lunes, 21 de septiembre de 2015

SOLO Y EN SOLEDAD


MI SOLEDAD ES EL ESPEJO


Solo  -y en soledad-  vivo soñando
que el tiempo nunca fue y sólo queda
la sombra que tejió aquella arboleda
de suspiros y luces, esperando

la luz que no se apaga y que, temblando,
mi corazón espera, entre humareda
del fuego que murió. En la vereda,
tan sola como yo, ya no hay destino.

Todos se fueron ya. El gris del cielo
en los montes cercanos su reflejo
tibio y sombrío deja caer el velo.

El verano acabó. Ahora ya es viejo.
Como mi soledad, hecha de hielo,
para verme conmigo, es el espejo.



Luis Madrigal


Las Navas del Marqués (Ávila, España)
Comuniddad Autónoma de León y Castilla

31 de Agosto de 2015

1 comentario:

Francisca Quintana Vega dijo...

Precioso soneto, como todos los suyos, D.Luís. Pero...siempre hay destino, aunque sea la hora presente, el día presente...el amanecer de mañana. Viva el día...merece la pena. Un abrazo.