martes, 19 de enero de 2010

ESCENAS DE INVIERNO (IV)


LLUVIA TRAS LA NIEVE

Golpeaba la lluvia los cristales
aún teñidos de nieve, blanca y pura;
latía en cada gota su frescura
al barrer los oscuros ventanales.

¿Dónde habré ir, que pueda curar males
-preguntaba la lluvia, en su andadura-
y el Cielo respondía con dulzura:
No corras mucho, ayuda a los mortales

a conservar su casa y su alegría;
sus prados y cultivos... Y la lumbre
que el abuelo encendió, día tras día.

Nunca caigas en tromba, por costumbre
de arrasar lo que vive todavía,
ni saltes con terror desde una cumbre.


Luis Madrigal


12 de Enero de 2010