jueves, 17 de diciembre de 2009

EN ÁRIDO DESIERTO



Si ya ni una palabra
en soledad escucho;
si ya de tu suspiro
ni un "¡ay!" llega a mi oído...
Si de mis muchos males,
tu bien nunca recibo...
ya todo ha terminado.
En mí, ya sólo vivo
y muero sin que muera;
sin respirar, respiro...
Camino entre la sombra,
sin luz y sin camino;
sin agua que, a mis labios,
de alguna fuente viva,
pueda llegar y, fresca,
calme la sed... Mas, sigo
en árido desierto,
sin norte y sin destino.


Luis Madrigal