sábado, 15 de julio de 2023

ANTE LAS ELECCIONES PARLAMENTARIAS EN ESPAÑA

 



LOS CATÓLICOS, DEBEN VOTAR EN CONCIENCIA

 

La conciencia, es la participación de la razón humana en la Ley. Pero, existen, aparte las físicas, hasta tres órdenes de leyes: La ley positiva  -que es la que hacen los hombres en las cámaras parlamentarias-  la ley moral  -  que es la establecida por la ética como conducta a seguir en relación con los actos humanos, voluntarios y libres- y finalmente la ley eterna, que es la impresa en todo ser humano para la ordenación de todo lo que existe en la naturaleza, y en ella están comprendidas tanto las leyes naturales como las morales. Y hasta las científicas.

         Por ello, una conciencia, rectamente formada, y cierta, es la participación de la razón en la ley eterna.

         Al margen de todo principio conceptualista de biblioteca, yo estoy sinceramente convencido, situándonos en la perspectiva de las inmediatas elecciones legislativas, o parlamentarias, en España, de que lo peor de lo peor, lo más cruelmente corrosivo y aniquilador para la sociedad y el bien común, es el marxismo-leninismo, llamado también comunismo, “comunismo científico” o simplemente “socialismo”. Lo acredita por sí mismo el hecho, calculado con muy estrecho margen de error, de haber asesinado a unos 120 millones de seres humanos. Se puede conocer también el nombre de los principales asesinos e instigadores de todos sus crímenes, más o menos por orden cronológico: Vladimir Illich Ulianov ("Lenin"); su sanguinario sucesor, Josip Vissiarónovih Dzuygashvili ("Stalin), sin olvidarnos, y esto ya mucho más recientemente, de Mao Tse Tung; Ho Chi Ming; Pol Pot. Y de Fidel Castro, Daniel Ortega o Nicolás Maduro.

         En España dejó los más tristes recuerdos de su criminal proceder cuando el Frente Popular, asesinó a 13 Obispos; 4.184 sacerdotes seculares; 2.635 religiosos (frailes); 296 religiosas (monjas), aparte de incendiar 150 templos, demoler otros 1.850 y dañar 4.850, lo que totaliza 6.850 edificios religiosos destruidos.

Causa indignación y vergüenza ajena, en la actualidad, contemplar estos nuevos grupos en España, de rapazuelas y rapazacos, con evidentes síntomas objetivos de ignorancia supina, manifestando, más o menos expresamente, su condición de comunistas. ¿Cómo es posible? ¿Acaso aún no se han enterado de lo que fue y es el comunismo? ¿No saben leer? ¿No les da vergüenza? ¿Acaso no es manifiesta la sorpresa universal de que, al revés de lo que se hizo en Nüremberg con el nacional-socialismo de Hitler, aún no se hayan creado unos Tribunales Internacionales para juzgar y condenar el comunismo?

         Ante este panorama, no cabe plantearse la cuestión, el próximo y ya inmediato 23 de Julio, de si el voto "útil" o el voto "moral". Sincera y humildemente pienso que ninguno de los dos:

         El llamado voto útil, al final, termina siendo aplastado por el puro juego estadístico y desaparece en las elecciones siguientes. Porque, ante quien carece de moral  -de ética-  las "utilidades" pueden variar en un segundo. Y es preciso la insistencia y la constancia.

Y el voto moral, aparentemente deja satisfecha la falsa conciencia cuando se vota a favor de postulados relativistas en el propio orden moral, por no decir cuando se emite en función de principios en los que los bienes materiales prevalecen sobre los espirituales. O se encuentra sazonado por la añoranza del recuerdo.

Lo verdaderamente ético es votar en conciencia, de conformidad con lo que percibe la razón en conexión con la ley eterna, anteponiendo los bienes absolutos a los relativos; buscando el bien de todos y no sólo el de unos pocos; el bien común, la dignidad personal, la decencia, el decoro, y la misericordia y compasión hacia los más débiles. Aunque, después, aquellos a quienes se entrega este tipo de voto, por infinidad de circunstancias concurrentes no cumplan, o no puedan cumplir con lo prometido. Pero, en cualquier caso, este tipo de voto deja interiormente la impronta del bien y de la razón pura y la sensación de justicia en la conciencia recta del elector que lo deposita en la urna.

Lo que en ningún caso debe suceder, ni por parte de los católicos votantes ni de ninguna otra persona de buena voluntad, es votar a esa lacra venenosa del comunismo, en ninguna de sus variantes organizativas, enemigas de Dios, y que tienen el ateísmo como base de su régimen, disponiendo de toda la maquinaria oficial para combatir la libertad religiosa. Tampoco a este nuevo PSOE de corte marxista, que nuevamente con su indispensable cooperación ha tratado y trataría de llevar otra vez a España a la ruina, material y moral. Ellos  -los marxistas sanguinarios- lo supieron también a su tiempo y, desde entonces, vienen tratando de “disfrazarse” de lo que no son, conviniendo en que no podrían concurrir a elección alguna, en el mundo occidental, con las manos llenas de sangre.

Así, pese a ser dos años más joven que Antonio Gramsci, fue Palmiro Togliatti quien, ya en 1956, a raíz de la invasión armada de Hungría por la entonces URSS, se vio obligado a justificar la necesidad de un policentrismo intercomunista, de tres grandes núcleos: El primero es el soviético, modelo de la doctrina marxista y del programa leninista de acción. Esto es, el tiro en la nuca al disidente y a veces hasta el propio correligionario, así como del expansionismo totalitario. El segundo es el sistema comunista chino, que niega la doctrina marxista, aunque no tanto el expansionismo y la metralleta, y aunque si Togliatti viviera ahora, no sabría explicar que China se encuentre disputando a los EE.UU. el primer lugar en el orden capitalista mundial. Por último, el eurocomunismo, que aspiraba a ser implantado en Occidente y representado fundamentalmente por los partidos comunistas de Italia, Francia y España. En tal sentido se celebra la famosa reunión, en 1977, entre Enrico Berlinguer, Georges Marchais y Santiago Carrillo. Y es, a partir de entonces, promulgada ya la vigente Constitución Española de 1978, cuando “la fiera” se convierte en un manso y cariñoso cordero, adoptando de pleno la doctrina Gramsci, pese a lo cual su fracaso es total. El Partido Comunista de España, si no me equivoco, termina convirtiéndose en “Izquierda Unida” y de ahí , progresivamente, a las diversas “taifas”, con la pretensión de “humanizar” el totalitarismo marxista, alguna de las cuales han terminado por prestar el imprescindible apoyo para su sostenimiento al actual gobierno social-comunista, cuyo impresentable Presidente ha disuelto malintencionadamente las cámaras y convocado las Elecciones generales en un día absolutamente inapropiado para poder emitir el voto libre.

Hay dos principios prístinamente democráticos:

El primero consiste, en la absoluta licitud y hasta procedencia de poder declarar el voto que cada persona piensa emitir o ha emitido. Y esto es así porque, pese a que el voto es legalmente secreto, tal condición constituye un derecho del votante y, por principio general, “los derechos son renunciables”. Por tanto, al amparo de tal principio y norma, yo  -este insignificante peatón- renuncio a mi derecho. Y, en tal sentido, expreso públicamente mi firme intención de votar a VOX, un partido insultado por los marxistas y tildado de “ultraderechista”, pero tan lícito y democrático como cualquier otro de los que concurren a las elecciones.

El segundo principio, acaso mucho más importante que el primero, es el de pedir, solicitar, su voto en favor de un determinado partido, a todos los demás compatriotas, co-electores, con la única finalidad de encontrar lo mejor para todos. También quiero hacer uso de este derecho, ejercido sin interés ni violencia algunos, lo que sería delito: Os ruego a todos, queridos compatriotas, y muy especialmente a mis hermanos en la Fe de Cristo, los católicos españoles, que votéis a VOX. Las razones, en mi estimación personal, son de un triple orden:

1.En primer lugar, la Defensa radical y contundente de la Vida humana, con derogación de todas las normas jurídicas que permitan el aborto y la eutanasia.

2.En segundo término, la Unidad, territorial y política de España.

3.Por último la derogación y persecución radical como delitos contra el orden público, en la medida que transciendan la intimidad personal, de esa repugnante aglomeración de letras, enunciada como LGTTBI, que incluso he podido saber permanece abierta a otras posible fórmulas anti-naturales. De ser así, y antes de que se produzca la victoria electoral, o si por desgracia no se produce, me permitiría, ya metidos en el negro vacío del absurdo degradante, proponer una última letra, la letra “F” (De fornicadores), con el único fin de que los indios andinos, no puedan quedarse fuera de juego. Estos indios, de entre sus manadas de llamas, eligen una, la más esbelta y hermosa; la limpian, la lavan, la perfuman, y la llenan de adornos. Naturalmente, queda automáticamente excluida de todo tipo de duro trabajo al que se somete a las demás llamas de la manada. Por las noches, el indio, cohabita sexualmente con ella. Esto es, fornica. Y debe tenerse en cuenta que, en lengua hebrea, “fornicar”, no es otra cosa sino el trato sexual con animales.

Así, pues, por si acaso, no olviden añadir tal letra a su contubernio filológico.  En lo sucesivo, llámenle LGTTBI…F, para mayor rigor.

 

Luis Madrigal Tascón    


miércoles, 28 de junio de 2023

EL SENTIMIENTO DE LA FE

EN EL TIEMPO DIVINO




A mi buen amigo, el filósofo judeo-cristiano Antonio Escudero Ríos


Dios es eterno y, por tanto, se encuentra fuera del tiempo, ese misterio que nadie puede saber lo que es ni nadie puede explicar racional ni científicamente. Naturalmente, me refiero al tiempo filosófico, no al tiempo físico. Pero, aún así, dentro de ello, y sobre todo en relación con el tiempo humano, con los momentos que cruza cada persona, a lo largo de su vida, también cabe hablar de un tiempo divino. El tiempo, o el momento, en el que Dios parece hacerse presente en el hombre y atender solícita y amorosamente las necesidades más íntimas de su espíritu.

A ello se refiere, sin duda, el Profeta Habacuc, uno de los Doce menores del Antiguo Testamento, en el Texto bíblico 2:3 de su Libro. Pueden coexistir armónicamente, en el orden semántico, varias traducciones de este mismo texto al castellano. Y puede también que la más rigurosa y científica sea la que acoge la "Nueva Biblia de Jerusalén", de reconocido prestigio y rigor entre los especialistas: "Porque tiene su fecha la visión, aspira a la meta y no defrauda; si se atrasa, espérala, pues vendrá ciertamente, sin retraso" (página 1374 de la Biblia de Jerusalén. Desclée De Brouwer. Bilbao 1998). Sin embargo, hoy, elijo  la que ofrece mi buen amigo y maestro, Don Antonio Escudero Ríos en la última entrada de su Blog de Internet: "Las cosas que planeo no ocurrirán tan pronto, pero con toda seguridad ocurrirán. Aunque pienses que se demoran en cumplirse, no te desesperes. ¡Todo acontecerá en el día que he señalado!

En esencia, ambas traducciones coinciden exactamente y viene a proclamar la misma realidad, en una interpretación espiritualmente libre. Dios tiene su propio tiempo para actuar, aunque nosotros de manera inconsciente pretendamos que Él se mueva a nuestro mismo paso y en nuestro mismo tiempo. Y por ello, es esencial tener en cuenta que lo que para nosotros es tarde, para Dios aún es pronto, o no ha llegado el momento.

Aplicada esta interpretación a la petición de la Fe por medio de la oración, la profecía de Habacuc no puede resultar más contundente y esperanzadora. Ya San Juan Pablo II, en la larga entrevista que concedió al periodista italiano Vittorio Messori y que editorialmente éste editó bajo el título "Cruzando el umbral de la Esperanza", respondió luminosamente a la cuestión de la Fe, y de un modo literal: "Jesús quiere despertar en los hombres la fe, desea que respondan a la palabra del Padre, pero lo quiere respetando siempre la dignidad del hombre, porque en la búsqueda misma de la fe está ya presente una forma de fe, una forma implícita, y por eso queda ya cumplida la condición necesaria para la salvación." ¡Que maravilloso consuelo que actúa, a la vez, como clavo ardiente al que aferrarse en los angustiosos momentos de la duda, soberbia y racionalista!

Y si ya el mero hecho de buscar a Dios, constituye una forma de Fe, cuánto más habrá de serlo ponerse humildemente de rodillas suplicando el don de la Fe. Porque la Fe, aunque San Pablo diga que "entra por el oído"  -lo cual es efectivamente cierto-  fundamentalmente es un don de Dios, que Él otorga a quien quiere y cuando quiere, según acostumbra decirse sopla su Espíritu. ¡Y cuánta razón, al efecto, tenía Antonio Machado, cuando escribió aquellos Tres Cantares enviados a Unamuno en 1913!:

I

Señor, me cansa la vida,
tengo la garganta ronca
de gritar sobre los mares,
la voz de la mar me asorda.
Señor, me cansa la vida
y el universo me ahoga.
Señor, me dejaste solo,
solo, con el mar a solas.

II

O tú y yo jugando estamos
al escondite, Señor,
o la voz con que te llamo
es tu voz.

III

Por todas partes te busco
sin encontrarte jamás,
y en todas partes te encuentro
sólo por irte a buscar.

Antonio Machado


¡Sólamente por el hecho de buscar a Dios, puede encontrársele ya! La oración sincera pidiendo la Fe, sin duda ha de producir el incremento de la ya "implícita", como afirmaba San Juan Pablo II, aunque, pienso yo, más que el incremento de la Fe  -fuera la que fuere la intensidad de la que se tiene, poca o mucha-  lo que el ser humano necesita como el beber  es el sentimiento interior de la Fe, base y fundamento de las otras dos virtudes teologales, la Esperanza e incluso la misma Caridad. ¿Porque cómo podré esperar, e incluso amar, si no siento que creo...?

Ese "sentimiento", llegará a su tiempo, el tiempo de Dios, no en el de nuestro humano tiempo.

Luis Madrigal


jueves, 20 de abril de 2023

CON FE Y CON ESPERANZA

 DESDE LA TIERRA AGRIETADA,

OCRE Y RESECA




Vierte lento sus lágrimas el Cielo

sobre la Tierra, sin furor ni prisa.

Acoge el suelo, con cálida sonrisa,

la vida que recibe, cual anhelo.


Mil días esperando el suave vuelo...

Mil días sollozando, tan sumisa,

por la lluvia, que se hizo tan remisa,

entre clamores en busca de consuelo.


¡Alegraos con fe y con alegría

-Ciprés de Silos, Olmo del Duero-

prados y campos de España¡. A porfía,


con vuestras hojas, al fondo del estero,

cantad que, entre sus fangos, manaría

nuevo cauce de agua verdadero


Luis Madrigal




sábado, 1 de abril de 2023

NUEVA SEMANA SANTA

EN TORNO DE LA LUZ 




Vuela a su aire  el giro de la Tierra

alrededor del Sol que nos alumbra;

vuela la Luna, luz siempre en penumbra

que, cuando es plena, pese a tal, tal yerra.

 

Tras los montes lejanos de la Sierra,

entre sombras abiertas por la tundra,

donde la Montaña más se encumbra

y la Verdad más alta allí se encierra,

 

la luz se transfigura y se hace nieve

para siempre testigo del Tabor.

Que el cielo de cristal al Cielo eleve,

 

para siempre luminoso resplandor

en la Tierra dormida en la que llueve

de todos los amores el Amor.

 

Luis Madrigal

 

 https://youtu.be/AFpSJ2ozB2Q 


lunes, 16 de enero de 2023

UTOPÍA AMOROSA


 

En un lugar que el tiempo no madura

ni pinta de amarillo sus otoños,

quiero yo hacer un disparo al viento.

Bala de plata, aguja de zafiro.

que al impactar no explote,

ni a nadie hiera su chasquido.

Quiero ahogar con manos propias

cuello de cisne mientras canta,

sin que sus notas sientan la muerte.

Quiero besar manos que odio

y abrazar con amor lo que maldigo,

sembrando para siempre la Esperanza

de un mundo que no fue...

sino al Principio.


Luis Madrigal


Madrid, Lunes 16 de Enero de 2023

A todos los que luchan por permanecer en este mundo




jueves, 8 de septiembre de 2022

LOS PROFETAS

 


Todavía hay gente buena. No sé cuánta. Pero la hay. Juan, un peruano que vive en Madrid, es una de esas personas que simplemente hacen lo que deben y no lo que pueden sin correr el más mínimo riesgo. Hoy mismo, en un acto de indudable negligencia personal por mí parte, que tampoco puedo decir a qué pudo deberse, perdí mi teléfono móvil en el Parque de Atenas de Madrid. Buen sitio para perder cualquier cosa, en recuerdo de la gloriosa Ciudad-Estado, y de la Reina de España, Doña Sofía Margarita Victoria de Scheleswig-Holstein y Sonderburg-Glucksbur, en cuyo honor fue diseñado y construido, en el llamado antiguamente "Campo de la Tela", el mencionado Parque, en el año 1971, cuando, además de Princesa de Grecia y Dinamarca, Doña Sofía lo era ya también de España.

Pero no es lo importante, en esta ocasión, la grandeza real y los transcendentales servicios prestados a España por Doña Sofía, ni la sonoridad de sus apellidos familiares anglo-germánicos. En España, se le ha llamado siempre "Sofía de Grecia", para el más fácil recuerdo de los españoles, que bien nos acordamos de ella, y más en estos momentos.

Lo que me parece, desgraciadamente extraño, es la honradez de Juan, el peruano, que encontró en el suelo mi teléfono móvil y que respondió a la llamado desde otro, el de mi buen amigo Alberto. Les llamaré a ambos, desde hoy mismo, los Profetas Alberto y Juan. Porque los profetas no son los que adivinan, o dicen adivinar el futuro. De eso se encargaban en la Antigüedad clásica las pitonisas y en estos últimos tiempos algunos estrambóticos sujetos generalmente conocidos. Ellos, los verdaderos profetas  -de conformidad con el infinitivo griego profenomai-  son el testimonio vivo de Dios y de su infinita misericordia.


Luis Madrigal


Arriba, la fotografía del Parque de Atenas, en Madrid



jueves, 7 de julio de 2022

CORPUS CHRISTI

 


El Cuerpo de Cristo, en la Eucaristía, es el signo contundente, fruto de su libre voluntad, humana y divina, de permanecer junto a los hombres, no sólo hasta el fin de los tiempos sino hasta la consumación de la Historia. Y esto no es ninguna leyenda de las muchas que circulan por ahí. Tampoco es, con serlo, una firme creencia, si no la más estricta veracidad histórica de sus propias palabras, si ha de considerarse la Biblia, la Sagrada Escritura, como un conjunto de testimonios rigurosamente históricos. Y así ha de ser, salvo negación científica con argumentos del mismo carácter. Nunca, en situación o momento algunos, con razonamientos o expresiones tabernarias, o con posiciones deliberada y gratuitamente elaboradas en contra por los enemigos tradicionales de la Fe, universalmente conocidos.

Por contra la historicidad de la Sagrada Escritura, en concreto la de los Evangelios y la de Jesús de Nazaret, se encuentra fuera de toda duda, como la de Gengis Kan o la de Carlos I de España y V de Alemania, der Greif Kaiser. Con las mismas limitaciones y si se quiere desviaciones, interpretaciones o dudas.

Y, en este sentido es preciso recordar que en los tres evangelios llamados sinópticos, los de Mateo, Marcos y Lucas, que, desde el gran biblista alemán Johann Jakob Griesbach, en su libro Synopsis, se presentan en columnas paralelas, para su comparación, y más o menos con las mismas palabras, se narra el episodio de la institución de la Eucaristía.

Desde luego llama poderosamente mi atención el "Tomad y comed, este es mi cuerpo..." (San Mateo, 26: 26 y 27), pero más aún Lucas (22: 19): "Haced esto en recuerdo mío". Porque... "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mateo, 28: 20)


Luis Madrigal