miércoles, 2 de junio de 2010

TRECE SONETOS DE AMOR (XI)




SE HACEN LEVES LAS HORAS AL MIRARTE

Me alienta la esperanza, al recordarte.
La certeza de estar en tu memoria
y, aun sin recuerdos, desandar tus historia...
La angustia me devora al esperarte.

Si breves son la horas al mirarte,
siglos parecen, razón ilusoria;
vueltas sin fin, cual cangilón de noria,
las ansias y el anhelo de encontrarte.

Mis ojos, caerán sobre tus ojos
-yo lo sé bien-  un día, frente a frente,
para saber de ti, sin más despojos...

Para sólo mirarte, sólamente,
mientras que tú me dices, sin sonrojos,
que a mí sólo has querido eternamente.



Luis Madrigal