viernes, 24 de enero de 2014

CUANDO SE CULTIVA EL ALMA



LLEGA LA PAZ


Se tiende al aire el viento y, sus clamores,
alzanse en paz y en calma, no gimiendo.
Los ojos  -que miraron sin ver-  viendo
desde el cielo en la tierra los dolores.

Las voces que clamaron, los amores
que sintieron sin ser, ya van sintiendo
y en sus manos de luz van sosteniendo
verdecida la palma, entre las flores.

La paz del alma ya del cielo baja
a la angustia del hombre bajo el cielo
y, si su cuerpo cubre una mortaja,

de sus ojos en sombra cae el velo
que ilumina la Vida y la adaraja
que la vida encadena sobre el suelo.


Luis Madrigal