SI NO TIEMBLA
YA LA LUNA
Si el mar te dice que la blanca luna
no tiembla ya al morir sobre sus olas,
ni mi aliento en tu playa caracolas
puede alcanzar, ni yo la gran fortuna
de, entre ellas, encontrar la cuna
en la que nace el sol sobre amapolas,
para cambiar mis muchas horas, solas,
por una que sonría… Al menos, una...
Entonces, ya acabó todo mi empeño
en escalar mi suerte hasta una nube
que, blanca, allá a lo lejos es un sueño
del que nunca despierto, y nunca tuve,
para dormir, ya muerto, sobre un leño
en que muere el calor que siempre hube.
Luis Madrigal