viernes, 9 de enero de 2009

ZAMBA por vos. Mercedes Sosa

UN SONETO AL AMANECER


Me pedía, o quizá me emplazaba -con la mejor intención, como siempre es la suya- mi querida amiga argentina, Alicia María Abatilli, en su gentil comentario a la entrada de ayer, en este humilde Blog, a escribir otro Soneto, pero esta vez, en lugar del de ayer, que lo era al Anochecer, debo escribirlo, según la petición o el emplazamiento de Alicia, al Amanecer, ofreciéndome a cambio su inestimable colaboración en la aportación de la imágen, porque Alicia, además de sus virtudes literarias, posee también las fotográficas. Bien sabes tú, querida Alicia, que ese Soneto ya está escrito y, por ello, voy a publicarlo ahora mismo, con una dedicatoria muy especial hacia ti. Naturalmente que acepto encantado tu colaboración fotográfica, pero, mira por donde, también dispongo ya de una de tus excelentes fotografías, dedicada justamente a uno de tus "Amaneceres", y que tú misma me regalaste hace ya algún tiempo. Con tu permiso, voy a traerla aquí. Aunque, estoy seguro, de que ahora, que vives el verano, en tus mágicas Sierras cordobesas, donde danzan las Hadas, y en esa Lago tan azul, que construyó aquel español -aunque catalán de Mataró- que se llamó Juan Bialet Massé, habrás captado ya algún otro amanecer aún más bello y romántico. No tienes más que enviármelo cuando gustes, por favor, y volveré a prublicarlo. Sí es así, yo también te prometo escribir de nuevo otro Soneto a ese "Nuevo Amanecer". Un beso y muchos abrazos a todos los hermanos argentinos. ¡Que disfrutéis de un buen Verano austral! Y, por supuesto, aquí está el Soneto:


UN SONETO AL AMANECER,
PARA ALICIA MARÍA ABATILLI


Se retira la sombra que perece,
cual si fuera un fantasma desalado;
huye y se esconde al día, que ha alumbrado
la sonrisa del sol... Es que amanece


Una paloma blanca, ya aparece
mensajera de amor embelesado,
sin burla, ni ambición, ni gesto airado,
ni brizna del veneno que envanece.

Lleva en su pico el perfume alado
de una magnolia viva, no marchita.
Llega a lo alto, en vuelo enamorado.

Se olvida de la tierra, que se agita...
Y ya el soneto -Alicia- está acabado,
si a la luz de una vela, el amor grita.

Con todo mi cariño,
Alphonso CARBAJAL
Arriba, la fotografía "Amanecer", de Alicia María Abatilli