jueves, 19 de mayo de 2011

SE PIERDE, ALLÁ A LO LEJOS, MI PALABRA




EN EL DESIERTO VIVO

Envío mi palabra tras el viento
y con el viento vuelve y no halla nada.
En el desierto, roja llamarada
calcina sin piedad mi humilde acento.

Sin agua ni verdor, mi ser sediento
sólo silencio encuentra, y la calmada
sublime soledad, ensimismada,
no advierte de la arena el sentimiento.

Un hilo de agua fresca, en lontananza,
libra a la verde planta del abismo...
Quiere temblar, parace que bonanza

presagia bajo el cielo, que a sí mismo
ha de rasgar, lo mismo que una lanza.
Pero, se oculta... Es sólo un espejismo.



Luis Madrigal





 

2 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Quizás no nos damos cuenta y la palabra que va con el viento regresa con el viento cargada de calor.

Precioso soneto. Muy profundo.

Un fuerte abrazo.

Hasta pronto.

Pluma Roja dijo...

Bella ópera de Malher.

besos.