domingo, 3 de enero de 2010

"GAUDEAMUS IGITUR"... Herr Brahms


En 1880, Johannes Brahms fue nombrado doctor Honoris causa por la Universidad de Brelau y, en gratitud a esta distinción, escribió su op. 80 -"Obertura para un Festival Académico"- en cuya partitura, entre otros motivos, incluyó el ya célebre "Gaudeamus igitur". Todos ellos, eran de carácter estudiantil y los tres primeros alemanes. Sobre ello no puede caber duda alguna. Sin embargo, en cuanto al Gaudeamus cuya autoría se ha fijado no sólo en la Universidad alemana, sino incluso en Finlandia, han de reconocer todos (y no se trata aquí por mi parte de aportar documentos de prueba) que este Himno, el himno universitario por excelencia en todo el mundo, surgió incialmente de una canción del siglo XIII, que tuvo su origen en España, concretamente en el Estudio de Palencia, donde se compusieron sus primeras estrofas, y que posteriormente -y me incomoda reconocerlo- se convirtió en la Universidad de Valladolid. Fue muy cantada y celebrada en todas las Universidades españolas, en los actos más solemnes de la vida académica del Siglo de Oro y, en el siglo XVII, se extendió a las Universidades alemanas y del Norte de Europa. Ultimamente, en el siglo XIX, llegó también a las Univeridades americanas, tras haberse añadido algunas estrofas a las iniciales, y es posible ciertamente que estas adendas se hiciesen en Alemania o en la propia América, hasta quedar la letra de este famoso Himno como actualmente se conoce, si bien el orden de las estrofas es diferente en unas u otras versiones. Mi enorme incultura musical, en casi todos los órdenes, me había conducido, desde hace ya bastantes años, al supino error de "parecerme" que Brahms, en su Obertura, iba desgranando otros motivos en los que alentaban los compases del Gaudeamus, para ir paulatinamente e "in crescendo", a desembocar en la linea melódica de aquél. Craso error, parece ser, el cometido por mi parte. Menos mal que nunca se lo dije a ninguno de mis amigos musicólogos, aunque se lo diga ahora a todos vosotros, mis queridos amigos de los Blog. Efectivamente, nada tienen que ver los tres primeros motivos, basados en canciones estudiantiles alemanas con el Gaudeamus igitur, pese a que este último haya prevalecido, incluso en el ambito universitario de la misma Alemania, sobre los motivos alemanes, a la hora de proclamar cantando el espíritu de la juventud universitaria y de la propia institución de la Universidad.

Seguidamente, y en una gran parte como homenaje a mi reciente y desconocida amiga, corresponsal de Blog, "Capuchino de Silos", que se confiesa enamorada de Brahms, me complace ofrecer las dos versiones, en primer lugar la clásica, relativa únicamente al Gaudeamus, que canta como solista el tenor Mario Lanza, y en segundo término la "Obertura para un Festival Académico", del gran músico alemán Johannes Brahms. Luis Madrigal.-








ESTAMPAS DE INVIERNO (I)




NO PUEDE ENERO SER JULIO

Volvieron a vibrar los ventanales
cuando el viento rugió... Ahora es Enero.
Lucía el cielo ya su azul primero,
que sólo podía verse entre cristales.

Frío, hería rostros angelicales,
pese a que el sol brillaba lisonjero,
mas no era más que un pobre pordiosero
sol de Invierno, sin fuego y los astrales

calores con que Julio alza su velo
para dorar la mies... No era una hoguera.
Era aquel sol más parecido al hielo.

Ni tampoco el que luce en Primavera
para izar los rosales hasta el cielo...
Así, no podía ser... Así no era.


Luis Madrigal