domingo, 24 de enero de 2010

ESTAMPAS DE INVIERNO (V)



PERO EL AGUA... NO OYÓ

No llovía pausado... ¡Diluviaba!
Los árboles, cargados, no podían
soportar tanto peso, no querían
beber más agua... Ya sed no quedaba.

Se retorcía el arroyo, que buscaba
encontrar otros cauces, que venían
de la altiva montaña, y que sentían
el turbulento vértigo que daba

el arrastrar, junto a su paso, todo
cuanto encontraba en su camino el brío
de desatadas aguas, con el lodo,

que a los humanos ojos, miedo y frío,
llenaban de terror y, de tal modo,
techo,casa,ganado... se fue al río.


Luis Madrigal

A los desdichados seres humanos que han perdido sus hogares y
cuanto tenían, por las crueles lluvias de Enero, con toda mi compasión