martes, 14 de mayo de 2013

CUANDO, SIN DESPERTAR, DUERME LA VIDA




TODO PASÓ, AUNQUE NO FUERA


No pude atesorar la luz del rayo
que ayer besaba en tu ventana el hierro
que la cubre y defiende… En mi destierro,
su haz busco en la noche y nada hallo.

Ni puedo ver la flor, que alza su tallo
para pintar el prado, bajo el cerro.
No podré ya jamás salvar mi yerro,
ni contemplar el tiempo sin desmayo.

Todo pasó… Fuera sin ser, ha sido
y nada queda ya… Cuanto no fuera,
en su vacío ser dejó un latido

que se estremece aún, como en la era
el grano se retuerce y es molido
para que nazca otra Primavera.


Luis Madrigal



A mis queridas amigas,
las sonetistas Francis Quintana y María Bote,
ambas extremeñas y ambas presuntas únicas lectoras,
con mi gratitud y cariño