LOS ÁRBOLES SE HAN HECHO HUMANOS
Muestran los árboles, bajo el cielo azul, sus esqueléticos y sarmentosos brazos, despojados de las hojas que librarán a los hombres del ardiente sol. Eso, será más tarde, cuando generosamente desplieguen y proyecten sus propias sombras sobre aceras y calzadas, para cobijo de caminantes. Ahora, se desnudan por completo, pudorosamente, libres de toda censura humana. Quieren que el mismo sol, aún tibio, acaricie al pasar los rostros, hasta hace tan sólo días protegidos tras las trincheras de las bufandas y las cubiertas de los sombreros. ¡El hombre…! Ese ser divino que a veces se hace una fiera, como alimaña dispuesta a devorar a otro hombre, ha dejado de serlo. Los árboles, no. No han dejado nunca de ser árboles. ¡Oh, esos seres tan contiguos al hombre, hecho a imagen de Dios, han tomado su puesto y se han hecho humanos!
Luis Madrigal
Charles Gounod
Margarethe (Ballet de Fausto)
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4 comentarios:
Hola
Soy de Argentina.
Precioso texto poético, acá estamos en otoño y tu obra viene a dejarnos el retrato de nuestros días.
Es un bello paisaje que invita a la inspiración, esos árboles son vida y llevan en sus entrañas mensajes de amores, nuestros amores.
Digo esto porque en mi jardín hay plantas de mi madre que tienen un enorme valor para mí.
Un beso
Me quedo por acá.
lujanfraix.blogspot.com
Pongo este sitio porque tengo muchos pero éste es el principal, en el que escribo todos los días y comparto mi vida con mis amigos.
Cariños
Que lindo texto,que alude a la eterna nobleza de los árboles, de la que la humanidad debiera tomar ejemplo.
Siento no poder atender debidamente a los blog amigos...mi trabajo ahora me requiere durante más tiempo,al menos hasta finales de mayo.A veces entro a los blog, pero no tengo tiempo de comentar.
El soneto a Alicia es precioso. Me alegra que siga escribiendo,ya sea verso o prosa...no abundan los escritores de su calidad.
Dios le guarde. Hasta pronto.Mi cordial saludo.
Excelente prosa poética, Luis. Me encanta leerte, merece la pena.
Felicidaes y besos. María
Desde mi perspectiva, árida de poesía, debo expresar que su prosa poética es prístina y elocuente, no ajena a una observación sutil.
Concluyo que, desde que el árbol se ha hecho humano, el hombre lo ha hecho una víctima más de sus homicidios.
Un cordial saludo.
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