martes, 25 de septiembre de 2012

UN TRISTE OLVIDO





SE TE OLVIDÓ UN NOMBRE


¡Se te olvidó tan sólo un triste nombre…!
Tras una coma, hubiese sido el mío
si el tiempo que nos vela, el recorrido
de su veloz huída, un breve lapso
hubiera detenido al caer la tarde…
De aquellas tardes tristes, un sola,
al ponerse la luz, ya soñolientos,
mis ojos detenidos en la llama;
mi mano, con fervor, sobre tu mano…
Las almas reposando sobre el tiempo…


Luis Madrigal



2 comentarios:

Francisca Quintana Vega dijo...

Tantas y tantas veces, los sueños se rebelan a quedar encerrados dentro de la misma pena, sin ser escuchados. Se rebelan y...¡se adueñan de la mano, de la pluma y del papel...! de ahí que muchos poemas sean tan hermosos, a pesar de estar empapados de nostalgia.
Mi cordial saludo.
Espero que siga bien de salud.

María Bote dijo...

Muy bello y lírico poema, amigo Luis. Lo he leído varias veces y encantada, porque es muy del estilo de la poesía que me gusta leer y escribir. Con ese punto lírico y nostálgico.

Si supiera tu correo electrónico, me gustaría enviarte un manojo de poemas recientemente recopilados, porque me deras tu sincera opinión que valoro mucho, por saber de tu buen hacer y entender de poesía.
Si no tienes inconveniente, claro está.

Besos. María