jueves, 22 de abril de 2010

LA CANCIÓN DE LA TIERRA



EL LLANTO DE UN RÍO

¿Llorará hoy aquel Río...
que ayer reía...?
Creía que su agua
siempre iba al Mar,
que no mojaba, ni mojaría,
sino Riberas de su misma alma,
con la misma canción...
Pensaba que su agua
era la risa,
que florecía,
Mayo tras Mayo, alegre,
y con la brisa
que de las blancas cumbres
baja deprisa...




Un día aciago  -malo-
un mala Villa,
infame torció el cauce.
Se fue ligero,
en estúpido alarde,
vil, traicionero,
a regar otras tierras,
secas, valdías,
fuera de aquel solar de viejos álamos
y de Alamedas,
que sus Sotos, tan verdes,
sus aguas vieran.




¡Ay, pobre Río Bernesga...
pobre Ribera...!
Si mis ojos los vieran,
me moriría...
Si los viera Quevedo,
que allí los viera...
se indignaría.
Si mis ojos los vieran...
por más  pudiera,
nada quisieran.



Luis Madrigal

4 comentarios:

Pluma Roja dijo...

¡Que poema tan bello! Le hablas a la tierra y al mismo tiempo pareciera que le hablaras a la persona.

Un fuerte abrazo.

Hasta pronto.

Aída

Man dijo...

Te ruge hasta el alma.

Luis Madrigal Tascón dijo...

Querido MAN: Es lo mismo, nadie oye los rugidos. Nosotros no matamos a nadie, ni quemamos banderas de España, diciendo que no somos españoles. Lo fuimos antes que nadie, con Asturias, para poder serlo después con todos los demás. Pero nos duele en el alma esta estupidez de las "Comunidades Autónomas", este error histórico de las 17 Españas,por desgracia, muy posiblemente, sin posibilidad de marcha atrás, y sin que, puestos a disparatar, al menos León (que ocupa un cuartel para Él solo en la bandera de España)pueda ser una de ellas. A los leoneses en Valladolid no se nos ha perdido nada. Esa es la cuestión. Contra Castilla, nada. León y Castilla son dos entes muy fundidos, pero por algo, por tres veces distintas, fueron políticamente diferentes. Y ahora resulta que, para ordenar nuestras Montañas, tenemos que pedir permiso en esa Paramera desértica y calcinada. ¡Si al menos la Capital de Castilla estuviese en Burgos ("Caput Castella")! ¡Figúrate a Murcia teniendo que pedir permiso en Albacete, para ordenar el desarrollo de la Huerta!. Un abrazo, gracias por oír tan suaves rugidos.

Luis Madrigal Tascón dijo...

¡Ah...!, perdón, Aída, me olvidaba de tu sensibilidad. Sí, dialogo con la Tierra. Es la mía, y nos entendemos enseguida. ¡Lástima que, también dentro de ella, haya traidores, o "tragaldabas", estomagazos agradecidos, dispuestos siempre a eruptar, vaya usted a saber......¡Además falangistas y de las JONS, reconvertidos en "demócratas"! Un beso, querida Aída. Ahora entraré en tu excelente Blog. Luis.-