domingo, 16 de octubre de 2011

ENTRE SUEÑOS Y NUBES




BUSQUÉ QUÉ PODRÍA DARTE


 Pensaba sin saber en qué pensaba...
que, ardientemente, en ti ya no podía.
Mas  -dulce-  tu recuerdo a mí venía
y lo mismo en ti estoy que antes estaba.

Tu sonrisa, aun tan triste, recordaba
escondida en el alma... Tal quería
salir de ti y buscar... Y aún sonreía
sin saber donde hallar lo que buscaba.

Ven hacia mí  -pensé-  yo te decía,
aunque nada he de darte. No soy nada.
Te daré el corazón... ¡Más... no tenía!

Mas pronto descubrí, tras la alborada,
que un lucero, entre luces, florecía...
Y lo quise bajar hasta tu almohada.




Luis Madrigal




2 comentarios:

Francisca Quintana Vega dijo...

¡¡Vaya preciosidad de soneto!!.
Seguro que le encanta a toda persona que lo lea, porque lo merece.
La música le viene como anillo al dedo. Mi cordial saludo y que sus sonetos sigan muchos años acompañándonos.

Alicia María Abatilli dijo...

Mientras un soneto tuyo, Luis, baje a nuestras almas, no se puede pedir más, sobran las estrellas.
Un abrazo.
Alicia