sábado, 15 de junio de 2013

TRISTE HALLAZGO EXISTENCIAL




¡QUÉ TARDE...!


¡Qué tarde las ilusiones
que las pasiones levantan,
llegan...! Cuando ya no hay fuego
y sólo el humo y el hielo,
ya se hermanan, ya se espantan.

Que impreciso y torpe, el tiempo
que discurre sin sentido;
se va por donde ha venido,
tan ligero como el viento,
sin despertar el latido.

Qué dulces son las palabras
cuando suave es el camino
y qué duras y qué amargas
son las que  -andando-  el destino
se guarda al fin... ¡Son dolor!

¡Qué pronto se va el amor,
para cruzar a otros prados
y a otras fuentes...! Con horror,
hace brotar agua amarga,
como veneno la flor.

A prestar viene su auxilio
siempre el racional sentido...
Y, a costa de la cordura,
sufre el alma la tortura,
la soledad y el exilio.


Luis Madrigal