miércoles, 21 de octubre de 2009

CUANDO SE PONE EL SOL


Ahora, en estos últimos días, me ha dado por "robar" imágenes -fotografías- de entre las que publica FLICKr, y hoy he encontrado esta que arriba se muestra. La he titulado, por mi cuenta, "Cuando se pone el sol". Para ser más exacto, debería haber añadido "sobre el mar". Pero, está claro, que nunca es posible la exactitud, en nada. No lo es en las definiciones, sea cual fuere el concepto. Definir es casi imposible, aunque el objeto que trate de definirse sea tan elemental como una simple mesa, o una silla... No digamos si lo que es preciso o necesario definir es un concepto, o una idea. Y tampoo es facil hacerlo con las fotografías. A lo sumo se les puede poner -como dicen los periodistas- "un pie". Un pie de foto. Los periodistas, como la mayor parte de ellos no piensa, siempre pueden arreglarse con los pies, al igual que los futbolistas, quienes lo hacen en el sentido más estricto de la palabra. Se valen de los pies, aunque a veces lo hagan de la cabeza, pero tan sólo por fuera, ya sea para "rematar" a gol, ya para propinar al contrario un cabezazo en un pómulo, o en un ojo, seguido de un "escupitajo" y de algún insulto mortificante, generalmente relativo a la madre del insultado. Por eso, tal vez, los futbolistas, son casi todos millonarios en unidades monetarias corrientes, aunque generalmente sean también analfabetos en casi todos los idiomas cultos y en la totalidad de las lenguas "bárbaras". Por eso atraen el furor de las masas, su admiración más profunda, siendo universalmente conocidos y admirados. La única explicación posible del fenómeno, es la de que las masas, se han quedado, poco a poco, sin minorías, sin minorías egregias que puedan fermentarlas, más o menos del mismo modo que la levadura hace con la harina para que pueda convertirse en pan. Disculpen ustedes, disculpad, mis fieles y escasísimos lectores (si es que acaso alguno de ellos lee lo que escribo), pero es que hoy, y ya hace algún tiempo, estoy sumamente aburrido, cansado, desorientado y confuso. Por no añadir también, a todo ello, para que rime en consonante, profuso y difuso. Y cuando me encuentro así, en vez de sembrar, desparramo y digo inmensas tonterías como estas que acabo de pronunciar "ex cathedra", y "urbi et orbe". Para eso dispongo de este magnífico medio de Internet y de Blogger, que se brinda a ello, salvo que alguien con alguna dosis de sentido lo denuncie, no por obsceno ni políticamente peligroso, ni ninguna otra cosa por el estilo, sino simplemente por estúpido. Para eso, para la estupidez y la estulticia, aún no se ha inventado la censura, ni los interdictos prohibitorios, o prohibitivos. Nada. Cualquiera puede decir, como es demasiado frecuente comprobar a diestro y siniestro, en este mundo de los Blog, montones de estúpidas y diparatadas memeces. Y no pasa nada de nada. Al contrario, suelen recibir grandes elogios y jubilosas manifestaciones. Por qué, entonces, no puedo decir yo otras tantas o similares estupideces. No puede uno estar siempre pendiente de pronunciar aleccionadoras palabras, ni sabias sentencias, sino que, de vez en cuando, debe y tiene que decir alguna perfecta tontería, para demostrar que es perfecta y dolorosamente humano. Y eso es lo que yo he preferido hacer hoy. Eso sí,les he ofrecido a todos, y os he ofrecido queridos selectos amigos, una maravillosa puesta de sol... sobre el mar. ¡Vamos, vamos, elógienme, elogiadme apasionadamente... Decid que soy maravilloso. ¿O tal vez no es así?. Luis Madrigal.-

Y un ruego: Por favor nadie desprecie la sublime melodía que seguidamente se ofrece. Decía un gran músico, que estaba muy bien hecha.