viernes, 29 de mayo de 2009

AL LLEGAL LA NOCHE


VUELVE EL SILENCIO


En la noche, te envuelves en silencio

y, en mi silencio, encuentro tu palabra…

Palabra muda -¿fruto del recuerdo…?-

que aviva tu presencia ausente…

Mas, palabra… Oigo tu voz…

La escucho y siento que, en mi alma,

vuelve aquel verbo musical, lejano,

de la mano del Mar…

Oigo las olas, que lo acompañan y se alzan encrespadas;

me arrulla la corriente de tu Río

y, cuando lloro, mis suspiros se pierden

entre aquellos arroyos, que vertían a tu paso su llanto…

Ellos, sólo cantan… Yo, sólo lloro,

para que, en su cauce fecundo,

crezca su caudal con mis lágrimas;

para regar y hacer más fértil la tierra

que, un día ya lejano,

acariciaste en tu caminar.



Luis Madrigal