miércoles, 22 de diciembre de 2010

CANTO DESESPERADO AL IMPOSIBLE (IX)




TE VEO, AUNQUE NO ME MIRES


Imagino en mi sueño tu mirada,
que entre las frondas busca el horizonte
donde el cielo reposa sobre el monte,
haciendo de la altura tu morada.

Sube y sube mi alma enamorada
hasta las altas cumbres y, en remonte,
sobrevuela las nieves del bifronte
gigante en que se alberga la nevada.

Mas, soy el bajo suelo y no me miras,
ni mis anhelos llegan al andino
seno donde los faunos, con sus liras,

te cantan y te ofrendan el camino
de un paraíso libre ya de iras,
donde tu humano ser se hace divino.



Luis Madrigal