HOY HE VISTO CIGÜEÑAS QUE VOLABAN
Hoy he visto cigüeñas en el cielo
que iban al Norte, siempre frío en Verano.
Quise, al pasar, tomarlas en mi mano:
¿Me llevaréis a mí a tan alto vuelo?
Tú, no sabes volar, eres del suelo,
donde habita lo infame y poco es sano…
No puedes alcanzar ni un altozano,
ni un remanso de paz ni de consuelo.
¡Oh, blancas aves, que voláis tal alto!,
decidme al menos si allí, tanta Hermosura,
me espera tras sufrir en tierra tanto.
Decidme si a vosotras la blancura
os viene de habitar bajo del manto
de quien al hombre dio la luz más pura.
Luis Madrigal
10 comentarios:
Mi maestro siempre me pedía un soneto, nunca lo logré. Mi empirismo me dejo con la única posibilidad que tengo para manifestarme. Él se enojaba mucho conmigo, quería hacer de mí un Rubén Darío. ¡Pobre iluso! ¿Cómo poder llegar a esas alturas? Nunca lo logré. Precioso soneto como siempre.
Buenos días apreciado Luis.
Aída, tu puedes componer Sonetos y cualquier otro tipo de estrofa que te propongas. Hazme caso. Puedes, porque cuentas con lo principal. Lo demás, la musicalidad, te la irá dando tu propio sentimiento. El corazón, lo es todo. Pásalo bien. Hasta otro día. Luis.-
Ummm bonita entrada sensible, primaveral... y esperanzadora, cuando hay cigüeñas hay primavera..
besos
Da alegria ver volar a las cigüeñas,son tan majestuosas,y siempre portadoras de buenas noticias.Precioso soneto Luis,un abrazo.
Hola, Luis:
Me alegro por haber encontrado un blog tan lleno de poesía y amor.
Abrazos.
Muchas gracias, Estrella. Esperemos que pronto tengamos Primavera en Madrid, a juzgar por el precavido vuelo de estas ciguüeñas que se dirigían al Norte. Es una lástima que nosotros no podamos volar, pero sí que podemos buscar otro Norte, el que pueda explicarnos el sentido de nuestra vida. Un beso. Luis Madrigal.-
Sí, Toñi, las cigüeñas son majestuosas y vuelan a gran altura. Casi todo lo contrario del hombre, o de la mayoría de ellos. Gracias por tu visita y por tu elogio, que siempre te agradezco de todo corazón ¿Qué tel te encuentras de ánimo? Ya sabes lo que hay que hacer. Un beso, Toñi.
Querido nuevo amigo Rafael: Yo también me alegro de haberte encontrado a ti y a tu Blog, porque lo he buscado ahora mismo y aunque aún casi no he podido leer nada, me identifico totalmente con su espíritu. Te he dejado también un comentario a tu último poema. Que Dios conserve muchos años a tu madre. Tú siempres podrás saber quién es. Un abrazo. Luis Madrigal.-
Hola, Luis:
Gratamente sorprendido por tu visita he regresado para agradecerte el amable comentario y por aceptarme como uno de tus seguidores, es bueno intercambiar ideas con personas como tú.
En lo referente al poema dedicado a mi madre te confieso que pensé escribir los versos en arte mayor pero como a Ella, siendo maestra rural, le gustaba recitar las poesías de Sor Juana Inés de la Cruz, decidí dejar las estrofas con versos de arte menor y escribirlas como "Redondillas" las cuales fueron muy usadas por Sor Juana Inés.
De todas maneras, muchísimas gracias por tu constructiva sugerencia que enriquece mi humilde manera de escribir.
Abrazos.
Querido amigo Rafael. Perdona la intromisión de mi sugerencia, hecha por conducto privado. Ahora reparo en que, en realidad, la redondilla, aunque de Arte menor, no desmerece del serventesio, ni en consecuencia de la cuarteta, y no sólo la usó Sor Juana Inñés, sino también Baltasar de Alcazar. Estoy a tu entera disposición para intercambiar ideas sobre Poesía. Un abrazo, Rafael. Cuida de tu madre. Luis Madrigal.-
Creo que yo debía sentir algo parecido cuando escribí "Préstame tus ala, Viento". Ese deseo de evadirse de los dolores terrenos...de confirmar la ilusión de que allá en lo alto,en alguna parte, Algo grande y sublime nos espere.
Hermosísimo. En Extremadura tenemos muchas cigüeñas.
Saludos.
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