India fue aprobado por el Congreso como una forma de evitar una guerra civil hindú-musulmana, pero Gandhi se opuso siempre a la división del subcontinente en dos Estados (India y Pakistan). Quizá si aquel loco que puso fin a su vida no lo hubiese hecho, hoy podríamos contemplar en la zona un solo Estado, porque, para el Mahatma todas las religiones eran la misma, tan sólo lenguajes distintos para hablar con Dios. Muchas han sido, como casi contra todos los grandes seres humanos, las acusaciones contra Gandhi, algunas de ellas sucias y desenfocadas, acerca de sus comportamientos sexuales, sin que él admitiera nunca nada lujurioso en ello, tal vez por el concepto sagrado de los hindúes acerca de la sexualidad, o más probablemente porque, como el mismo dijo y explicó, hay que tener el coraje de perseguir y experimentar el celibato estricto -que deseaba para todos sus seguidores- porque significaba el autocontrol perfecto. También se le acusó de "violento", como a la Madre de Teresa de Calcuta de "soberbia"... Pero, indudablemente, tan sólo gracias a estos grandes espíritus, la Humanidad puede llegar algún día a encontrarse consigo misma. Luis Madrigal.-


Sobre estas líneas, Gandhi, cuando se graduó en Inglaterra como Abogado (Barrister-at-Law), vestido de conformidad con los usos occidentales. Más abajo, "luciendo" el más humilde vestido hindú, que incluso se confeccionaba él mismo.