domingo, 28 de marzo de 2010

SEMANA SANTA


A estas horas y desde hoy mismo, Domingo de Ramos, ha comenzado ya la Semanana Santa. Y, sin duda, lo habrá hecho no sólo en las grandes ciudades sino hasta en el más pequeño pueblo. Todo ello tiene el mismo valor. La solemnidad y esplendor, de la Semana Santa en las grandes ciudades andaluzas, Sevilla y Cordoba, pero también otras muchas, o en el levante murciano, Cartagena por todas ellas, no difiere en nada de la austeridad de Castilla y... de León. Es decir, de León y de Castilla. En estos días, se impone la humildad, la tolerancia, y sobre todo el amor a todo el mundo, pero ello no excluye la verdad, la verdad histórica. Y la antigüedad es un grado. Pero la austeridad, se extiende sobre la meseta Norte, más o menos con los mismos signos. No sólo en Valladolid, de cuya Semana Santa, que efectivamente es grande en tallas e imagenes (no en vano en la Ciudad del Pisuerga se encuentra el Museo Nacional de Escultura), así como en seriedad y orden, sino también la de Zamora y otros lugares. Allí, todavía hará frío, y eso también contribuye a la austeridad, aunque el corazón esté dispuesto a caldear cualquier ambiente hostil. En mi Ciudad natal de León, en estos días (al menos eso ocurría en mi infancia y juventud), no habrá ningún tipo de "lujos", ni ruidos, y lo que recuerdo, porque ha quedado grabado casi a fuego en mi alma, son los casi únicos sonidos de la esquila, el tambor y la trompeta, signos acústicos máximos de aquellos días. También de los clarines, que sonaban claros,  como su propio nombre, y con un sonido especial en mi corazón. Hoy, he querido evocarlos, en un poema que me acerca más a aquellos días:


Se oye un clarín y una esquila,
un tambor y una trompeta...
Es el pueblo, que recuerda
lo que supo y vio de cerca.
Siglos y siglos pasaron
mas la Sangre esta despierta,
que otros la vieron caliente
brotar como el agua mana
y fluye desde la Fuente.
Lo mismo que hoy, nueva sangre
se eleva gritando al cielo,
viene del ayer presente
y tiñe de rojo el suelo.

Luis Madrigal


Sirva de salutación inicial a esta nueva, y siempre la misma, Semana Santa, este humilde poema. Pero, he de decir que, para días sucesivos, le he pedido prestados otros suyos a mi íntimo e inseparable amigo Alphonso Carbajal,  para que vuelva a este humilde Blog, y coopere en el vestido poético de los Acontecimientos que celebraremos y meditaremos,  sin perjuicio, naturalmente, de traer también aquí a los grandes poetas. No se podrán encontrar en este Blog ningún tipo de imágenes profanas, aunque lícitas y hasta necesarias, en estos días. Nadie podrá ver aquí ninguna fotografía de las playas y los hoteles, donde el turismo se propaga como acticidad económica. Y aunque también ello pueda contribuir a la cultura, en el mejor sentido de esta masacrada palabra, tantas veces sacada de su veradero quicio  -y lo que es menos malo de todo ello, al sostenimiento de más de una familia-  será mi intención la de cantar al dolor y a la Pasión y Muerte de nuestro Redentor y, mucho más aún, a su Gloriosa Resurrección, porque ella será la nuestra. Sentida y honda Semana Santa, amigos.

3 comentarios:

Capuchino de Silos dijo...

Luis: Me gustaría saber si el Cartel es de este año. Me parece un auténtico lujo. Lo encuentro maravilloso de color y de composión. Me ha encantado, como también tu hermosísimo texto. Me ha paracido precioso, recondando momentos de tu ciudad natal de otros años ya pasados. Precioso. Como precioso y sentido tu poema. Tu poema tiene sonidos lejanos y ritmo de tambores y trompetas, tiene historia y tiene el dolor de un ser creyente como es el autor.

Precioso, Luis. Muchas gracias

Un fuerte abrazo

Man dijo...

Luis, por favor, explícanos esto de los cuatro hombres de la Ronda, en León, que van haciendo sonar la esquila, el clarín y el tambor, con el patético canto desgarrado que clama: "Levantaos, hermanitos de Jesús, que ya es hora".
Un abrazo

Luis Madrigal Tascón dijo...

Queridos amigos, "C" y MAN:

Primero a "C": No, no es el cartel de este año, sino el del año pasado. Para no parecer anacrónico, y además para suprimir toda referencia "turística", he tratado de ocultar con algo que pretendía ser sangre, tanto el dato del año (2009), como la mención "DECLARADA DE INTERÉS TURÍSITICO INTERNACIONAL". ¡Nada menos!. Cuando yo andaba por allí, el interés tan sólo era del pueblo de León, que participaba en las procesiones y en los cultos con verdadero fervor, cada cual según su circunstancia. Yo era entonces un niño y puedo segurarte que lo hacía así. Por ello, la huella de aquellos días. Gracias a mis actitudes pictóricas. No te rías de mí, querida "C": no olvido qu estoy en deuda contigo y he de enviarte mis obras. No me da vergüenza, asi es que lo haré, para que te rías en la intimidad, porque sé que lo harás con cariño.

Querido MAN: Eres una "ratón de Biblioteca", verdad?. Si no, ¿cómo puedes saber eso de la salutación matutina, de madrugada? ¿Te lo ha contado algún leonés o lo has leído?. No creo que a nuestra Semana Santa le preste tanta atención nadie, hasta ese punto, o con ese detalle. Te lo contaré, como, primero, me lo contó a mí mi madre y, después, yo mismo tuve ocasión de oírlo varios años: La segunda Cofradía en el orden cronológico, de León, la del Dulce Nombre de Jesús Nazareno (1611) (la primera se fundó sobre 1500, según siempre oí decir), practicaba desde su fundación la costumbre de realizar lo que se llamaba una Ronda (si Rembrandt hubiese vivido en León, en su famoso cuadro, no aparecerían el Capitán Frans Banning Cocq y el Teniente Willen van Ruytenburg, sino Tres Cofrades del "Dulve Nombre", con una esquila, un tambor y una trompeta en sus manos). Esa Ronda, tenía por objeto "avisar" a los hermanos del incio de la Procesión de los Pasos, en la mañana del Viernes Santo. Pero la Ronda, comenzaba a las 12 horas del Juevs Santo, es decir, a las 0:00 h. del Viernes, frente al Ayuntamiento de la Ciudad, de tal modo que el primeroen ser "avisado" eera el Alcalde de León. Después, seguía, uno por uno, hasta el domicilio particular de cada uno de los hermanos cofrades y, llegadios a él, tras los sonidos de la trompeta, el tambor y la esquila, uno de las Ronda pronunciaba esas palabras en voz alta: "Levántate, hermanito, que ya es hora". Junto a mi casa, en aquellos años,vivían dos hermanos, Santiago y Teodoro Álvarez, y yo pude oírlo varias veces. ¡Este año la Ronda ha venido más tarde (o más pronto) a avisar a Santiago y a Teodoro, solíamos comentar después. Eso es todo, querido Man. No sé si ahora se hace, aunque supongo que sí. Lástima que sí sea haga (por eso deber ser de interés turístico)lo que entonces no se hacía, una bufonada profana, y cuasi sacrílega, que Julio Llamazares (que ni siquiera es leonés) haresucitado con la "Democracia", !El Entierro de Genarín". También me lo contaba mi madre, puesto que ella lo vio durante la II República. Naturalmente, dejó de practicarse durante la Dictadura del General Franco. Un fuerte abrazo a los dos.

"C", veo los videos de la Plaza de la Campana. Un íntimo amigo mío vivió un año en Sevilla esos acontecimientos tan fastuosos y esplendoros, hace ya tiempo, y va a recordarlo en estos días, en alguno de sus poemas. Se llama Alphonso Carbajal.