martes, 24 de abril de 2012

RETORNA EL ALMA




EN LAS HORAS DE ANGUSTIA


Cuando sientas que tu vida se acaba,
piensa también que sólo empezó un día
para otro morir, y aún una luz
su resplandor alienta en la ventana.
Piensa que, al despertar, las nuevas horas
caminarán fecundas, en la busca
de la Verdad, que vive y no se apaga.
¡No te arrastres…! ¡No entierres en el barro
lo que del cielo vino y es del cielo!
Que al cielo ha de volar, firme, mañana…
Tu verso, vuela ya contigo, y siempre
te acompaña, te alienta y te consuela
del dolor y la angustia, cual la cera
se consume en la llama… Y allí arriba
un coro entona dulce la salmodia,
envuelta en tenue manto de zafiro.
¡Que has de sentir, en paz y dulce calma,
lo que nunca vio ojo ni oyó oído!


Luis Madrigal


A mí mismo, pidiendo alas a mis pies,
cuando camino sobre el barro