viernes, 1 de mayo de 2009

Solución al "QUIÉN ES QUIÉN" (I), de 26 Abril 2009





El personaje de ambos retratos es el mismo: El Rey Carlos IV de España, aquel funesto monarca, cuyo valido se llamó Manuel Godoy, y padre, para mayor desgracia suya y de España, de su odioso sucesor, el traidor y felón Fernando VII.

Pese a la aparente igualdad de su tamaño, el primero de los cuadros (de arriba a abajo), podría considerarse casi una miniatura, porque su tamaño es el de 15,5 x 11,4 cm. Está pintado el óleo sobre lienzo y se conserva en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes, de Madrid. Su autor es el zaragozano Francisco Bayeu y Subías. Bayeu, no fue un mal pintor. Nacido en 1734, en Zaragoza, dió sus primeros pasos en el barroco español, siendo discípulo de Mengs y Director de la Real Academia de San Fernando. El cuadro de referencia, fue pintado en el año 1790, tan sólo cinco años antes de su muerte, en 1795.

El segundo de los cuadros (el de abajo), pese a parecer hasta más pequeño, es mucho más grande de tamaño, porque mide 203 x 137 cm. También es un óleo sobre lienzo y se exhibe en el Museo del Prado, también de Madrid, como es bien sabido. Su autor era cuñado de Bayeu, por haberse casado con su hermana Josefa, su nombre también era el de Francisco, y asi mismo era aragonés, pero su valor pictórico y su fama no pueden compararse: Se llamaba Francisco de Goya y Lucientes, y aunque no nació en la Capital de la Provincia, sino en un pueblo de la misma (Fuendetodos), su fama es universal, y su arte, para algunos superior incluso al de Velázquez, a quién él admiraba tanto, porque, se ha dicho, que si Velázquez conduce a la fotografía en color, Goya es el introductor e inspirador de los impresionistas franceses. En cualquier caso, ustedes, amigos lectores de este humilde Blog, podrán juzgar a su libre criterio, en lo que se refiere a uno y otro de los retratos que aquí hoy se publican. Goya, como también es bien sabido, fue nombrado Pintor de Cámara por Carlos III, a quien retrató también diversas veces y, en 1799, fue nombrado Primer Pintor de Cámara, recogiendo la triste etapa de su hijo, el referido Carlos IV, a quien asismismo retrató en diversas ocasiones y posturas, incluídos los retratos ecuestres, y a quien finalmente vió, en unión de toda su familia, con la honestidad y honradez hasta ese momento impropias de un Pintor de Cámara, retratándolos tal y como eran y como él los veía, sin la menor concesión a la idealización. De ello es prueba bien patente el cuadro que también aquí se publica, por último, cuyo título es "La Familia de Carlos IV". En cuanto a los dos retratos individuales que le preceden, como es lógico, ambos llevan el mismo título: "Carlos IV". Que ustedes lo disfruten. Los españoles de aquella época, tuvieron que sufrirlo en sus propias carnes. Luis Madrigal.-

UN NUEVO 1º DE MAYO



Nuevamente, es 1º de Mayo, la Fiesta del Trabajo, que, a lo largo del tiempo, ha sido interpretada y proclamada desde muy distintas perspectivas. Quedan ya lejos aquellas “Demostraciones Sindicales” ideadas y organizadas por el aparato político-sindical de aquella falsa concepción del “nacional-catolicismo”, de tan triste memoria, en la que el Ministro de los Sindicatos Verticales, Don José Solís, más tarde del “Movimiento” y demás patrañas, con la colaboración de “El Corte Inglés”, entonces y hoy signo y emblema del capitalismo más repugnante y explotador, disfrazaba a las muchachas españolas de “talaveranas”, cubriendo sus turgentes y sedosos muslos, de aquellos ridículos pololos blancos, para que cuando, en sus púdicos bailes regionales, se subía la falda por encima de la cintura no se disparase la fogosa imaginación de los ardientes celtíberos. Después, al final, venía el discurso de Solís, plagado de tópicos, de románticas hipérboles, tan irrealizables como todo lo demás. Y la inquebrantable fidelidad al Jefe del Estado, al Caudillo… Etcétera, etcétera…

Pero, después las cosas fueron mucho peores. A los Sindicatos verticales implantados por el Gobierno de la dictadura franquista, siguieron estos otros sindicatos, que yo no sé si serán o no “horizontales”, “oblicuos”, o “en diagonal”, pero lo que sí parece, con toda seguridad, es que están financiados, pagados largamente -a sus jerifaltes y líderes, me refiero- con el dinero de todos los españoles. Un millón de pesetas al mes, se ha dicho venían a percibir sus primeros líderes, cuando aún existía la peseta. ¿Será posible? Nada me extrañaría. ¡Qué diferencia, con otros sindicatos, con los ingleses, por ejemplo…! Diferencia abismal en lo que se refiere la noble actividad sindical, cuando lo es, que se encuentra sostenida económicamente tan sólo con las cuotas de sus afiliados, los sindicalistas que con absoluta libre voluntad decidan formar parte de tales organizaciones. En España, desde luego, antes y ahora, los Sindicatos resultan perfectamente inútiles en todos los sentidos. Antes, por ser de partido único, y ahora de partido múltiple, pero siempre por completo politizados y al servicio del partido en el poder, naturalmente cuando éste es de izquierdas, porque cuando el Gobierno es conservador, de derechas, o neo-capitalista, como tal tipo de ideología política no cree en los sindicatos, tampoco los promueve, ni los alienta. En consecuencia, los sindicatos son siempre un instrumento dócil al servicio de los Gobiernos “de izquierdas” y, tan sólo cuando gobierna la “derechona”, salen a la calle en tono amenazador. “La próxima visita, será con dinamita”, gritaban hace años los mineros asturianos, siempre tan aguerridos en la lucha contra la explotación capitalista. Sin embargo, los logros sindicales nunca son ninguno, ni sirven para nada. Hasta en alguna ocasión las masas vociferantes e irredentas se dan cuenta de ello y le abren la cabeza con el soporte de alguna pancarta a algún alto dirigente sindical. En la “manifestación” de hoy, de este nuevo 1º de Mayo, con un Gobierno “socialista” en el poder, lleno de ineptos, mucho más que de socialistas, y con una saldo de 4.700.000 trabajadores en el paro, uno de los líderes más amaestrados, sumisos y dependientes del Partido en el poder (al que se ve en unión del otro en la segunda de las fotografias de arriba), ha dicho muy recientemente que hay que descartar toda idea de “huelga general”, porque “este Gobierno, no ha recortado ninguna libertad sindical”. Pero, aún así con todas las libertades de tal inútil carácter a tope, el número de parados se acerca ya a los cinco millones de trabajadores. Y, por este motivo, ni piensa en convocarse una huelga general… He aquí una muestra contundente de la excelsa concepción marxista de la existencia humana, que considera el trabajo como el demiurgo universal, causa de la grandeza humana y de la historia, creador del hombre y de su libertad, y mediador insustituible entre él -el trabajo- y la naturaleza. Pues… parece que se acaba la "mediación" y, con ello, la causa de la grandeza y de la libertad. Por lo menos, no la hay en estos momentos para casi cinco millones de seres humanos… ¡Inútiles, parásitos y demás gentes de mal vivir…! Me refiero a “los últimos de la clase” en todo tiempo y lugar, a esas pobres chicas, igualmente minusválidas intelectualmente que son “ministras” y a algún que otro delincuente común: ¡¡Fuera, fuera de una vez… marcharos a vuestras cloacas, de las que nunca debisteis haber salido… !! Más o menos como el virus de la peste porcina… Igual. Luis Madrigal.-


Arriba, pueden verse dos fotografías toxicas, ambas de máxima actualidad, por corresponder al mismo día de hoy, en el que la gripe porcina amenaza con extenderse a medio mundo. A continuación, puede oirse la gran marcha magna de la mentira más universal de cuántas se hayan dicho. Eso sí, se le pueden poner a la música cuantas letras se desee, dentro de las que se han pretendido... ¡Vayánse todos ustedes a hacer puñetas! Por no decir algo mucho más grosero. He dicho.