sábado, 6 de febrero de 2010

UN TALLER EN BATIGNOLLES

La Fundación MAPFRE, ha reunido en el Paseo de Recoletos, 23, de Madrid, una importante colección de cuadros impresionistas franceses, con la excepción de James Abbot McNeill Whistler, el pintor estadounidense que vivió en Francia, y se consagró al movimiento pictórico impresionista, y uno de cuyos cuadros más famosos "Arreglo en gris y negro", retrato de la madre del pintor, figura en la colección. MAPFRE, presenta esta magna exposición monográfica, bajo el título "IMPRESIONISMO. UN NUEVO RENACIMIENTO". Hay que agradecérselo y muy hondamente. Desde el pasado día 15 de Enero y hasta el próximo 22 de Abril, permanecerán estos cuadros en la Exposición dedicada a este tipo de pintura, sin duda señera en la historia universal de la Pintura de todos los tiempos. De todos los cuadros que se exponen en Madrid, mis preferencias personales se inclinan sin duda alguna por el gran cuadro, serie conjunta de retratos de figuras cumbre, no sólo de la Pintura, sino también de la Escultura y la Filosofía y hasta de la Administración pública, del pintor quizá menos conocido y famoso entre los impresionistas, Henri Fantin-Latour. El cuadro se titula "Un taller en Batignolles", dicho sea ello en puro castellano. Las Batignolles, era el barrio donde vivía Manet y, con él, una buena parte de los futuros impresionistas. Fantin-Latour, los reunió a casi todos en torno al gran Maestro, para la posteridad, y este retaro colectivo fue expuesto en el Salón de 1870 -año transcendente en España- y que ahora se trae a Madrid, para que quiénes aquí vivimos podamos contemplarlo. Yo, modestamente, me permito ofrecerlo a todos los pocos o muchos lectores de este humilde Blog. Si ustedes, y vosotros queridos amigos y colegas, desean y deseais mostrar interés, podrán y podreis observar, en la imagen que arriba se ofrece, de izquierad a derecha, a Otto Schölderer, pintor alemán que se había desplazado a Francia, a fin de tomar contacto con los seguidores de Courbet; Manet, con el rostro agudo, sentado delante de su caballete; Auguste Renoir, con sombrero; Zacharie Astric, escultor y periodista (curiosa combinación de queahaceres, que me parece imposible en nuetra época, al menos en España); el gran Emile Zola, entre otros cosas portavoz de la renovación pictórica; Edmond Maître, funcionario del Ayuntamiento (como puede verse ya los burocratas "chupaban cámara"); Fréderic Bazille, desparecido poco después durante la Guerra de 1870 y, por último Claude Monet. Tal vez lo que quiso rubricar con sus pinceles Fantin-Latour fueron aquellas célebres palabras de Zola, con relación a Manet: "En torno al pintor vilipendiado por el público se ha formado un frente común de pintores y escritores que lo reivindican como un maestro". Ahora es fácil compartir estas palabras, pero sin duda no lo era cuando Edmond de Goncourt, se burlaba en su diario del que llamaba "distribuidor de gloria a los gremios de cervecerías". Yo no sé que podrán pensar ustedes, ni vosotros, queridos amigos. A mí, me gusta mucho el impresionismo, aunque discrepo en que lo inventaran los franceses, porque, según creo, el primer pintor impresionista fue Goya y, antes incluso, Diego Velázquez. Luis Madrigal.-

Seguidamente, "Rumores de la Caleta", de la Suite Iberia, del gran músico español Isaac Albéniz




TRECE SONETOS DE AMOR (I)



ROSA DE INVIERNO

Rosa de Enero, allá en tu Sierra... blanca
como nieve que cae sobre mi fuego;
néctar azul, remanso veraniego
al pie del corazón de gran Barranca.

Pon en mi mano el brío y la palanca
que mueva en dulce hora mi sosiego;
ampara en tu vivir mi sombra estanca.

Si nunca más volar por ti yo puedo,
ven hacia mí y cruza el Mar entero,
no temas más por mí, ni en ti mi miedo.

Quisiera que, aún más duro que el acero,
fuese mi corazón, sin más remedo,
mas preso soy de ti, no carcelero.


Luis Madrigal