viernes, 5 de octubre de 2012

AUNQUE VUELE EL TIEMPO...




NUNCA TE OLVIDARÉ

Nunca podré olvidarme de tus ojos,
de tus trigos de luz, tus girasoles
de oro que, al mirar, como arreboles
pintan cual amapolas campos rojos.

Nunca podré hacia ti caer de hinojos
ni traerte conmigo, entre dos soles,
con la luz de la luna, tras las moles
que velan mientras sueño mis despojos.

Nunca, en mis tristes horas de agonía,
podré dejar de verte, aunque te escondas…
Y tras el Mar que duerme, tu armonía

ha de venir a mí sobre sus ondas.
Por eso no serás nunca elegía,
aunque a mi canto al sol nunca respondas.


Luis Madrigal