martes, 9 de abril de 2013

EN LOS DÍAS MÁS NEGROS (II)




SOLO, PERO CON EL AMOR

A nadie busco y nadie va conmigo.
No quiero ser la sombra que porfía,
ni sauce signo de melancolía,
sino el roble robusto que persigo.

Pasan lentas las horas. No consigo
que el alma se aposente en la almadía
para cruzar al mar, por esta ría
de angosto cauce que, sin vela, sigo.

Nadie recuerda ya mi abierta mano,
la que a tantos tendí, siempre que pude,
ni los días y noches que hube en vano.

No intento conseguir que hombre no mude,
como hace el Dios que tengo por hermano.
La humana condición, lo humano elude.

Mas, sólo ÉL, Señor y Soberano,
podrá lograr que mi dolor desnude
de inmenso gozo, en día no lejano.


Luis Madrigal


Prisión socialista (PSOE) de Las Caracolas
Noviembre de 1992