sábado, 30 de enero de 2010

SINFONÍA AZUL PARA UN LUMINOSO VERANO




ARROYO, RÍO, LAGO...

En noche muy azul, los ruiseñores
melodiosos, al pie de tu ventana,
presagio de la más azul mañana,
alegrarán tu pecho y tus amores.

Libre, por fin, de todos los dolores,
de tu sueño de ayer -campo y tartana-;
será tu mano tierra soberana
de la que han de nacer todas las flores.

Recuerdos de un Arroyo que vertía
aguas azules a un cauce más denso,
inundarán tu alma al mediodía.

Un Lago del color del cielo, intenso,
teñirá, con su azul, más tu alegría,
junto a un Río, de azul vestido... Inmenso.


Luis Madrigal






viernes, 29 de enero de 2010

ESTAMPAS DE INVIERNO (VI)



¡CÓMO RUGÍA EL VIENTO...!

¡Cómo rugía aquel día el viento,
tras la nieve y la lluvia...! Parecía,
cual furia desatada, un huracán
que quería secar, rápido, el suelo
y, en el aire, las hojas de los árboles.
En el Parque, gemían las acacias,
las palmeras y aquel pino inclinado
que soporta sus años con decoro...
Sentían en su faz los caminantes
el castigo del túrpido flagelo
que, a la par, desarbolaba abrigos
y parecía tal, cual rapto de Toro,
como un día Europa,
volarían hacia el cielo todas las penas,
sin que más sombrías calamidades
pudiesen herir de nuevo el alma
ni, en un cáliz de plata,
beber con entereza
todas las desdichas y amarguras.


Luis Madrigal






NOCTURNO SIN CALMA



NOCHE DE HONDAS TINIEBLAS

El eco somnoliento de la noche,
deja escapar su resonancia pura
y retumba sonoro, sin estridencias,
sobre el nervio del reposo,
anulando el silencio y quebrantando el sosiego.
Viejos fantasmas, agazapados y sigilosos,
en su zigzagueante caminar,
vuelcan sus negros suspiros.
Mientras, el oscuro manto
se extiende lentamente
y va cubriendo de sombras inquietantes
el día que ha de nacer...
Cuando el alba asome temerosa su faz,
desvaídamente blanquecina
y, lejos de su melodioso canto,
los ruiseñores habiten el silencio del trino.
Una voz muda, clama,
gritando desgarradoramente
y, como en un embrujo,
de cada sombra brota un enigma
indescifrable, elegiaco,
melancólico y lastimero...
¿Dónde estarás tú, que eres la luz,
la melodiosa armonía
y el consuelo de mi llanto...?


Luis Madrigal





jueves, 28 de enero de 2010

NOTICIA MUY ATRASADA



Según parece, ha tenido nuevamente que ser otra vez ese gran leonés, que es Juan Pedro Aparicio, quien haga "llamar la atención", como él mismo, según dicen, ha declarado, sobre León y su viejo Reino, asi como sobre la escasa visibilidad de una Ciudad que fue la tercera Capital de España, en el orden sucesorio de sus capitalidades (Cangas de Onís, Oviedo, León), mucho antes de que existiese Castilla, y menos aún Valladolid del Páramo. Una Ciudad y un viejo Reino hoy arrasados por ese mal invento de las Comunidades Autónomas. Sin tener nada que reprochar a cántabros, riojanos, o murcianos, por ejemplo, cuyas Ciudades son sede de gobierno de sus respectivas Comunidades Autónomas, Santander, Logroño o Murcia (nada de nada que decir), resulta muy difícilmente explicable que León, que ocupa por entero uno de los cuatro cuarteles del escudo nacional de España (aparte ese quinto de la granada), se haya visto objetivamente, no sólo injuriado en su Historia, tras la crucifixión de que ya fue objeto en el siglo XIX, sino socio-éconómica y socio-culturalmente postergado. Eso, no podremos perderlo de vista nunca los leoneses. Y ahora, muy recientemente, de un modo concreto este último Lunes 25 de Enero, en la edición correspondiente a dicho día, que arriba se reproduce, la periodista Emma Rodríguez, viene a descubrirnos que un señor australiano llamado John Kane, "ha argumentado firmemente en su último libro", que la democracia -tan ensalzada por todo el mundo civilizado- no es un invento inglés, sino que fueron los leoneses de la Edad Media quienes ofrecieron al mundo tan valioso invento. ¡Menudo descubrimiento, señor Kane!, aunque muchas gracias de todos modos. Pero eso ya lo sabíamos los descendientes de aquellos "inventores". Deben saberlo también en el Congreso de los Diputados, la Cámara baja de nuestro actual Parlamento español, porque allí mismo, en el solar de su sede, se alza una inscripción recordando a las primeras Cortes del mundo, las Cortes Leonesas, que se celebraron en el año 1188, bajo el impulso de aquel gran último Rey de León, Alfonso IX, padre del santo varón que nos unió para siempre a Castilla. Lo sabíamos, lo sabemos, pero quienes parecieron ignorarlo fueron los autores del esperpento autonómico de 1978.¡Qué le vamos a hacer...! Y además fue otro leonés, un falangista de pro, que dicen era muy listo, y que seguramente no lo era tanto, excepto para la "hogaza", que decimos por allí. En realidad, en León, en el verano, y en el invierno colgados del techo, pueden encontrarse muchos melones, sin embargo todos vienen de fuera. Pero en aquella ocasión, no, el "melón", teóricamente, era de dentro, aunque eso sí, tan sólo de un pequeño pueblo del Páramo, colindante con la esteparia llanura en la que se dice ubicada la capitalidad de esa extraña, híbrida e inexistente Comunidad "autónoma", que llaman "Castilla y León". Pero, algunos periodistas, los mismos que dicen en las emisoras de radio, o en TV "decir que", acostumbran a decir "Castilla-León". ¡Que asco...! Por lo menos, por favor, digan ustedes Castilla y León, aunque en todo caso, lo justo y riguroso sería decir León y Castilla. El orden ante todo, es una cuestión procesal digna de tenerse muy en cuenta. Por lo menos, eso. Y desde luego, no nos insulten llamándonos "castellano-leoneses". Yo, no soy castellano-leonés. Sólo soy leonés. Lo fueron mis gloriosos antepasados, dejándose la sangre, para poder hoy ser españoles. Luis Madrigal Tascón.-

Arriba, facsimil de la noticia de "El Mundo", de Madrid. Más abajo el sagrado lugar -sagrado porque está presidido, día y noche, initerrumpidamente, por el Santísimo Sacramento, sobre las cenizas de San Isidoro de Sevilla- en el que se celebraron las Cortes de León en el año 1188, y por tanto solar del Primer Parlamento del mundo.




martes, 26 de enero de 2010

LEJOS DE OTRO VERANO



MARIPOSA BLANCA

Mariposa que vuelas en tu Verano
y juegas con las rosas en los rosales:
¡Ven a mi ardiente pecho,
no estés distante...!
Detén sólo un momento
tu esquivo vuelo,
no agites con tus alas mi desconsuelo,
ni, en tu aleteo de nieve, presagies males.
Ya llegará el Otoño,
cuando en el suelo
las hojas hoy tan verdes (mañana ocres),
supliquen mil instantes
volar al cielo.


Luis Madrigal




lunes, 25 de enero de 2010

HAY QUE VIVIR DE LA ESPERANZA (Tres quintillas atípicas)



A MARGA FUENTES,
EN SU AMARGURA Y DOLOR,
QUE NO CESAN


Que el llanto no nuble el día,
ni las lágrimas oculten
el sol que ríe en lo alto...
Dentro de ti, de un gran salto,
se hará la noche alegría.

No busques donde no hay nada,
sino en el Ser, que es eterno...
De ese lugar, ahora hueco,
resonará fuerte el eco
que hará mañana esperada.

No llores, alza tu vuelo,
que sólo quien muere, muere
y es nuestro sino morir,
para así poder vivir
eternamente, en el Cielo.


Luis Madrigal


Con todo mi cariño.

No dejes de escuchar hoy, querida Marga,
esta sublime Danza que, en honor de los Espíritus Bienaventurados,
compuso el gran músico germano-bohemio
Willibald von Gluck




domingo, 24 de enero de 2010

ESTAMPAS DE INVIERNO (V)



PERO EL AGUA... NO OYÓ

No llovía pausado... ¡Diluviaba!
Los árboles, cargados, no podían
soportar tanto peso, no querían
beber más agua... Ya sed no quedaba.

Se retorcía el arroyo, que buscaba
encontrar otros cauces, que venían
de la altiva montaña, y que sentían
el turbulento vértigo que daba

el arrastrar, junto a su paso, todo
cuanto encontraba en su camino el brío
de desatadas aguas, con el lodo,

que a los humanos ojos, miedo y frío,
llenaban de terror y, de tal modo,
techo,casa,ganado... se fue al río.


Luis Madrigal

A los desdichados seres humanos que han perdido sus hogares y
cuanto tenían, por las crueles lluvias de Enero, con toda mi compasión





sábado, 23 de enero de 2010

SE SERENA EL ALMA



ESA VOZ QUE HABITA DENTRO

I

Oígo una voz
que gime allá dentro de mi alma...
Como un temblor,
agita el despertar, roba la calma...
Es el dolor.


II

Alguna vez,
veo que, entre mi sueño, se desata
de fervor
y, en un súbito vuelo, me arrebata.
Es el amor.


III

Quiero saber
por qué llegó hasta mí, un día, cargada
de alborozo
y cómo se hizo en mí, voz tan amada y...
sumo gozo.



Luis Madrigal




viernes, 22 de enero de 2010

EL DES - CONCIERTO




He vuelto ayer al Auditorio Nacional de Música, para asistir al Tercer Concierto, dentro del Ciclo que está ofreciendo la Orquesta Sinfónica de Madrid, y que concluirá el próximo 23 de Junio, la víspera de San Juan, con la interpretación de dos piezas -ambas bajo la dirección de Pinchas Steinberg- que anhelo escuchar en vivo y en directo, tras haberlas oído tantas veces "en lata". La Obertura Carnaval, de Antonin Dvorak y el Ciclo Má Vlast (Mi patria), de Bedrich Smetana, dos excelente músicos checos, acerca de los cuales aún no he podido decidir quién de ellos me gusta más. Tal vez pueda lograrlo el próximo día 23 de Junio. Pero ayer, me encontré con Gustav Malher, otro checo, puesto que nació en Kaliste, Bohemia, aunque entonces no se llamase República Checa. Malher, puede ser considerado, por tanto, como un compositor y director de orquesta bohemio-austriaco, más que alemán. Y mientra sonaban los primeros acordes del primer movimiento de la Tercera Sinfonía de Gustav Malher, que ayer escuchánamos, no pude yo, y bien que lo siento por Malher, y por ese gran director de orquesta que es Jesús López Cobos, dejar de recordar a quel personaje que se llamó, y supongo se llama, Alfonso Guerra, que llegó a ser Vicepresidnete del Gobierno de España, pese a estar "de oyente" en él, según aquel propio sujeto literalmente manifestó. ¿Se acordarán ustedes, queridos compatriotas de Don Alfonso Guerra, verdad? Espero que no lo hayan olvidado, porque personajes de este dislocado y bárbaro calibre siempre son inolvidables. Pues bien, la interferencia mental de ayer por mi parte -juro por Dios que no pude evitarlo- sin duda se produjo a consecuencia de que, según se decía, en su momento, a Don Alfonso Guerra, aparte de otros méritos gloriosísimos (como Filesa, Malesa, Time Sport, así como el "ingeniero" Roldán y el Capitán Kan, doña Aida Álvarez, aquella otra pobre mujer, ya difunta, del papel del BOE, y algunos miles de etcéteras más), se deben dos muy singulares: El de haber puesto de moda unas insípidas galletitas danesas y el de haber sido el descubridor y divulgador de Malher, que en España no había sido conocido antes, se decía, ni nadie sabía quién era. Tuvo que venir Don Alfonso a explicárnoslo. Eso se opinaba. En realidad, otras opiniones más actuales, entienden que no fue así, sino que la "moda" de Malher, en unión de la de bailar sevillanas e ir a las corridas de toros, fue más bien cosa de un grupo socio-cultural de "jóvenes-ejecutivos-progres", casi todos ellos de "buena casa", a los que se llamó, o ellos mismos se hicieron llamar, "yupis", en los años 80, y cuyo denigrante, o poco edificante, ejemplo podría ser muy bien el de Don Mario Conde, que posiblemente aún sigue en la cárcel, a diferencia del "ingeniero" Roldán, que ya hace bastante tiempo que salió de ella, sin devolver al Erario público ni una cochina peseta, en su traducción monetaria a euros (€) de los muchos millones de ellas que se llevó, introduciéndolas con una pala en sacas de Correos. Pero, cierto o no, el caso es que la figura del gran compositor bohemio ha pasado a la pequeña historia de la estupidez asociada a la no tan grande de aquel deslenguado de Sevilla. El señor Guerra pudo únicamente divulgar a Malher entre los ignorantes españoles, sobre todo los analfabetos de su Partido, que eran y son casi todos, porque Don Alfonso -también se decía- era un hombre muy sabio y de una raigambre intelectual sólida, contundente, sistemática, interdisciplinar y filosoficamente contrastada del modo más amplio y exhaustivo. Pese a ello, también era un hombre muy humilde, porque habiendo alcanzado el grado académico de Perito electricista, se dedicaba a vender libros en un establecimiento del sector, en Sevilla y, para el mejor asesoramiento y orientación de los compradores, se había leído casi todas las contracubiertas de los libros que vendía. Por ello, no era de extrañar que llegase a ser Vicepresidente del Gobierno y, en consecuencia directa y lógica, el hermano de "Minmano", aquel otro señor que descubrió la brillante idea de enriquecerse, bajo el lema, tan socialista, de "tó pal pueblo", llevando a efecto tan justo propósito sobre la base de un "chiringuito" en el que asesoraba a los sevillanos acerca de los más complejos asuntos de contenido económico que se hallaban en trámite ante la Administración pública, eso sí, por un módico precio y con carácter casi sacerdotal, al modo del jurisconsulto romano Ulpiano, si bien a título y con el título de "asistente" de "Sunmano", o sea de "Minmano", cuando él era el hablante, y a cuya invocación todo el mundo se echaba a temblar. "Podremos meter la pata, había dicho Don Alfonso (eso, seguro, pensaba yo cuando lo oí), pero no meteremos la mano". Pues, se equivocó usted de plano, Don Alfonso, metieron ustedes las dos juntas, aunque yo prefiera siempre las meteduras de mano, no recomendables, ni justificables, desde luego, pero mucho más saludables que propiciar las barbaridades y salvajadas que su apocalíptico analfabestismo secular lleva siempre consigo. Este último, ha ido "in crescendo", tras el golpe de Estado del 11 M, porque, en simple y llana comparación... ¡cuánto cabe añorar y acodarse para bien de Don Alfonso!, comparado con esta insubstancial basura, mediocre, monótona, monocorde y monocolor, que ahora amenza con destruir a España para siempre, y con la cara de idiota que posee su casualístico lider, por pura potra, y con esas mujerzuelas con cara de fregar escaleras, todo ha de ir en proporción. Comparado con todos estos y estas, Don Alfonso hubiera podido ser considerado como un Winston Churchill, o como un Roosevelt (ambos los dos, don Teodoro y don Franklim Delano). Pues bien, yo no puedo admitir, pese a mi propio analfabetismo musical, que ignorase a Malher antes de que Don Alfonso hablase de él, o de que, en su caso fuesen los "yupis" quiénes lo hicieran. Malher es un excepcional músico y genial director de orquesta, llamado, por intercesión de Brahms, rendido admirador de su talento, a ocupar el puesto de primer director del Teatro Municipal de Hamburgo, durante seis años, en los que dirigió un amplísimo repertorio, para regocijo y admiración de los melomanos hamburgueses. Desde 1893, Malher se instaló en el pequeño pueblo de Steinbach-am-Attersee, buscando un clima de absoluta paz para emprender su espectacular obra musical, en una cabaña, frente a un lago, únicamente amueblada con un piano, una mesa, un sillón y un sofá. Allí trabajaba desde las seis en punto de la mañana y su única vida social fue la de, algunos días, acercarse a Ischl para visitar a Brahms. La Tercera Sinfonía de Mahler, está considerada por la mayoría de los musicólogos como la gran obra malheriana. ¿Quién no ha oído hablar, alguna vez, de "la gaya ciencia"?. En alemán, se escribe "Die fröhliche Wissenschaft". Es una de las obras más importantes, hasta capital, de Friedrich Nietzsche, el filósofo sajón más crítico hacia la religión que, tras la secularización de la ilustración, llegó a decir: "Dios ha muerto", pero que, transcurrida esta etapa, la más negra y crítica hacia la filosofía occidental y de destrucción de la metafísica cristiana, inició un proceso afirmativo en la construcción de nuevos valores -expresados en la obra "Así habló Zaratrusta"- basados en el llamado gai savoir, expresión referida a las habilidades necesarias , sobre todo para escribir Poesía. La expresión "gaya scienza", canonizada desde entonces, hace, pues, referencia al arte poético, en castellano, es decir para nosotros a la Poética. Y eso es la 3ª Sinfonía malheriana, una versión o transcripción musical del libro de Nietzsche, aunque en modo alguno la colosal sinfonía de Malher se indentifique en casi nada con el pensamiento del filosofo alemán, sino con la mística revelación de la Naturaleza a la que se sentía profundamente vinculado el compositor. Hasta tal punto esto es así, que el gran musicólogo español Federico Sopeña vió en la "canción de media noche", un bellísimo lieder, en el tercer movimiento, una música del silencio en la que Malher trata lo nocturno religiosamente, al servicio del gran misterio de la eternidad y, sobre todo, en el Langsam final, donde Malher eleva un himno de amor a Dios, entrevisto a través de la Naturaleza. Desdichadamente, la invasión sufrida por mi cerebro de modo inesperado e involuntario, en cuanto a aquella torpe relación de identidad a la que ya he aludido, sin duda me privó de paladear todo cuanto ayer pude escuchar en al Auditorio, magistralmente ejecutado por la Orquesta Sinfónica de Madrid, bajo la sabia y sensible dirección del Maestro Jesús López Cobos, que se despedía como Director de la Orquesta. Por este triste motivo, me resultó muy difícil y altamente nocivo y perturbador asistir a un concierto, cuando casi diariamente muchos nos vemos obligados a sufrir a una "segunda parte", mucho más estúpida y peligrosa quizá, en un repugnante y drámatico des-concierto. Pero prometo volver, aquí mismo, a Malher, muy en breve, a esta maravillosa Sinfonía, a la Orquesta Sinfonica de Madrid y sus dos coros, el de voces blancas y el femenino de voces adultas, a la mezzosoprano rusa Ekaterina Gubnanova, ayer en funciones de contralto, y también al Maestro Jesús López Cobos, ese egregio zamorano, de Toro, la Ciudad de Enrique IV y del Conde Duque de Olivares, a la que siempre recuerdo con nostalgia y cariño, porque no en vano, a escasos kilómetros de ella, se encontraban las lonas, las tiendas de campaña, en las que yo recibí instrucción militar y, al final de ella, el Despacho de Alférez de Complemento de nuestra Gloriosa Infantería española. Luis Madrigal.-


Arriba, la portada del libro de Nietzsche "Die fröhliche Wissenchaft", publicada en 1882; el gran compositor bohemio-asutriaco Gustav Malher y, finalmente, el Perito electricista a quien, injustamente, se asocia o se atribuyó en España la divulgación de la música malheriana. Abajo, lamentando no disponer de ninguno de los movimientos de la 3ª Sinfonía, me complace ofrecer el Adagieto de la 5ª.










AÑORANZA DE UN FUTURO MUERTO









¡Oh, la lejana tierra,
húmeda y verde,
con sus Sierras que danzan
en el estío,
cuando brilla la luna...
¡Oh, Lago, tan azul...!
Que azul el Río,
que no es un río...
es un trozo de cielo
de él desprendido.
¿No podré nunca
veros...?
¿No seréis nunca míos?
¡Que lejos ya de mí...
quizá perdidos!


Luis Madrigal





miércoles, 20 de enero de 2010

¡GRACIAS, SEÑOR...!



Gracias, Señor, te debo tantas cosas...
La vida, sin la cual yo sería... nada.
¡Nada, Señor...! Y Tú has querido
traerme a la luz del ser, que es los que es...
Te doy las gracias.
Te doy gracias, por haberme extraido,
como en una operación cesárea, del oscuro y pavoroso
vacío absoluto, de lo que no es,
para traerme a la existencia y a la Vida.
¡Gracias, Señor, por la alegría de vivir,
por la dicha y la ternura tantas veces recibida
y por la poca que he dado...
Gracias también por la tristeza y por el llanto.
¡Gracias por la libertad!,
por esa libertad que nadie puede arrancarme
si procede de Ti,
aunque puedan cargarme de cadenas,
aunque puedan matarme...
Tú pondrás en mi corazón cobarde
el valor para morir.
Y mucho antes (o cuando sea, Señor,
cuanto Tú quieras)
la fuerza vital de acompañar siempre a quiénes
a mi lado caminan.
Para sofocar su sed y su sudor;
su fatiga y cansancio,
su melancolía y su nostalgía,
su soledad y su tristeza...
Porque, sólo así podrá mi ser alcanzar su plenitud;
mi espíritu, el amor, mi tristeza la alegría
y Tú podrás estar siempre a mi lado,
porque, sin Ti, Señor, soy la misma Nada
de la que me has traído a la Vida.

Luis Madrigal




martes, 19 de enero de 2010

ESCENAS DE INVIERNO (IV)


LLUVIA TRAS LA NIEVE

Golpeaba la lluvia los cristales
aún teñidos de nieve, blanca y pura;
latía en cada gota su frescura
al barrer los oscuros ventanales.

¿Dónde habré ir, que pueda curar males
-preguntaba la lluvia, en su andadura-
y el Cielo respondía con dulzura:
No corras mucho, ayuda a los mortales

a conservar su casa y su alegría;
sus prados y cultivos... Y la lumbre
que el abuelo encendió, día tras día.

Nunca caigas en tromba, por costumbre
de arrasar lo que vive todavía,
ni saltes con terror desde una cumbre.


Luis Madrigal


12 de Enero de 2010





lunes, 18 de enero de 2010

ANTES Y DESPUÉS DEL TERREMOTO



Va siendo hora ya de poner fin al luto por Haití, de enterrar a los muertos, elevar al cielo una oración por ellos y, eso sí, afianzar el propósito más firme de extender todos nuestra mano sobre el sufrido país caribeño. La vida, sigue. Pero, cabe preguntarse por qué, tras el drama, todo el mundo se ha mostrado solidario y se ha volcado en ayudas, mientras antes de él, nadie se había preocupado lo más mínimo de este país pobre y subdesarrollado, donde los niños comen galletas de barro... Ya se ha dicho en muy diversos lugares que no se debe confundir la pobreza y el subdesarrollo con el carácter sísmico de la zona. Sin la menor duda, los terremotos no podrán nunca desaparecer de la faz de la tierra, pero sí debería hacerlo la pobreza, sobre todo esa pobreza severa, no querida, sino impuesta por causas exclusivamente estructurales, casi siempre debidas a la codicia, el egoísmo y el latrocinio de los hombres. Sería tan prolijo como innecesario señalar aquí el número de instituciones y cuentas bancarias abiertas en estos momentos , al menos en España, para la ayuda económica a Haití. Cada cual puede encontrarlas sin el menor esfuerzo y aportar a ellas lo que pueda, no más, o incluso menos de lo que pueda. Esa ayuda, que no ha de perderse por el camino, siempre será bienvenida, bien llegada. Pero sería un noble y eficaz deseo el de que, no sólo pudiera resultar más que suficiente para resolver cuantos problemas de toda índole hoy se ciernen sobre la nación haitiana, sino que sobrasen, o se acumulasen otros en el futuro para sembrar con ello el inicio de una nueva era. Que, una vez enterrados los muertos, consolados en lo posible los sobrevivientes, establecidas las medidas sanitarias para evitar endemias, se fuese pensando por el mundo entero también, en dotar a aquel país, y a otros muchos, de los medios de producción económica y organización social, mínimamente necesarios, no ya propios de la trilogía marxista -nutrise, cubrirse, cobijarse- sino de la filosofía humanista y filantrópica más ambiciosa, de la educación, la cultura, el deporte, el ocio creador... Porque los haitianos, y otros muchos pueblos, no deben ser personas condenadas eternamente a la desgracia, sino seres humanos como los demás, llamados a una vida propiamente humana, de los que es preciso acordarse antes de que sucedan los terremotos o las catátrofes naturales. Se ha repetido reiteradamente el tan conocido apotegma: Si le das un pescado a un hombre, podrá comer un día; si le enseñas a pescar, podrá comer toda la vida. Pero... ¿Cuándo podríamos comenzar? Esos más de 100 millones de euros (€) que he leído en algún sitio acordará la Unión Europea para la ayuda a Haití, unidos al esfuerzo técnico generoso de los profesionales -sobre todo los jóvenes- capaces de "enseñar a pescar" (a construir, a diseñar, a organizarse...), ¿no serían suficientes?. Porque, si es cierto el refrán español de que "no hay mal que por bien no venga", debería hacerse el esfuerzo necesario para que, ante un mal tan grande y lacerante, el bien no sea raquítico e insignificante. Como se decía antes en los sermones y homilias, pero con mucha más fuerza: "¡Qué así sea!" Luis Madrigal.-


viernes, 15 de enero de 2010

DIOS, ESTABA ALLÍ Y... ESTÁ


Una periodista, corresponsal de prensa o similar, ha dicho en el diario "EL MUNDO", de Madrid, que, en estos momentos, en Haití, se encuentran "sin noticias de Dios". Es decir, cabe interpretar que Dios ni se ha enterado de la catástrofe ni ha aparecido por aquellos dolorosos pagos, porque, en el fondo, lo que pretende decirse es que Dios, no existe . O bien es directamente el culpable de lo ocurrido, como asimismo afirmó un pintoresco personaje haitíano. En cuanto a la periodista, lo más ingenioso del titular es la burda imitación del cuentecito, de tan enorme éxito, del novelista barcelonés Jorge Mendoza, "Sin noticias de Gurb", un extraterrestre perdido en la Ciudad condal con ocasión de los Juegos Olímpicos celebrados allí en 1992, esto es, en la XXV Olimpiada de la era moderna. Por lo que se refiere al haítiano que ha culpado directamente a Dios de la tragedia, o a las opiniones y manifestaciones populares que, por este motivo, ponen en tela de juicio su existencia -es decir, su esencia, porque existir, propiamente (tienen razón), Dios no existe- la injusticia con Dios no puede ser mayor. Es muy facil culpar a Dios de este tipo de dramáticos acontecimientos, eludiendo la culpabilidad de quiénes, quizá durante siglos, han martirizado a los hombres, tanto en nombre como en contra de Dios. Dios, sólamente habita en la conciencia de los hombres. Está dentro -quiere estar- de cada uno de ellos, pero son ellos, los hombres, quienes le expulsan y destierran de sí mismos. Las injusticias, la explotación, la maldad, la ineptitud, no pueden ser evitadas ni por el mismo Dios , porque Él ha creado libres a los hombres. Ciertamente este tipo de trágicos sucesos, no ocurre tan sólo en los pueblos más pobres, como podría asimismo pretenderse. Ocurre en todo lugar, pobre o rico, porque sus causas, o su causa, no es más que puramente geológica. Se trata, parece ser, de la llamada "tectónica de placas", o de "capas", que se encuentra en la superficie terrestre. Haití y otros muchos lugares también pobres, son lugares sísmicos, deben tener sus "fallas", pero también la tiene California -la llamada de San Andrés- y también allí se han producido y producirán, probablemente, terremotos. La diferencia, sin duda es de riqueza y de capacidad organizativa y tecnólogica para prevenir o paliar las consecuencias dañosas. Pero esa riqueza y esa capacidad, la honestidad de los gobernantes o su codicia y latrocinio, más que la tierra, es cuestión exclusiva de la voluntad humana. ¿Tendrá también la culpa Dios de que -como ayer dije en este mismo Blog, con la autoridad de la Historia- en 1811, aquel malvado que se llamó Henri Christophe, se autoproclamase Rey, y sometiese al país a toda clase de atrocidades, muy posiblemente causa, entre otras, de su actual pobreza?. Y así, sucesivamente, con independencia de las circunstancias y de su origen, ya provengan del propio país, o de los EE.UU. de América del Norte, a los que siempre resulta tan cómodo culpar de todo. No es Dios, son los hombres. Y, en este caso, tampoco se podrá culpar a la "malvada" España, que sometió a los pobrecitos indios de America... fundiendo su sangre con ellos. Los méjicanos, tienen esto muy claro, y hay que agradecérselo mucho. Se sienten orgullosos de ser un pueblo mixto, mitad españoles y mitad indios. Y presumen de ello, como yo también presumo de ser español y de que mis antepasados, en lugar de matar a los indígenas, como se ha dicho o se dice tantas veces, se mezclaran con ellos, sin perjuicio también de muchas posibles atrocidades. Pero Haití, desde hace más de un siglo, ha sido colonizado, "organizado y dispuesto" por la maravillosa Francia. ¡Qué no se diría de España, del lastre y "herencia" que los españoles dejamos en América, si el terremoto de Haití hubiera ocurrido en otro lugar del entrañable suelo sudamericano!. No, no es Dios. Son los hombres. Dios, estaba alli y... está ahora mismo. Se duele y abraza a todos y cada uno de los cadáveres que yacen sin sepultar, entre ellos el del Arzobispo de Puerto Príncipe, Mons. Serge Miot, y al dolor de sus familias y seres queridos. Dios, estableció las reglas, al crear el mundo y, aunque podría variarlas (y a esto lo llamamos con toda propiedad "milagro"), no lo hace así por las buenas. Simplemente, "permite", no se opone a su propia creación, aunque su primer plan fuese otro. Por eso, Dios, estaba y.. está. Dios es Dios y está siempre. Los que no estamos, ni queremos ser, somos los hombres. Luis Madrigal.-

Arriba, la Falla de San Andrés, en la rica California. Abajo, sucesivamente, "Te Deum", motete polifónico del gran músico francés Marc-Antoine Charpentier; en segundo término "Laudate Dominum", de W.A. Mozart, y finalmente, el "Te Deum laudamus" gregoriano. Siempre es bueno alabar a Dios. ¡Por triplicado!













jueves, 14 de enero de 2010

HAITÍ


Un asolador seísmo ha llenado Haití de sangre y de cadáveres. Esto ya no puede ser noticia. Pero que una tragedia de tales proporciones haya ido a suceder en el país más pobre de toda América, no puede dejar insensible a nadie. Además de la más espantosa miseria, ahora les viene esto, tan dramático y sobrecogedor. No es ningún tópico socorido. Ayer mismo veía yo en TV un reportaje anterior a la catástrofe, en el que unos niños haitianos -por cierto, con una abierta sonrisa- comían unas galletas hechas...!de barro! ¡Por Dios...! Dios mío, tengo que hacerte la misma pregunta que ya te hizo el Santo Padre, no hace mucho tiempo, sólo que en sentido radicalmente contrario a la afirmación de uno de los haitianos que te ha atribuído toda la responsabilidad de la tragedia: "¡¿Dónde estabas, Señor...?! ". Además del hambre y la miseria, permites que estos desdichados sufran tan indeciblemente?!. Hágase siempre tu voluntad, porque no podemos conocer tus designios, pero humanamente vistas las cosas, es conmovedor. No es de extrañar, pues, que la comunidad internacional, cuantos países pueden hacerlo, porque tampoco todos pueden, se estén volcando en estos momentos en la ayuda de todo tipo a la nación franco-americana. Haití, desde 1697, año en el que se firmó la Paz de Ryswick, ha sido colonizada por Francia, pero su origen es tan español como cualquiera otra nación de América del Sur. Haití, fue cedido por España a Francia, como consecuencia de dicho Tratado del que fueron signatarias , además de España y Francia, Holanda, Inglaterra y el Imperio. Ello para poner fin a la guerra de la Liga de Habsburgo y para "bajarle los humos" a Francia, pese a que, como siempre, ésta sacase tajada, conservando la mayor parte de las conquistas de Luis XIV, si bien hubo de reconocer la imposibilidad de establecer su hegemonía en Europa. Es cierto que a España le fue entregado Luxemburgo. Y tan sólo por este motivo en Haití se habla hoy francés. Pero, la República de Haití, ocupa la parte occidental de la isla que se llamó y se llamará siempre "La Española", porque allí puso el pie por vez primera, en todo el Continente y en nombre de España, el Almirante Cristobal Colón. Y al otro lado, en la República Dominicana (¿cómo estás, Antonio?) se habla español. Antonio, es mi amigo, un Padre Misionero de los Sagrados Corazones, Antonio Fernández Cano, a cuya ordenación sacerdotal asistí en el mes de Mayo pasado, aquí en Madrid, en la Parroquia "Nuestra Señora del Lluc". Antonio, era un colega en el ejercicico de la Abogacía, en Valencia, un Abogado de éxito que, un día, quiso defender otra causa mucho más elevada y noble. Como el mismo dijo después, "liquidó", su Despacho, su biblioteca, su automovil todos sus bienes, los distribuyó entre sus sobrinos, y se fue a los suburbios de Buenos Aires, donde permaneció como misionero laico, hasta ingresar después en la Congregación, estudiar Teología en la Argentina y venir a España, tan sólo para ordenarse sacerdote de Jesucristo. Tras su ordenación, fue destinado a la Republica Dominicana, donde estará en estos momentos. Estoy seguro de que habrá cruzado la frontera y se hallará entre los heridos y el dolor del pueblo vecino. La Historia de Haití (que significa "Tierra montañosa"), desde su Independencia de Francia, en Enero de 1904 (hace ahora, por tanto, exactamente 106 años), ha sido tortuosa y en cierto modo sangrienta. Hubo de superar, su división entre el Norte y el Sur de su territorio. En el Norte, un despota tirano, llamado Henri Christophe, llegó hasta proclamarse rey, en 1811. En el Sur, Alexandre Pétion, elegido Presidente de la Republica en 1807, estableció un régimen más humanitario y prestó ayuda a Bolívar. También Haití ha sufrido la intervención norteamericana de Washington, hasta la época de Roosevelt, en la que los marines, en 1934, abandonaron el país. Hoy es una tierra inundada no por los marines sino por el dolor.. Todos, en la medida de nuestras posibilidades y formas de expresión, deberíamos mostrar nuestra solidaridad con esta sufrida nación. Yo, no soy más que un español, lo digo reiteradamente. Nadie es más que sí mismo, pero, desde lo más hondo de mi corazón, envío mi abrazo a todos los haitianos. Luis Madrigal.-



miércoles, 13 de enero de 2010

LA ÉTICA DE LOS PEORES


Cada vez más, aunque naturalmente del modo también más superficial, o cínico -en esta corrompida y enferma sociedad de nuestro tiempo- se habla con insistencia, por paradójica contraposición, de lo ético. "¡Qué falta de ética!", exclaman indignados muchos de los que carecen por completo de ella. O, dicen otros, "mirando las cosas desde un punto de vista ético..." ¡Pero, usted, qué puede considerar éticamente nada, si ni siquiera sabe qué es eso! Esto cabría decírselo, antes que a ningún otro tipo humano, muy en general, a los políticos actuales, esos harapientos intelectuales que lanzan sus estúpidas palabras, sin el menor sentido ni orden, a los cuatro vientos, rodeados de otros seres por el estilo -los "periodistas"- que actúan como ventilador. Menos hablar de ética y menos incurrir, groseramente además, en infinidad de actos éticamente reprobables.

El término Ética, en griego "etós", no significa otra cosa sino "costumbre", o uso; esto es, hace referencia a los usos y costumbres, propios de un grupo, que constituyen la norma de conducta generalmente aceptada y aceptable dentro de él. Son, pues, una norma de conducta. Fué Cicerón quién tradujo del término griego "etos", el latino "moralis" (de "mos-oris", costumbre), que es el que se universalizó, incorporándose a todos los idiomas cultos modernos. La costumbre, no es sino una exteriorización del grupo que se impone como norma al individuo. Primero, como norma estrictamente "moral", y por tanto sin sanción o castigo algunos, tan sólo el de la reprobación del grupo. Más tarde cuando surge el "ius", el Derecho -con mayúscula- separándose del "etos", surgirá la norma jurídica, que implica la correspondiene sanción al que la infringe. Pero, el término "etós", significa también "morada", por lo que, en principio, se identifica con el domicilio habitual de las personas, para distinguirlo, en las sociedades primitivas, de las cuadras de los animales o guaridas de las fieras, de lo que, con el tiempo, pasó a significar, en sentido figurado, el carácter o manera de ser y, en suma, las disposiciones del alma que determian el carácter de la persona individual, y especialmente, el dominio de la voluntad sobre las tendencias inferiores, que se concreta en los actos. El acto humano, pues, es el centro de atención de la Ética. Pero ésta, tan sólo considera actos humanos los ejecutados con deliberación de la razón y consiguiente ejercicio de la voluntad. Esto es, sólamente son actos humanos, los actos inteligentes y libres. Los demás actos, no son propiamente humanos, aunque se denominen actus hominis, o "actos de hombre", sino más bien de categorías o especies sub-humanas, antropomórficas, sí, pero colindantes con el animal, o vecinos de la planta. Y de estas últimas sub-especies humanas, o más bien sub-productos culturales, está mayoritariamnete integrada esta sociedad "de progreso", la del consumo y la violencia; la de las modas artificiales e insubstanciales; la del aborto y la eutanasia; la del culto a esos personajillos que son los futbolistas, toreros, cantantes y otras insubstanciales gentes, cuando no esos monstruos artificialmenete creados para hacer de ellos mofa y escarnio y, de paso, amasar el más sucio dinero, por parte de las cochinas emisoras de TV; la de esos pequeños salvajes, fruto de la herencia de sus padres, que destruyen cuanto encuentran a su paso e infectan todos los ámbitos de la sociedad. Que gentes provenientes de estos ámbitos o similares, hablen de "ética" es una perversa deformación y una cruel paradoja, no exenta de sarcasmo. Porque esos meros "actus hominis", se han transformado en hábitos y han sido objeto de aceptación colectiva, dentro de la exaltación más denigrante de los sentidos y de la abdicación del espíritu. Este clima, no ha surgido, desde luego por casualidad, sino que ha sido más o menos "astutamente" cultivado y preparado -dentro del acusado estreñimiento cerebral de sus instigadores- en un intento de borrar del mapa toda excelencia y, con ello, el dominio de los mejores (de los "aristoi") para instaurar la dictadura de los peores, de quienes jamás han creído, ni tenido ética alguna sino la de sus repugnantes eruptos, intelectuales y corporales. Los inútiles, los mediocres y más vulgares "oficinistas", los analfabetos nombrados ministro, los vagos, los pancistas, los vendidos a su propio estómago, que son quienes en este tipo de sociedad, y en los diversos climas ateos o agnósticos de nuestros días, han propalado y extendido la tendencia a divinizar al hombre, no sólo individual, sino colectivamente. Es, en cierto modo, aunque sin descartar la brutalidad y bajo coeficiente mental de sus impulsores, la vieja filosofía del Superhombre, de Nietzsche. ¿De qué Ética pueden hablar, pues, estos sujetos?. Porque esa divinización del hombre colectivo, acogido y protagonizado por el Estado, que se ha "tragado", se está tragando, en España, a la Sociedad entera, siendo ésta un término y esfera mucho más amplios, engulléndola como una serpiente boa puede ingerir a un cordero, es la que ha establecido la nueva "Ética," en la que justamente se predican los valores, las "costumbres" más o menos radicalmente contrarias a las que aquella Ética inicialmente propugnaba. ¡Qué Dios nos ampare... Él es nuestra única esperanza!. Luis Madrigal.-




martes, 12 de enero de 2010

ESTAMPAS DE INVIERNO (III)


Ha vuelto a nevar sobre Madrid y, aunque no en forma tan copiosa como en la cercana Ávila, durante los dos últimos días nuevamente ha vuelto a sentirse un frío seco, duro, cortante, contundente, que hiela los suspiros, congelando el aliento antes de que la voz se haga palabra. El Padre Sol -que a mí me trata de "don", con desproporción absoluta, y tan sólo por obra y gracia de un buen amigo de la ribera mediterránea- ha vuelto a desampararnos, sumiéndonos de nuevo casi en la noche en pleno día, tan sólo más claro otra vez por la presencia de la nieve. Estos últimos acontrecimientos, estrictamente meteorológicos (y pido clemencia a mi buen amigo mediterránido, que habita en la "que cubierta en todo tiempo de flor está"), me han inspirado el tercero de los poemas de estas "estampas invernales". Querido Man, sé benevolente con el pobre y entumecido "poeta" y que nuevamente aquí canta y se lamenta -"se duele", en el argot taurino que a ti también te gusta- suspirando por la luminosa Primavera y, tras ella, por el largo y cálido Verano. Aquí está el poema:


¿CUÁNDO SE HARÁ LA LUZ?

No puedo ya ahora ver lo que antes era...
Tampoco lo que fue... Sólo lo yerto,
angosto y sin destino, gris, incierto,
salpica mi existir, sin Primavera.

¿Cuándo, por fin, se acaba esta quimera
y se enciende la luz... y el hiemal muerto
entierra sus zarpazos en el huerto,
donde crece el jazmín? Y, a su vera

luminosos y ardientes tulipanes
que, hacia sí, entre la hiedra y el asfalto,
atraigan medio día, como imanes,

toda la luz que el sol, desde lo alto,
envía paternal... Y sin desmanes,
besar el suelo al cielo de un gran salto


Luis Madrigal


Y para lamentarse, nada mejor que un buen gallego
y, a ser posible, una muñeira. Esta "Alborada", de Veiga
podría ser un magnífico ejemplo




domingo, 10 de enero de 2010

BAUTISMO CON FUEGO


¡Qué rapidos son los ritos y el calendario litúrgico... ! Resulta que Jesús (después llamado de Nazaret) hace tan sólo muy pocos días que nació en Belén, y ya hoy la Iglesia, en la liturgia de este Domingo, nos recuerda que ha sido bautizado. ¡Qué diferencia con los tiempos modernos, donde se bautiza a los niños ya a punto de ir al colegio, cuando se les bautiza...! Realmente, en términos propiamente históricos, a Jesús, le bautizó Juan, cuando ya era incluso mucho mayor en edad que los niños que hoy van al colegio por primera vez. Pero, esta no es la cuestión más importante. Lo esencial es lo que Juan dijo cuando Jesús, en compañía de otros muchos, se acercó a él en la orilla del Jordán: "Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está alguien a quién no conocéis, que os bautizará con fuego y Espíriu Santo". Más o menos, parece ser que eso es lo que dijo. Y lo ya sumamente transcendental, fue lo que, según dicen los evangelistas, sucedió y pudo escucharse entonces, cuando se abrió el cielo y el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma de paloma, y una voz vino hasta allí: "Tú eres mi Hijo, el Amado y en Ti me recreo" (Lc, 3, 15-22). Al considerar este pasaje, fuera de todo conocimiento teológico-bíblico por mi parte, esto es, porque yo quiero pensarlo así, o porque quizá no puedo evitarlo (lo que no creo pueda convertirme en ningún hereje), pienso varias cosas. La primera y más importante, es que Jesús, siendo ya Hombre, es decir, en su naturaleza y dimensión estrictamente humana, recibió el fuego del Espiritu y esto fue lo que le hizo, no solo resistir toda clase de tentaciones en el desierto, sino crecer, más y más, tal vez sin ser consciente de su propia divinidad eterna, como puede hacerlo cualquier ser humano que sea bautizado con fuego, más que con simple agua. Y con él, con Fuego, lo hemos sido todos quienes lo hemos sido, mucho más allá del "rito" y de la "fórmula" sacramentales. Porque, dispone el canon 1.167, del vigente CIC, de Juan Pablo II, de 1983, que "En la celebración o administración de los sacramentales, deben observarse diligentemente los ritos y fórmulas aprobados por la autoridad de la Iglesia". Ciertamente, esto se prescribe para los sacramentales, que no son más que, simplemente, otros "signa sacra", como la bendición de un crucifijo, por ejemplo, y respecto a los cuales la norma canónica apenas ha variado de la utilizada por el canon 1.184, 1. del CIC de Benedicto XV, de 1917. ¿Qué otras "formulae" y "auctoritate" no habrán de ser precisas para la administración de los sacramentos, que, teológicamente, son causa instrumental directa de la gracia, produciéndola "ex opere operato", mientras los sacramentales tan sólo la impetran?. En particular, del sacramento del Bautismo, que incorpora a la Iglesia a quien lo recibe y condiciona la recepción de todos los demás. Sería prolijo, y en algún pasaje irritante, me atrevo a decir hasta contrario al Espíritu que recibió Jesús, (me refiero concretamente a lo dispuesto en el cánon 877, 2.) entrar en consideración de las prescripciones -además de la general del canon 846, para todos los sacramentos, referente a los "libros litútgicos"- que para recibir válidamente el bautismo se requieren, a lo largo de nada menos de treinta cánones, del 849 al 878.

Hace tan sólo unos meses, asistí y participé, en nombre de la comunidad cristiana que la recibía, al Bautismo de una joven que pasaba ya de los veinte años. Liturgicamente, "coman il feau", se utilizaron todos los libros, óleos, aguas, paños, velos blancos palabras rituales... que prescribe la ley canónica. Resultado: Ni yo ni ningúno de los miembros de la comunidad que acogió a la bautizada, hemos vuelto a saber nada de ella, lo que es más que indiciario de que, por los motivos que fuese, no ha querido saber nada de todo eso. Ha desaparecido del ámbito en el que se dijo habría de comenzar su andadura cristiana. ¿Estaría dentro de ella el Fuego con el que bautizaba Jesús, según dijo su primo Juan? ¿O acaso ese Fuego ha de nacer, más que del agua y el aceite, del libre y apasionado decrubrimiento de Jesús, que vino a la tierra a predicar el Amor?. Sólo de eso. Hoy Domingo, festividad del Bautismo de Jesús, hemos renovado las Promesas que, en nuestro nombre prestaron otros en nuestro bautismo. Y estoy seguro que es la libre voluntad de aceptar y reiterar esas promesas lo que puede extender el Fuego hasta abrasar el universo mundo, porque a lo que se renuncia no es sólo a Satanás, sino a cuanto el espíritu del mal significa. A la soberbia de creernos superiores a los demás; a la ira, que engendra la violencia; a la ambición del dinero y de las riquezas... Tan sólo con esto, comenzaría a cambiar el mundo, porque, además, esa misma libre voluntad puede prometer la humildad y la mansedumbre, la solidaridad con los que se mueren de hambre y de miseria económica y, sobre todo, la ternura con los afligidos, con los que lloran y arrastran su sufrimiento por muy diversas causas. A esto tiene que conducirnos el Fuego con el que nos bautiza Jesús, que está en medio de nosotros, pero al que no queremos conocer, en la persona de esos pobres desdichados. Y si ese Fuego, con bautismo litúrgico o sin él, llega a apagarse, siempre nos cabe soplar sobre el pequeño rescoldo que, entre las cenizas de nuestra miseria espiritual, sin duda siempre ha de quedar, para que pueda nuevamente levantarse en una llama que se extienda por toda la tierra. ¿Qué importa que en Holanda, el 14% de los niños y jóvenes sean musulmanes, por lo que este país, será el primer pais de Europa que llegará a abrazar en su totalidad la fe islámica? ¿O qué importa que, según parece, en la Comunidad Autónoma de La Rioja, se vayan a suprimir las fiestas cristianas del calendario y a introducir las musulmanas? Nada, ni eso ni muchas cosas más, y mucho peores, pueden inquietarnos. Porque, Él, Jesús de Nazaret, el Cristo, el Mesías, Dios hecho Hombre, camina hacia nosotros sobre las aguas y nos dice: "No temáis, no tengáis miedo... soy Yo". Y os he bautizado con Fuego. Luis Madrigal.-








sábado, 9 de enero de 2010

REACCIONÓ EL SOL



FUE UN CIELO AZUL

Inesperadamente, el sol
pudo salir de su cueva
y, para impedir que llueva,
cerró en lo alto las nubes.

El canto de los querubes,
sonó melodioso arriba...
Cesó también la deriva
con la que el paso se mueve.

Recto el camino -no llueve-
seguieron los caminantes
y sólo en unos instantes
pudieron mirar al cielo.

Era un cielo azul... Al vuelo,
de las aves que lo habitan
y sus caminos transitan,
saludó feliz el suelo.


Luis Madrigal


Al soleado día de ayer, 8 de Enero, en Madrid, y a mi reciente amigo Man, Ingeniero humanista, que vive cerca de la bella Huerta murciana.




jueves, 7 de enero de 2010

ESTAMPAS DE INVIERNO (II)



QUERÍA EL SOL VENCER FRENTE A LA NIEBLA

Quería el sol rasgar el denso manto
de la niebla que impide ver la helada
y, en la pugna tenaz, desesperada,
la blanca alfombra entona un triste canto:

¡Déjame ver!, gritaba con espanto,
del horizonte verde la arbolada
campiña, donde el grito de la azada
en el estío, alegre, tejió el canto.

Ahora, viste de blanco y es de acero...
ya no está verde, replicó la niebla...
El sol, se entristeció, porque en Enero

ya la escarcha, cruel, todo lo puebla...
Vanó será -pensó- todo mi esmero
que, antes de que no esté, será tiniebla.


Luis Madrigal





martes, 5 de enero de 2010

EPIFANÍA


Hoy, es Noche de Reyes, la Noche de la fantasía y de la ilusión para los niños -¿quién no ha sido niño alguna vez?- y para los ya no tan niños, para quienes nos hallamos casi en la segunda infancia. Es Noche de regalos, grandes o pequeños, más bien esto último muy en general, pero la magnitud del regalo no cuenta, ni excluye la ilusión. Es la noche en la que debe dejarse, por si acaso, el zapato, o la zapatilla, a la entrada del dormitorio, para que los Reyes Magos depositen a su lado el regalo... También es la Noche, y mañana lo será el día, con la que concluyen "las fiestas", estas fiestas tan sumamente paganas, quizá más que ningunas otras, lo que debe hacer las delicias de la izquiera socialista y comunista, que en España participa también a rabiar de estas celebraciones, sin que puedan ni quieran saber de qué y por qué. Ya, en su día, respecto a la Semana Santa, que es el otro gran polo de atracción en cuanto a festivales sociales se refiere, el señor Alcalde comunista de Córdoba, a la sazón don Julio Anguita, justificó (yo le oí decirlo por la TV), para explicar sin contradicciones lógicas la participación de estas gentes ateas, que, para los andaluces (en la "Tierra de María Santisima", debió haber dicho) María no era para el pueblo sino una "diosa pagana", que les movía al jaleo. Ya se sabe, "jaleo, venga jaleo". Así que, por favor, nadie me hable de "cabalgatas", grandes almacenes y mucho menos aún de esas payasadas, como la que acabo de presenciar en una emisora impía de TV, en la que unos harapientos, zafios y vulgares, disfrazados de "Reyes Magos", se acercaban a dejar sus regalos a una serie de señoritas medio vestidas que les esperaban. ¡Qué le vamos a hacer! ¡Allá ellos y ellas! Allá quiénes los dirigen y allá quiénes los ven. Desde luego, todos ellos, en la sociedad civil propia del Estado liberal de Derecho, tienen todo el del mundo (con minúscula, el derecho subjetivo, quiero decir) a hacer lo que les plazca, y a dar a su vida el sentido que prefieran o más les convenza y satisfaga. No faltaba más.

Pero, muy por encima de todas estas frivolidades paganas, lo que la Fiesta de esta Noche, y la de mañana, significa es otra cosa muy distinta. Naturalmente, se trata de una fiesta religiosa, al menos en su origen, y siempre lo será para quienes queramos que lo sea, que lo siga siendo. Lo que esta Noche y mañana celebramos es la festividad de la Epifanía. La palabra tiene su origen en el griego,
"epi-faneia", y significa "manifestación". Es la primera manifestación de Dios, hecho hombre, al mundo pagano -tras haberlo hecho al pueblo elegido, por medio de unos simples Pastores- en la figura de aquellos "magos", de quienes habla el evangelista San Mateo, en el capítulo 2, versículos 1 al 12 de su Evangelio. Pero el episodio viene de mucho antes y de mucho más lejos. Cuando Herodes, inquieto ante la afirmación de aquellos "magos" de haber visto en el Oriente la estrella del rey de los judíos, pregunta a los príncipes de los sacerdotes dónde había de nacer el Mesías, ellos contestaron: "En Belén de Judá, pues así está escrito por el profeta" (Mt 2, 5). Este profeta es el profeta Miqueas, que anunció la palabra de Dios entre los años 756 a 697 a.C.) En el texto de Miqueas, libre de todo retoque ni cambio de sentido, pudo y puede leerse literalmente: "Mas tú, Belén Efrata ("Efrata" era un clan establecido en la región), aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad desde los días de antaño" (Miq 5, 1). Sin embargo, el evangelista Mateo dice: "Y tú, Belen, tierra de Judá, no eres ciertamente la más pequeña..." (Mt 2, 6). ¿En que quedamos?. ¿Era grande o pequeña, Belén de Judá?. La negación de la pequeñez de Belén por parte de San Mateo, frente al "aunque eres la menor" de Miqueas, magnifica y causaliza la misma explicación: "No eres la más pequeña, porque..." La inmensa mayoría de los escrituristas considera que el pasaje profético es ciertamente mesiánico. Miqueas, consuela a su pueblo, frente a la amenaza de Asiria, con la promesa de un futuro Libertador, descendiente de David. El evangelista San Mateo, dice en su texto que "llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos...", pero no dice cuántos eran, ni cuáles eran sus nombres, ni de qué parte del Oriente procedían. En las fuentes epigráficas cristianas, se respresenta a dos, tres o cuatro y hasta ocho. Las tradiciones orales sirias y armenias llegan incluso a doce, en cuanto al número de los "magos". Menos aún podemos conocer sus nombres. Los de Melchor, Gaspar y Baltasar que nosotros les hemos atribuído, no aparecen sino hasta el siglo IX en un manuscrito anónimo, pese a que éste pudiera tener como fundamento otro parisino de finales del siglo VII, que los llama Melichior, Guthaspa y Bithisarea Y mucho menos aún puede sostenerse el carácter de "reyes", para lo cual, muy posiblemente, el único fundamento, muy abstracto por cierto, pueda residir en el Salmo 72, 10-11: "Los reyes de Tarsis y las islas traerán consigo tributo. Los reyes de Sabá y de Seba todos pagarán impuestos; ante él se postrarán los reyes, le servirán todas las naciones." En cuanto al lugar de procedencia, se le ha situado en puntos muy dispersos y lejanos entre sí, de Persia, de Babilonia o de Arabia y hasta en lugares como Egipto y Etiopía. Los estudiosos se inclinan por el origen persa, dado que los magos de Persia no guardan relación alguna ni con los prestidigitadores egipcios ni con los astrólogos caldeos, lo cual sitúa a los "magos" que adoraron a Jesús entre los seguidores de los libros sagrados del mazdeísmo y discípulos de Zaratustra, sabedores, por tanto, de la cautividad en Babilonia del pueblo judío y conocedores de la Escritura, participando de algún modo en la esperanza de un Mesías.

Bien, pues casi todo lo antecedentemente dicho, sobra. Y sobra, por la razón fundamental de que lo que parece indiscutible es que la Epifanía era ya un hecho muy anterior al del Nacimiento de Cristo. Y, por tal motivo, si esencialmente eterno es el que se manifiesta, lo que ha de tener valor también eterno para nosotros, a quienes se nos manifiesta, es lo manifestado. Y esto tan sólo puede ser -siguiendo precisamente el mazdeísmo de Zaratustra- el triunfo final y definitivo del principio eterno del Bien (Ahura Mazdah) frente al principio del Mal (Angra Mainyu), que es lo aquel Niño de Belén vino a manifestar a toda la Humanidad. Yo, no soy la Humanidad, pobre de mí. Sólo soy una brizna infinitesimal e insignificante de Ella, pero es precisamente a mí, a quien hoy se manifiesta aquel Niño de Belén. Y soy yo quién ha de ser consecuente. La pregunta que tengo que hacerme es muy sencilla. La respuesta está tan pronta como lo está el espíritu... Es la carne, en sus múltiples y miserables manifestaciones, la que siempre es débil. Feliz Epifanía, hermanos. Luis Madrigal.-


Arriba, la "Adoración de los Magos", del pintor español Juan Bautista Maíno. Prado (Madrid)