sábado, 22 de junio de 2013

UN GRAN ENIGMA




¿CÓMO PODRÁ EL HOMBRE...?




Sufre al aire la piel, y el alma tiembla
en su escondido seno, en el que habitan
la verdad y el amor. A veces, el dolor...
Siempre, la duda que, como pájaro que vuela,
huye en la noche hacia el quizá dormido,
cuyo sueño, al volar, tenue despierta...
¿Qué le dirá la nube al sol que, tras la lluvia,
envía su color, su claro rayo, al campo?
¿Qué, el arroyo al río, que va al mar,
para fundir sus pobres aguas en el proceloso océano,
eterno e infinito...?
¿Cómo el insecto, que mora y viaja sobre el semoviente,
podrá entender la Trinidad de Dios?
Tampoco puede el hombre, por más piense...
Mas, si inclina su razón al insondable arcano,
podrá hallar la explicación más nítida y notoria...
¡Oh Dios, mi eterno Dios, que te escondes tras la esencia
de todo, para comunicar a todos la verdad y la vida...!
Para infundir el amor.


Luis Madrigal