martes, 22 de mayo de 2012

CUANDO NO LLOVÍA



BAJÉ UN DÍA A LA PLAYA

Bajé ayer a la playa y, en su arena,
vi unas huellas que no podían ser tuyas…
¡No viniste…! Ni pude tomar tu cintura,
ni tú apoyar la cabeza sobre mi hombro,
juntas nuestras manos,
temblando  -como la luna sobre el mar-
al escuchar el cadencioso sonido de las olas…
¿Para qué quiero otras huellas, en cualquier playa,
si no son las de tus pies,
descalzos y enamorados del alfombrado sábulo?
No volveré otra vez, ni nunca…
Subiré a la Montaña,
por si, desde su soberana altura,
puedo divisar, quizá por un milagro,
tus gigantescas cumbres nevadas
y, a sus pies, entre verdes frondas azuladas,
ese espejo sobre el que la luna,
en las noches de verano,
deja caer soñolienta su rayo de plata,
mientras danzan las Hadas.


Luis Madrigal




3 comentarios:

Ángeles dijo...

Hola Luis, desconocía tu blog, he llegado desde el de una amiga, y me ha encantado tu poema de desamor, está lleno de un lirismo, que crean la belleza de los versos con un ritmo y una musicalidad que acarician el alma, por el caudal de sentimientos que expresas.

Con tu permiso, continuaré leyendo por tu espacio.

Un saludo.

Francisca Quintana Vega dijo...

Buenas tardes, señor Madrigal. Aprovecho un ratito libre para visitar algunos blog. He leído su poema...y visto la foto de la playa,donde unas huellas se han hundido profundamente,como se hunden las huellas del desamor, del miedo, de la melancolía.Pero, al fin y al cabo,lo que llamamos desamor...es amor.Para bien o para mal, y en los sentimientos no se manda. Así pues, su poema rezuma amor.
Sabe?...sean cuales quiera que sean las circunstancias, pienso que el poder sentir amor es grande. Y hay que mirar el lado bueno ¡Pobre del alma que sólo sabe amar siendo correspondida y en los buenos momentos! ¡O del que sólo da si recibe!...no, los poetas somos maestros en dar, recibamos o no. Y como analistas de los sentimientos que somos (para poder plasmarlos) debemos saber valorar siempre el lado bueno de las cosas.
Eso es lo que siempre le digo: ver el nuevo amanecer, ya es un milagro, un favor que se nos hace...algo muy grande.
Mi cordial saludo, señor Madrigal.

Martín dijo...

Hay distintas formas de amar... o seguir amando, aún en el desamor... Bellicimo poema; como siempre.
Un gran abrazo desde Cordoba!!!
...y gracias por dejarnos leerte.