domingo, 5 de agosto de 2012

TRES SONETOS A UN DESAMOR QUE FUE (I)



I

NO ARDERÁ MÁS AQUEL SUEÑO

Como ardió ayer, ya no arderá aquel sueño
que yo viví, pensando que soñaba
y, al despertar, todo mi ser pensaba
que me había dormido como un leño.

Mas no fue así… En él puse mi empeño
de tener junto a mí lo que miraba,
nublada mi razón, que ya encontraba
siempre el cielo de Enero, ya abrileño.

Sin saberlo, se fue la Primavera
y brotó el grano, que agostó el estío…
Vino el Invierno, se apagó la hoguera

y ahora, aquel sueño, es tan sólo frío.
Ni una pavesa vuela a la ribera,
tan verde que, al fluir, baña tu Río.


Luis Madrigal