jueves, 10 de febrero de 2011

CANTO DESESPERADO AL IMPOSIBLE (EPÍLOGO EN TRECE POEMAS) (VIII)




VIII



HE MUERTO SÓLO CON MI PESO

Pasan y pasan horas, pasa el día...
Eternos pasan años por entero
sin que quiera olvidarte. Y por ligero
pudiera ser el paso, la alegría

más bien será, sin ti, melancolía,
peso abatido en un solar austero,
sin recibir la luz de aquel lucero
que transpasaba ayer mi celosía.

Quiero morir tan sólo con mi peso...
Y solo, sin más aura que la nada,
seré una herida eterna en cuerpo ileso,

seré como alma en pena enamorada
que busca sin que encuentre nunca un beso
de labios que no están en mi alborada.



Luis Madrigal





En la imagen de arriba "Sísifo", de Tiziano, acompañado
de la célebre canción eslava "Los remeros del Volga"

1 comentario:

Pluma Roja dijo...

Muy triste y eternamente leal este soneto. ¡Qué amor tan grande! Felicitaciones Luis.

Un saludo cordial.