viernes, 23 de enero de 2015

EN LAS HORAS MÁS DURAS



LLEGA LA FORTALEZA

Ese pavor de espanto que te inunda
y llena el alma entera a toda hora.
Ese temblor inmóvil que devora
hasta lo hondo la paz en barahúnda.

Esa voz sin sonido, tan profunda;
ese llanto sin lágrimas que llora;
esa súplica, que del cielo implora,
casi fin fe, esclava y vagabunda.

Es hora de valor y reciedumbre,
hasta ahogar el suplicio en dique seco.
Apagar con un témpano la lumbre.

Subir con nuevas alas a la cumbre,
para escuchar en paz un nuevo eco
y trocar en encanto pesadumbre.


Luis Madrigal




EL CANTO DEL LAMA
(Jean Michel Reusser)

Deseos para el Despertar