miércoles, 15 de abril de 2009

REALIDAD HISTÓRICA, NO MITO


La Resurrección del Señor es una verdad histórica, dice el Papa


VATICANO, 15 Abr. 09 / 08:48 am (ACI)


Hablando ante más de 30.000 personas reunidas en
la Plaza de San Pedro para la audiencia general de los miércoles, el Papa Benedicto XVI dedicó la catequesis a la alegría del tiempo pascual que “ningún sufrimiento o pena pueden borrar” y subrayó, contradiciendo algunas escuelas de interpretación bíblica, que la Resurrección del Señor, es un hecho histórico auténtico, y no un mito.

El Santo Padre, recordó que "la novedad sorprendente de la Resurrección es tan importante que la Iglesia no deja de proclamarla, prolongando su recuerdo, especialmente el Domingo, que es el día del Señor y la Pascua semanal del pueblo de Dios". Seguidamente, dijo: "Para nuestra fe y nuestro testimonio cristiano es fundamental proclamar la Resurrección de Jesús, como un hecho real, histórico y atestiguado por muchos testigos acreditados. Lo afirmamos resueltamente porque, también en nuestra época, no faltan los que intentan negar su historicidad, limitando el relato evangélico a un mito".

Benedicto XVI, explicó que ciertamente la Resurrección no fue para Jesús un simple regreso a su precedente vida terrenal, sino "el paso a una dimensión de vida profundamente nueva", que "implica a toda la familia humana, a la historia y al universo".
Este evento, prosiguió el Papa, "cambió la vida de los testigos oculares" y "a lo largo de los siglos generaciones enteras de hombres y mujeres lo acogieron con fe y lo testimoniaron incluso con el martirio".

Por ello, proclamamos con San Agustín que: "La Resurrección de Cristo es nuestra esperanza y nuestro futuro", que "ilumina nuestra peregrinación terrenal y el enigma del dolor y de la muerte". Añadió el Papa que "la fe en Cristo crucificado y resucitado es el corazón de todo el mensaje evangélico", porque "en el misterio pascual se cumplen las palabras de la Escritura", y porque "en la Pascua, Dios se revela a si mismo y la potencia del amor trinitario que aniquila las fuerzas destructoras del mal y de la muerte", concluyó el Santo Padre.

Qué gran alegría he podido experimentar yo, personalmente, al seguir estas palabras del Papa, porque, verdaderamente, ellas me confirman en la fe, conforman mi esperanza y ahuyentan, no ya la duda sino toda pasión o tendencia hacia la nada... Puede verse mi modesto artículo "Esta Noche, es la Vigilia de Pascua", en la entrada del padado día 11 de Abril, en este mismo Blog. Tengo en estos momentos la jubilosa impresión de que, sin ser yo nada ni nadie, mis pobres ideas vienen a coincidir, más o menos, con las palabras del Papa. Y, del mismo modo que,
la Resurrección no fue para Jesús un simple regreso a su precedente vida terrenal, sino "el paso a una dimensión de vida profundamente nueva", como literalmente ha dicho hoy mismo el Papa, también para mí, en esa profundidad nueva de vida, en nada precisaré de mi maltrecho cuerpo. Creo yo, o eso me ha parecido. Luis Madrigal.-


Arriba, "La Resurrección de Cristo", de Pedro Pablo Rubens (1612)