jueves, 25 de junio de 2009

SÓLO FUE UN SUEÑO...


Ahora que, en mí, el cielo se ha hecho invierno,
recuerdos de un verano, que soñaba,
cruzan sin tregua el Mar y, su latido,
vuelve a soñar aún, en la distancia...
El tiempo no te olvida... Yo, tampoco.
Se asoma y brilla el sol, cada mañana,
pero yo no navego en aquel Lago,
ni una barca me espera... Allí está anclada.
Nadie zarpa por mí ni, entre sus ondas,
puedo ver, ni mirar, la espuma blanca...
Ni un balandro, de lejos, acaricia
el dulce sueño que aquella barca araba
con su quilla de plata... Y aquel Lago
no es ya tan azul como soñaba.
Mis suspiros y anhelos, el peso de mi pecho;
aquel tierno sopor que me embargaba;
aquella mano que asía de mi mano...
Todo, todo era un sueño
que me hacía soñar... Lo presagiaba.
Mas, ahora, que en mi alma ya es invierno,
aunque, para que viva, tú me olvides,
no te puedo olvidar... No lo soñaba.


Luis Madrigal