lunes, 25 de febrero de 2013

EN LOS DÍAS MÁS NEGROS... (I)





ESTOY AQUÍ, SEÑOR

Estoy aquí, Señor, en la espesura
de selva tan poblada de reptiles,
de oscuridad y riesgos  -aún por miles-
pero tu luz alumbra mi angostura.

No podrán, frente a mí, aplicar tortura
ni anidarán mi alma instintos viles,
aun cuando las pasiones más serviles
se ciernen sobre hora tan oscura.

¿Aún no saben que no pueden pararme,
tan sólo con cargarme de cadenas,
aunque sí  -de querer-  puedan matarme?

No basta, a tal, su corazón de hienas,
ni su perverso afán de vaciarme,
porque, Señor, mis manos están llenas.


Luis Madrigal



Penal Socialista (PSOE), de Las Caracolas, 5 de Junio de 1995
A mi amigo y vecino de celda, Mario Alberto Schoendorff