viernes, 22 de septiembre de 2017

LLEGA LA LUZ TAMIZADA


La Cosecha
Vincent van Gogh
(Arles, Francia, 1888)



A UN NUEVO OTOÑO


Ya llegaste otra vez, ¡oh rojo empeño!,
con tu luz tamizada por el velo
que deja, entre la gasa, azul el cielo
y en el hogar  -cortado y fuerte-  el leño.

No despiertes en la mañana al sueño,
ni agites en la noche mi desvelo.
Alcanza de lo alto aquel anhelo
que a lo alto suspira hoy tan risueño.

No dejes que la noche caiga oscura
sobre tejas ni suelos... Sobre el alma.
El amor y la paz, siempre procura.

En toda hora la luz, el bien, la calma;
el día siempre cargado de hermosura
y nunca odio ni miedo que desalma.


Luis Madrigal  


 






YA CASI EN OTOÑO



FALTAN SÓLO UNAS HORAS

Faltan muy pocas horas para decirle adiós al verano y dar la bienvenida al otoño. Oficialmente, esta nueva estación arrancará a las 22:02 de hoy viernes y se alargará hasta las 17:28 del 21 de diciembre. En total, serán 89 días y 20 horas. Meteorológicamente hablando, y a grandes rasgos, este otoño se espera cálido y seco: hará más calor de lo que tocaría para la época y caerá menos precipitación de la que debería.



En la imagen, senderista paseando por el Valle de Ambroz (Extremadura)


lunes, 18 de septiembre de 2017

AL CABO DE ALGUNOS AÑOS




ADIÓS, CLAUDIA

Me parece de estricta educación, despedirnos siempre de quien ha recibido nuestra bienvenida. "Bienvenida a España, Claudia", titulé yo una de las primeras entradas de este humilde Blog, el Domingo, 30 de Noviembre de 2008. En aquella ocasión se trataba de recibir en España a una dama argentina, para siempre -y para mí- de entrañable recuerdo, a quien sin embargo ni había visto entonces, en toda mi vida, y a la que continúo sin haber visto, pese a que ahora reside a no demasiados kilómetros de Madrid. Entonces, llegaba a Rubí, Provincia de Barcelona, en la ilegal e injustamente pretendida independiente Cataluña. Y tras una cadena de incidencias, física y moralmente dolorosas en su vida, allí volvió a regresar, con la fortaleza y pujanza que adivino le es tan propia, dispuesta a superarlas todas, y además con la ilusión de poder volver a esquiar. Durante mucho tiempo ya, tras recalar en Yunquera de Henares, en la colindante provincia de Guadalajara (lástima que Claudia sea argentina, en vez de mejicana), su Blog -"El Blog de Clau"- permanece varado desde el día 23 de Junio del año 2013 (hace ya más de de cuatro años), sin que desde entonces nada se haya añadido a su excelente y sensible contenido. Cuando digo "varado", en ningún caso pienso en esta acepción en lo que se identifica con "encallar en la costa o en las peñas o en un banco de arena" o, dicho de su negocio de Óptica en Arrecifes (Provincia de Buenos Aires, en la hermana República Argentina) "quedar parado o detenido". Nada de eso. Ninguna de las dos cosas hubiese permitido el coraje de Claudia. Su Blog, está varado, en otra acepción bien distinta del término. Se encuentra "detenido en un lugar por circunstancias imprevistas" que, aunque tal acepción no se utilice en la Argentina, sí es de uso corriente en el Uruguay (tierra de los argentinos orientales), además de en Colombia, Méjico y Venezuela. Me alegra mucho de que tales circunstancias sean especialmente felices para ella.

Y cuando  -en unos días-  proyecto un cambio de estructura de este Blog, que vengo editando, desde que Claudia me advirtió que existía este mundo de los blogs (o bloges, como sin duda ella misma diría cuando habla en inglés), no puedo dejar de despedirme de un modo semejante a aquel en que la recibí cuando llegó a  España. Debería decir a Hispania, a la "Tarraconense", o a la Hispania Citerior, como la llamó la Madre Roma, dado que Claudia, en principio, antes de su concatenada serie de infortunios, se estableció en Rubí (Provincia de Barcelona y Comunidad Autónoma de Cataluña), que dicen algunos que "eso" no es España. Pero no lo digo. No rectifico en absoluto. Cuando Claudia llegó por vez primera a España (siempre una y "patria común e indivisible de todos los españoles", incluidos los catalanes que también quieren serlo) yo la dediqué el cariñoso saludo que consta, ad perpetuam rei memoriam, en la ya indicada entrada de este mismo Blog. Y ahora, que proyecto cambiar su estructura, debo despedirla también del mismo modo. Ella me enseñó a elaborar un blog, a editarlo y a publicar en él los propios escritos, o los de los demás. Siempre le estaré agradecido por ello, y siempre ella permanecerá en mi recuerdo. Por eso me despido de Claudia, por el mismo vehículo que ella me enseño a utilizar.

Lamento mucho no poder hacerlo en lengua catalana. También Claudia me entendería así, pero sin duda mucho menos y mucho peor, pese a que tan sólo un día antes de la varadura de su Blog, el 22 de Junio de 2013, obtuvo el Diploma del Club de Lectura Fácil en Catalá, como premio a l´esforç, la constància, l´interès, la superació y la cordialitat. ¡Nada menos que todo eso...! Desde entonces, además del materno francés, del inglés y del castellano, Claudia puede leer en catalán y añadir esta noble lengua  -lo digo casi únicamente por Jaume Balmes-  a su acervo lingüístico. Enhorabuena, Claudia. Lástima que esta última noble lengua -no me refiero en absoluto a Balmes- no sirva, en el entero mundo, para nada.


Barrancas de Belgrano (Buenos Aires, República Argentina)



Yunquera de Henares (Guadalajara, Reino de España)


Desde luego, desde los 2.890.151 habitantes de Buenos Aires (incluidas las Barrancas de Belgrano), con una densidad de población de 14.216,19 hab/km2)  hasta los 3.755 habitantes y una densidad de 121,56 hab/km², de Yunquera de Henares, existe una enorme diferencia cuantitativa. Cualitativamente, en cambio, no hay diferencia alguna. En ambos lugares se habla castellano. Yunquera de Henares se encuentra ubicada en la comarca de la Campiña del Henares, muy cerca de Alcalá, donde el Cardenal Cisneros fundó la Universidad que enseñó al mundo cuanto existía en el Renacimiento. Yunquera de Henares ha sido incluida   -como toda la alcarreña Provincia de Guadalajara-   en este reparto tan aleatorio que hicieron los políticos de la infausta Constitución de 1978 (que a todos nos desgobierna y sitúa en peligro de ruina y de hambre), en ese otro híbrido ente de "Castilla-la Mancha". Pero, a través del río Henares, entre los pequeños páramos de mayor altitud y fértiles tierras de cultivo, de un modo simbólicamente análogo a aquel en que Claudia convirtió en  Arrecifes la mitad del jardín de su casa en huerta, se vislumbra la meseta castellana; casi se escuchan las campanas de las  innumerables torres de Alcalá y el eco y el espíritu de Miguel de Cervantes Saavedra, el Príncipe de los Ingenios  y de todas las Letras hispanas, donde Claudia ha vuelto a encontrar el amor y por ello la paz. Que sea hasta el fin de los tiempos, Claudia. Un beso.

Luis Madrigal


 



viernes, 15 de septiembre de 2017

MISTERIO AL CAER LA TARDE



EMERGENCIA VITAL



Reposa la ecuación... Fría la piedra,
del mineral emerge ya la planta
y de la planta el animal, que mueve
su substancia vital. Lo pre-existente
no muere, al emerger lo que sostiene.
Lo necesita el ser que es emergente.
Un póngido, un homínido, el ser pensante
que de sí mismo  -por sí-  es ya consciente.
La materia, inerte y muerta siempre,
sin nunca haber nacido,
nada dice de sí, nada pregunta,
sólo "está ahí". No siente.


Luis Madrigal





Las Navas del Marqués (Avila, España)
15 de Septiembre de 2017

A todos los físicos del mundo,
incluido Albert Einstein.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

CAMINO DE AQUEL ALTO




MUERE EL TIEMPO


Subía yo los pinares,
mañana abierta,
camino de aquel alto
-buscando el lugar santo-
donde era espera...

Veía azul el cielo,
nunca cubierto,
sin una nube blanca
ni ceniciento
verdor del claro pino.

Hoy subo, a mis altares
con paso lento
y casi a tientas...
Y al pisar sólo veo
raíces muertas.


Luis Madrigal



Las Navas del Marqués (Ávila, España)
21 de Julio de 2017

A Isabel Escudero, siempre viva en el recuerdo de
todos los poetas que en este mundo han sido


martes, 12 de septiembre de 2017

¡OH, ÁFRICA, YO TE ABRAZO!

ÁFRICA ES NUESTRA ESPERANZA



Se cuenta que cuando Publio Cornelio Escipión el Africano, desembarcó cerca de Utica, al llegar a la costa del norte de África, tropezó y cayó al suelo, con lo que su posición resultaba más bien cómica. Pero aquel gran hombre, la convirtió inmediatamente en todo lo contrario. Sus reflejos le salvaron: Extendió completamente los brazos en cruz, a lo ancho de su envergadura, y exclamó: ¡Oh, África, yo te abrazo!, convirtiéndo aquella posición, en décimas de segundo, de ridícula en sublime.

Durante siglos, Europa, aunque no tanto España pero también, ha visto la salida de muy diversas especies de hombres, y de actitudes, hacia el continente africano, objeto del colonianismo europeo. Entre todos estos tipos de gentes, han estado también los sacerdotes y religiosos europeos, que han llevado la fe en el Dios creador, y de Jesucristo su Hijo, el enviado del Padre, a quel continente. Antes incluso, una gran parte del norte de África, fué cristiana y allí floreció la figura filosófica y teológica quiza más grante, junto a la de Tomás de Aquino. La de Agustín de Tagaste, Obispo de Hipona, un númida que llegó a Milán, para encontrarse con Ambrosio y hallar allí la fe: "Tolle, lege". Agustín, tomó y leyó. Aquella lectura, la de una epístola de San Pablo, le condujo a la conversión. Sin duda por la gracia de Dios, una de las más preclaras inteligencias del mundo, en todas sus épocas, tras el error de sus primeros pasos, concluyó estableciendo, como conclusión de su pensamiento, el lema "Anima una et cor unum in Deum". Este lema se extendió por todo el planeta a impulso de la Ordo Eremitarum Sancti Agustini, que aquel magno africano fundó. Uno de sus hijos fue el mismo Martín Lutero, el reformador de la Iglesia, ante sus propias perversiones, y agustinos fueron tambien Gregor Mendel, Fray Luis de León, Andrés de Urdaneta, Nicolás de Tolentino, Rita de Casia, Tomás de Villanueva, Egidio Romano o Diego Francisco Padilla, entre tantos otros espiritus poderosos. Africa, pues, ocupa en la historia de la Iglesia un lugar muy singular.
  
Es verdad que aquel África perdió la fe, después del siglo IV, y desde entonces los europeos contribuyeron a tratar de salvarla, mediando al efecto la correspondiente cooperación. Tal vez, Francia y Bélgica fueron las naciones europeas que más se distinguieron en esta empresa. Pero también Alemania, Italia y la propia España. Muchos sacerdotes españoles colmaron sus ansias apostólicas en Africa, como misioneros en muy diversas de las naciones de aquel enorme continente, y no sólo sacerdotes, sino también religiosas y religiosos, sin excluir a los cooperantes cristianos laicos que allí han desarrollado su vocación apostólica.

Pero, hoy, tras un continuo proceso de paganización, pérdida de valores religiosos e incluso hasta del tesoro de la Fe, Europa, y muy en particular España, ve reducido de un modo drástico el número de sus sacerdotes. Aquí, ya casi nadie quiere ejercer este ministerio sagrado, tal vez porque los templos se ha ido vaciando progresivamente. ¿Quien habrá de desempeñar esta misión, en lo sucesivo? ¿Acaso nos espera la incredulidad, el paganismo más radical, el materialismo más acervo y egoísta? En el Concilio Vaticano II, se abordó ya este problema. Alguien llegó a proponer la solución del diaconado, con la objeción en contrario de que tal institución era del siglo I. Y fue precisamente un obispo africano quien observó: ¡Pero es que África se encuentra en el siglo primero...!

Desde el 25 de Enero de 1959, fecha en la que el Papa Juan XXIII convocó aquel concilio, han trascurrido exactamente 58 años, algo más de medio siglo, y África, los países cristianos de aquel continente, al menos en la perspectiva de la Iglesia Catolica Romana, son nuestra mayor esperanza. Ellos nos darán los sacerdotes de los que empezamos a carecer de modo alarmante. Quienes nos hallábamos este último verano, que aún no ha terminado  -yo todavía me encunetro aquí-  en Las Navas del Marqués, en el barrio de la Estación del Ferrocarril, lo hemos visto ya muy de cerca, de modo sensible y también esperanzador. Sin duda por mediación de la Urbanización "Ciudad Ducal", colindante a nuestra Parroquia de la Asunción, un joven sacerdote keniata, y por tanto de lengua inglesa, el Padre John Migwi, nos ha auxiliado sacramentalmente, presidiendo la celebración de la Eucaristía no sólo los Domingos, sino cada día, al caer de la tarde. El Padre John, tiene una sonrisa que viene directamente del cielo. Él ha sido nuestro Párroco, tras el reciente fallecimiento del nonagenario sacerdote que lo fue duranbte más de cincuenta años. Y él nos ha bendecido e impartido un enorme consuelo y esperanza. Que el Señor le bendiga a él y a toda su numerosa familia africana. ¡Oh, África, yo te abrazo!

Luis Madrigal

Las Navas del Marqués (Ávila, España)
12 de Septiembre de 2017


En la fotografía de arriba,
el Padre John Migwi, durante la consagración,
en su última Misa

sábado, 9 de septiembre de 2017

UN HALLAZGO DEL ALMA



UN POEMA INÉDITO DE ISABEL ESCUDERO


"Cuando tú vengas, amiga borradora, 
y ante mi pizarra te plantes soberana
y todo sea para ti, todo y de golpe: 
desde aquellos torpes garabatos
hasta estas letras en hilera bien trazadas
( y más aún): en primorosa redondilla el nombre propio:
lindos dibujos de casitas humeantes
niños y arbolillos y nubes y sol
y padre y madre y pájaros en vuelo,
en traje de volantes yo feliz al medio.
Tantas y tantas cuentas que he ido echando
más que nada por llenar el fondo negro,
y tú que vienes y de una manotada
en nube blanca todo me lo ciegas
pero no, no podrás quitarme ese olor
a tiza y tinta de mi escuela."

Isabel Escudero
(Quintana de la Serena, Badajoz, 1941 - Madrid, 2017)

***

A los hijos, nietos y hermano de
Isabel Escudero, con cariño

Este poema fue encontrado por su hermano Antonio, el día 7 de Septiembre de 2017, entre los papeles de Isabel, concretamente plegado dentro de un lbro que se encontraba en la Casa-Jardín Bebela, en el distrito de la Estación del Ferrocarril de Las Navas del Marqués, donde Isabel escribió la mayor parte de su obra.

El texto está manuscrito, con lapicero y algunas tachaduras, bajo las cuales puede advertirse la primera redacción de uno de los versos y la consiguiente auto-rectificación. Por el contenido del poema, podría decirse con toda propiedad que, no sólo está manuscrito sino inluso que constituye un documento ológrafo, de fecha presumiblemente muy cercana a la de la muerte de Isabel, acaecida en el mes de Marzo del mismo año 2017. Desde luego, no contiene ninguna disposición testamentaria de caracter patrimonial  -ni de ningún otro carácter-  propia de ese tipo de testamento lo cual, además de muy inapropiado, resultaría en el orden lógico especialmente incoherente con la "nube blanca" que todo le ciega a la poetisa, por borrar todo lo escrito, desde los palotes y dibujos infantiles hasta las propias letras instrumentales a lapicero mediante las que se expresa el contenido del poema. En realidad, los conceptos de "borrar" y de "cegar", si bien analógicamente sinónimos, de modo aparente, no son idénticos, y hasta podría decirse contradictorios, porque si algo se borra  -que es la idea primigenia, expresada en el primer verso-  ya no puede ser ocultada por nada, puesto que es imposible que nada oculte lo que ya no existe. Es preciso entender, por ello, que, aunque no pueda decirse en sentido estricto, se trata del uso de una metáfora abstracta y en cierto modo recíprocamente de términos excluyentes, lo que no resta valor ni alcance poético alguno a los versos, puestos en conexión recíproca el referido verso primero con el verso catorce, de los dieciséis versos de que consta el poema.

En general, causa la impresión que ante la idea (y muy posiblemente, en el caso de este poema, ante la proximidad o inmediación de la muerte) la poetisa trata de enlazar sus recuerdos infantiles escolares, y en particular la figura de sus padres, con la desaparición de todo lo existencial y causa asimismo la impresión, al estilo propio de Albert Camus, de creer la autora que todo cuanto se hace en la vida resulta absurdo, puesto que si se hacen tantas cuentas, tan sólo es por el mero hecho en sí de hacerlas, "por llenar el fondo negro" de la pizarra de la vida, que viene a ser más o menos similar al camusiano mito de Sísifo.

Sin embargo, son muchas y muy variadas las actitudes vitales de Isabel, que operan como mentís a esta interpretación, y que la contradicen más allá de las palabras, metáforas o imágenes utilizadas en este poema. Isabel dió muchas muestras, a lo largo de su vida, de no pensar que la vida era un absurdo. Desde luego, no era un sentimiento nada absurdo declarar imborrable "el olor a tiza y  tinta de mi escuela". Posiblemente la misma escuela en la que enseñaron sus padres, ambos maestros de profesión, de aquellos extraordinarios y venerables maestros, como casi todos los de su época, que tanto bien hicieron a cuantas generaciones enseñaron y educaron.

Por lo demás, en cuanto al estilo poético, se trata sin duda de un ejemplar de genuina poesía libre, mucho más que de un poema escrito en verso blanco, porque si bien, en este tipo de verso,  se puede prescindir por completo de toda clase de rima, es exigible siempre la identidad en el número de sílabas y en la acentuación, o acento rítmico del verso.

En efecto ningún verso tiene el mismo número de sílabas. Predominan los de doce sílabas, considerando las licencias de la sinalefa o por el contrario de la sinéresis, pero de los 16 versos de que consta el poema, agrupados en una única estrofa totalmente irregular, puesto que no cabe encajar la misma en ningún tipo de estrofa, 5 de los mismos son de las ya indicadas doce sílabas (los versos primero, tercero, séptimo, doce y trece); 3 versos (segundo, quinto y décimo) son de trece sílabas, medida también irregular, al no alcanzar el alejandrino por falta de una sola sílaba; 2 versos (once y quince) de catorce sílabas. El verso cuarto es de 10 sílabas, el dieciséis y último de 9 y el verso sexto hasta de nada menos que 18 sílabas, lo cual plantea la duda acerca del concepto mismo de verso, y no ya únicamente del de verso prosaico, o de verso viciado de prosaísmo. Es más, yo entiendo que más que un poema en verso, el texto encontrado es un ejemplar de prosa poética. Ya es bien sabido, a estas alturas, que la Poesía es género literario que puede escribirse en verso  -y considerada la cuestión de un modo general, universal y unánime, así es y así se hace-  pero también puede hacerse en prosa. Y ello va mucho más allá del concepto de Poesía, sino que circunscribe la cuestión a lo que debe entenderse o no por verso. O dicho de otra manera, cuál ha de ser el límite de sílabas contenidas en una frase para que ésta pueda ser considerada como un verso. Porque está claro que el número de sílabas no puede ser ilimitado, salvo atentar contra el concepto mismo de verso.

También hay, en este poema de Isabel, 3 versos endecasílabos (tipo cumbre en la métrica latina renacentista, propia del soneto) pero, de entre ellos, los versos octavo y noveno, al construirse con duplicidad casi inmediata de conjunciones copulativas, carecen casi por completo de acento rítmico. En efecto cuatro "y" en dos versos consecutivos, son demasiadas al oído. El único verso perfecto de este carácter, en tal sentido, es el verso once: "Tantas y tantas cuentas que he ido echando", sinalefa incluida, aunque se pierda el ritmo en el verso siguiente, al constar este de doce sílabas.

Ciertamente, cuanto antecede, depende de la puntuación que pueda ser observada en el manuscrito a lapicero encontrado. Su descubridor, Antonio Escudero, no ha permitido en modo alguno la mínima alteración de lo que los rasgos caligráficos parece pueden decir. Indudablemente también tales signos podrían influir en la construcción de los versos, de su mismo número y, por consiguiente en todo lo demás.

Este humilde anotador, que nada tiene de crítico literario, entiende que podría retocarse el poema, aunque tan sólo muy ligeramente, en cuanto a lo que acaba de decirse, para obtener una pieza poética mucho más pulida, pero entiende Antonio, en su condición de hermano de la poetisa, que eso sería una falsificación y una falta de respeto a su memoria. Sin embargo, yo pienso que Isabel escribió ese poema muy deprisa, al súbito dictado de sus sentimientos más íntimos, y por tanto más repletos de verdadero lirismo, y o no quiso o no tuvo tiempo de llegar a pulirlo. Indudablemente, en circunstancias normales le sobraba talento poético para poder hacerlo. Por ello, pienso que eso acentúa aun más el caracter "ológrafo" del poema. Sólo Dios lo sabe.

Luis Madrigal 



viernes, 8 de septiembre de 2017

DEL CANDELABRO A LA ENCINA




ISABEL ESCUDERO
UNA DEVOTA DE  EL CANTAR DE LOS CANTARES






Imágenes de la Casa-Jardín Bebela

Desde su muerte, el pasado mes de Marzo de este mismo año, llueven los recuerdos y homenajes públicos  -el próximo ya se anuncia en el Ateneo de Madrid-  a Isabel Escudero, la poetisa y ensayista que escribió la mayor parte de su obra aquí, en el barrio de La Estación del Ferrocarril de Las Navas del Marqués, en una preciosa casa de campo, rodeada de un bellísimo jardín, ambos diseñados por ella misma, planificada la edificación por el Arquitecto Doblas y cuya ejecución de obra se llevó a cabo bajo la puntual mirada de la propia Isabel. Su hermano, Antonio Escudero, Gran Maestre de la Novus Toleti Ordo, fue quien los plantó todos. Cada uno -de muchos de ellos- para celebrar la efemérides de la culminación de alguna obra poética, literaria o lingüistica. Además de su eminente condición, propia de todos los Caballeros Templarios que le seguimos, entre los que ocupo la más humilde condición y relevancia, Antonio Escudero, que por rigurosa y honda formación académica es filósofo puro, tan sólo se reconoce y encuentra consigo mismo como "plantador de árboles", además de ser eremita urbano, que, eso sí, pasa sus vacaciones, como los pájaros -"que bien lo saben", según él mismo acostumbra decir- en esta maravilla de Castilla que son Las Navas del Marqués.



A la maravilla del entorno, es preciso añadir, en justo y armónico equilibrio, la del jardín de la casa diseñada por Isabel, verdadero refugio de árboles y perros. Yo mismo conocí personalmente al primero de estos últimos, Judas, quien a pesar de su nombre nada tenía que ver con Iscariote, sino con Tadeo, que era un santo. A Ciro, recientemente muerto también, no tuve el gusto de conocerle, pero estoy seguro de que brilló a la misma altura de santidad canina y sobre todo del instinto intelectual que le rodeaba, altamente contagioso en los perros y siempre imposible en los burros (y otros animales de corta inteligencia) que también ha rebuznado alguno por este bello jardín. Me refiero exclusivamente a aquel que se llamó "Rafael", propiedad de un sabio, dado que las situaciones más sublimes se operan por los contrastes más fuertes y extravagantes. Pero aquel asno no quiso aprender nada de su dueño y, en cierta ocasión, propició un cierto altercado con otros congéneres, pese a que -en aquel caso- de superior rango, dentro de la familia equina (el burro es tan sólo un equus africanus asinus), dado que los otros cuadrúpedos implicados en el trance eran caballos (equus ferus caballus), sin los cuales no podría escribirse ninguna gran batalla histórica de pasadas épocas. Quizá su dueño, en alguna ocasión, aprendió mucho más de él, porque los burros, aunque nunca puedan aprender nada de nadie, está visto que a veces enseñan algo, no solo a las mentes inferiores, a quienes simplemente sirven de instrumento de tiro y carga, sino hasta a las más elevadas. Y, tal vez, por ello, pudo tener aquel asno alguna influencia en la inspiración y composición literaria del Himno a Madrid. Tampoco hay que olvidar, por otra parte, que "Rafael", también era africano, tanto como el mismo Publio Cornelio Escipión, el vencedor de Anibal en Zama.



Aquí escribía Isabel 

Totalmente al margen de árboles, perros, burros y sabios , el aliento espiritual de aquella Casa era Isabel Escudero, su diseñadora y artífice, el ser humano que la dotó de verdadera vida. Sin duda por ello el insigne filólogo don Agustín García Calvo, la bautizó con el nombre de "Bebela", evidentemente en alusión y en honor de Isabel, que continúa extendiendo sobre ella, tras su desaparición de la existencia, el hálito de lo misterioso ya descifrado y rescatado del sueño de la muerte. Sin duda, en algunos momentos, más que aquel demon meridianum que asolaba el espíritu de los monjes de la Tebaida, conduciéndolos a la acedia, sobre la casa jardín Bebela pueden escucharse sosegadamente -tan sólo es cuestión de querer- a la caída de la tarde, aquellos sublimes versos de El Cantar de los Cantares, de los que Isabel Escudero siempre, ya desde niña, guardó en el archivo de su propio corazón todo el acento, no sólo el rítmico, sino el de la luminosa y pacífica exaltación que encierran: "Juradme muchachas de Jerusalén /por las gacelas y ciervas del campo/que no despertaréis ni turbaréis/al amor hasta que él quiera."



Aquí leía

El Cantar de los Cantares es la cota suprema de la poesía biblica amorosa judía, aunque tal vez no llegue a serlo de la poesía mística cristiana de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila, ambos de origen sefardí, cuyo romancero  -el Romancero Sefardí-  también guardaba Isabel en el mismo archivo místico. En una interpretación literal-naturalista, el Cantar puede y de hecho ha sido entendido como expresión amorosa, sexual, entre un hombre y una mujer. Por tal motivo, su inclusión en la Biblia hebrea, y la aceptación del mismo como libro sagrado, encontró algunas dificultades en el Sinodo judío de Yamnia, basadas todas ellas en aquel tipo de interpretación. Tales dudas fueron zanjadas de modo definitivamente concluyente, cuando el Rabí Akiba declaró que nadie antes en Israel había dudado de su inspiración divina.

Y también desde los primeros siglos de la Iglesia cristiana, de un modo análogo, esto es, en una interpretación simbólica, que ha de prevalecer sobre toda interpretación literal, se entienden sus versos como la relación entre Jesucristo y la Iglesia (entre Cristo Jesús y el alma de cada ser humano, al margen de su sexo), por la bondad de la creación en general del ser humano sexuado, que proclama el Génesis: "Hombre y mujer los creó..." Y porque, en definitiva, el amor más noble, intenso y pleno entre un hombre y una mujer es reflejo y signo del Amor de Dios y el fruto de la Humanidad.

Leía también Isabel con frecuencia el Libro de los Salmos, integrado por 150 poemas, que por lo tanto revisten un marcado aspecto literario, pero que, en lo más profundo, abergan el sentimiento espiritual de un pueblo que supo hacer oración de la poesía y de la poesía oración. Esos sentimientos, se traducen con frecuencia en llanto. Y esta emoción humana, la de llorar -el llanto- constituye, tal vez el motivo de inspiración más acusado en la obra poetica de Isabel Escudero, por lo que no cabe dudar de su profundo sentido religioso, a lo largo de toda su vida.

Por todo ello, pese a lo que pudiera parecer, o contra ello mismo, estos tesoros poéticos, de profundo sentimiento religioso, influyeron sin duda en la propia poesía de Isabel, desde la más sencilla de "Coser y Cantar", su primer poemario, de "coplillas", como ella misma me dijo aquel día ya lejano en que me dedicó aquel ejemplar, hasta las más ricas de la poesía culta, sin abandonar por ello la genética de la poesía popular, en "Cifra y aroma" o "Nunca se sabe", dentro de lo que yo he podido leer y puedo analizar.

Amaba Isabel profundamente también a Israel, raíz y causa de nuestra fe cristiana. Por ello colaboró con su hermano Antonio, más o menos como lo hizo al plantar árboles, en la Dirección de las Jornadas Extremeñas de Estudios Judáicos, celebradas en Hervás (Cáceres) en el año 1995, cuyas Actas se publicaron en el mes de Julio de dicho año.



"Del Candelabro a la Encina", se le oyó decir, casi en un murmullo, durante un viaje para la preparación de aquellas Jornadas. Naturalmente, se refería Isabel a la Menorá, la lámpara de aceite de siete brazos, simbolo más antiguo del pueblo hebreo, que ya la usó acampado al pie del Sinaí, en su Éxodo hacia la Tierra Prometida. El termino del viaje era la hermosa tierra extremeña, donde ambos vieron la luz  -toda ella-  y cuyo signo es la Encina.

Entre ambos signos, murió Isabel Escudero esta última primavera, en su casa Madrid. Pero sepan los arrogantes hijos del Mal -ellos ya saben quiénes son, y pese que alguna vez pudieron ser sus inadecuadas compañías- que Isabel Escudero, poetisa y ensayista, recibió gozosamente, antes de morir, los sacramentos de la penitencia y de la eucaristía, encontrando esta vez, cuando ya se cerraban sus ojos, no el llanto, sino la paz más absoluta. Siento el deber de hacer simplemente de notario. Doy fe.


Luis Madrigal

domingo, 3 de septiembre de 2017

A LAS EUCARISTÍAS DEL PADRE JONH MIGWI




QUERÍA VER EL SOL

Quería ver el sol y no miraba
al Este, donde rompe de mañana
la sombra y resplandece soberana,
en su fulgor, la perla que anhelaba.

Un día, más bien gris, buscando estaba
la misma luz que, en hora bien temprana,
buscaba sin buscar, como el que afana 
fuera de sí y  -así-  nunca encontraba.

Más dentro, un día miró, y en un segundo
supo su entero ser que había encontrado
lo que nunca buscó en lo más profundo.

Ya nunca más dudó... Un ser rotundo,
que nunca dentro había buscado,
le dijo que allí estaba todo el mundo.


Luis Madrigal



Las Navas del Marqués (Ávila, España)
3 de Septiembre de 2017


Al Padre Jonh Migwi, de Kenia,
que, en las tardes de Agosto, celebró la Eucaristía en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Las Navas (Estación del Ferrocarril de la Línea Madrid-Irún)