lunes, 20 de marzo de 2017

¿PRIMAVERA...?



UN AÑO MÁS

Un año más, se produce  -se ha producido ya-  el acontecimiento astronómico de la Primavera. Pero ¿acaso ha venido, se sepa o no el por qué? Nadie lo sabe, porque, un año más, parece que inmediatamente continuará siendo invierno, en una vuelta de tuerca meteorológica en sentido contrario a las agujas del reloj. Otra vez, en pocas horas, al frío invierno. Al menos, al frío corporal, sensible de la misma manera termométrica. Al tiempo desapacible y bruscamente cambiante. Malo para el organismo humano, para el cuerpo, y dicen que también psiquicamente malo, o al menos desasosegado e incierto, allá en las bodegas del ser.

El espíritu, en cambio -aunque no sea excesivamente distinto- no es la psique, sino acaso una dimensión cualitativamente distinta, pese a resultar colindante. Eso, lo sabrán los neuro-biólogos, los psicólogos, o los psiquiatras, si es que lo saben, o pueden saberlo. También dicen saberlo los teólogos, alguno de los cuales afirma que la Física del espíritu es la Teología o, más descriptivamente, que el ser humano es una unidad fisio-psico-espiritual.

En todo caso  -y por tanto en cualquiera de todos los posibles-  los hechos siempre son ineludibles. Y hay algunos hechos que, por su presunta apariencia inquebrantablemente tozuda, inquietan sobremanera y hacen presagiar acontecimientos y estados tristes. Quizá haya llegado ya la Primavera, bien para quedarse o simplemente para ser, una vez más, remedo doloroso y quebrantado del más puro Invierno. Será lo que haya de ser, de eso no hay duda. Pero nunca debe perderse un rayo de esperanza. Yo, lo deseo hoy firmemente.


Luis Madrigal


Arriba foto de EUROPA PRESS