viernes, 19 de marzo de 2010

TRAS LAS HUELLAS DE SEGISMUNDO (Canto dramático de angustia existencial)


¿QUÉ DELITO COMETÍ?

I
Ya el silencio es absoluto
y es noche que espera al día...
Mas, nunca llega... Vacía
deja el alma tan de luto,
tan afligida y sombría,
que oscuro todo parece
y, sin pensar que anochece,
se hace la noche de día.
¿Hasta cuándo el sentimiento
podrá entonar triste el trino?
¿Hasta cuándo, en tanta calma,
que es nada, en un ser vacío,
al que el viento hace bandera,
con suavidad de la cera
podrá cruzar suave el río?
"Ay, misero de mí, ay, infelice"
-gritaba aquel desdichado-
que, entre cadenas, atado
y entre rejas, quiso un día
saber por qué su alegría,
sin saber, se había acabado


II

Yo canto entre otras rejas
y también yo me pregunto:
¿Por qué a mí? ¿Qué es lo que hice?
¿Qué delito cometí?
¿Si, cuando nada tenía,
ni el viento nada traía,
hasta a mí llegó aquel viento?
¿Por qué llegó en un momento
y se fue mil, sin alarde?
¿Por qué mi pecho, que arde,
no encuentra paz ni sustento
para burlar el lamento,
ya sea mañana, ya tarde?
¿Cuándo volveré a ser "yo",
si, dentro de mí, no vivo
y todo cuanto percibo
no es para mí, ni es mío?
Qué es de mi libre albedrío,
al que la verdad responde,
si no sé cuándo ni dónde
podré ser libre...? ¡Dios mío!
Ya sólo en la dulce nada,
cada alborada confío...
¡En ser nada por la tarde,
en silencio y sin reproche,
para fluir por la noche
lo mismo que fluye un río...!


Luis Madrigal






12 comentarios:

Alicia dijo...

Creo que eres libre.
Sólo es un día en los que la soledad hace de las suyas, pero no estás solo.
¿Ves? Supe que habías publicado porque lo ví en mi blog.
Un abrazo.
Alicia

Mercedes Pinto dijo...

Hermosa manera de gritar pidiendo libertad. Tantos a través de la historia se habrán preguntado por qué a ellos.
Un abrazo.

Pluma Roja dijo...

Los dos poemas preciosos. Me acordé de Sor Juana Inés de la Cruz. tienen la misma musicalidad.

Saludos cordiales,

Hasta pronto poeta, un beso.

Capuchino de Silos dijo...

No te sientas en soledad.
Estamos para acompañarte.
Después volveré.
Hasta luego.

Man dijo...

Si dices lo que sientes o sientes lo que dices debes estar en el infierno de Dante.
Sal pronto de ahí porque en ese lugar no está ella

Ángeles Hernández dijo...

Luis:

No sabes como te entiendo, tanto con "Ay mísero de mí", como con el Cuándo volveré a ser "yo",
si, dentro de mí, no vivo
y todo cuanto percibo
no es para mí, ni es mío".

Mal de muchos, "epidemia" dicen los médicos, "consuelo de tontos" los escepticos.

Ha de renacer la ilusión en nuestras vidas, estoy segura.
al menos , aún conservamos el deseo por escribir en este libro tan grnade y tan accesible.

Un abrazo Á.

Capuchino de Silos dijo...

Luis: Aquí estoy. Ya he vuelto. Y he vuelto para decirte que la primavera tiene que llegar para ti, aunque, a su vez traiga mucho dolor en un espíritu tan sensible como el tuyo.
Tiene que llegar. Yo, desde Sevilla, casi en plena primavera, te envío todas las energías para que así sea.
Deja de dormir ese "sueño" maldito que está matando tu alma.
Tú eres creyente y sabes la Semana que nos llega. Eso fue mucho más penoso y doloroso, que lo que nosotros, por tremendo que sea, podamos sufrir.

Un besazo y que tu Dios, que es el mismo que el mío, consuele ese alma tan grande que tienes.

Volveré

Isabel Martínez Barquero dijo...

Luis, apenas te conozco, pero eso pronto se solucionará, que el tiempo nos fia amistad.

He paseado brevemente por este espacio tuyo, tan sensible y tan sereno. Respiro un aura de humanidad por esos rescoldos hermosos de San Isidoro (qué belleza de arcos), por la nostalgia de un León sellado en tu alma para siempre, por unos versos clásicos que emocionan y sacuden. Veo el logo del Manifiesto y me encuentro amigos queridos. Creo que he llegado a buen puerto, otro cobijo hermano donde me apetece quedarme.

El primer impacto han sido esos versos de inspiración calderoniana y no me queda más que exclamar: Olé y olé. Un poema desgarrado de principio a fin, como el soliloquio de Segismundo. Estremecida, con ellos quedo y te confieso que no hace más de tres días que releía el clásico monólogo desesperado, una voz que clama contra la injusticia. Esa voz, tu voz, me ha calado profundo, porque no desmerece tu grito al del condenado Segismundo, que para siempre asociaré desde hoy a tu nombre.

Un saludo muy afectuoso y estoy encantada de haberte conocido.

Luis Madrigal Tascón dijo...

Alicia, soy libre, pero mi libertad no creas que da para mucho. Hay lugares, decía Saint Exupery, donde los naranjos se cargan de frutos. Ese es el terreno de los naranjos. El de los hombres, no sólo es la libertad, supremo tesoro, sin el cual no hay persona, pero la libertad, por sí sóla y por sí misma, no puede llevarnos allí donde queremos estar. Un beso. Luis.-

Luis Madrigal Tascón dijo...

Pluma Roja: Me honras siempre con tu docta presencia, pero esta vez has exagerado el elogio, sin duda hasta la falsedad. Me llamas "poeta", que creo es lo mejor que nadie puede ser. Pero... eso quisiera ser yo . Un beso. Nos veremos pronto en tu Blog. Luis.-

Luis Madrigal Tascón dijo...

Mercedes, "C", Man, Ángeles, vosotros formais ya un grupo compacto, al que me honro en pertenecer y en compartir un patrimonio "casi" común. Espero de todo corazón que algún día pueda ser absolutamente común, sin excepción alguna. Muchísimas gracias a todos vosotros, especialmente a "C" (que no quiere llamarse "Clara", como a mí me gustaría), y que viene y va, entra y sale de mi humilde Blog, para darme ánimos, aunque tampoco me encuentre en el infierno de Dante, como supone MAN. Eso, sería excesivo para mí. A Ángeles tengo que decirle, que la ilusión es la única fuerza que a todos puede mantenernos vivos. Lo que sucede es ue, con cierta frecuencia, se va, como el humo, aunque vuelva, a diferencia de él. Y eso, nos salva. Muchísimas gracias a todos. Un abrazo. Luis.-

Luis Madrigal Tascón dijo...

Isabel: El gusto es mío, al haber podido conocerte. Tienes mucha razón en cuanto al tiempo, que es un elemento, casi sagrado, sin el cual no podemos ser. Soy heideggeriano, en este específico sentido. Sin tiempo, no puede haber ser. Yo, hoy, celebro que te sientas en "buen puerto", al abrigo de tantos buenos amigos, del mismo modo que yo "recalaré" em el tuyo, porque, a través de MAN, ya te conozco. ¡Viva Murcia, Isabel!. Algún día os contaré algo de Murcia, que llena parte de mi vida de un miodo especialmente hondo. Un beso. Luis.-