sábado, 31 de mayo de 2008

HOY, TERMINA MAYO

Y, necesariamente, tiene que terminar con un canto a la Madre común y universal de todos los hombres, de todas las latitudes, de todas las razas, de todos los colores... Y tiene que terminar este dulce mes pidiéndole a Ella lo que todo hijo puede y debe pedir a toda madre:


TUS LABIOS MATERNALES, EN MI FRENTE

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¡Inmensa como el mar eres, María!,
que, de tu manto azul, su manto toma;
la nieve tu color, la flor tu aroma.
De tu fulgor, el sol, la luz del día.

Si de mis horas eres alegría,
cuando a mi corazón la pena asoma,
no me dejes si mi alma se desploma...
¡Guárdame entre tus brazos, Madre mía!

Si eres Madre, en regazo tan doliente,
del que siendo divino se hizo Hermano
y en tus brazos estuvo un día yacente,

pon tu mano también sobre mi mano;
tus labios maternales en mi frente,
que he de ver al Amor y... soy humano.



Alphonso CARBAJAL

AVE MARÍA
(Charles Gounod)

Kathleen Battle
Christopher Parkening



viernes, 30 de mayo de 2008

EL CORAZÓN, ES EL SÍMBOLO DEL AMOR


Hoy, 30 de Mayo, es Viernes y la Octava del Corpus. Por ello, celebra la Iglesia Católica este año, pese a encontrarnos en Mayo y no en Junio, la festividad del Sagrado Corazón de Jesús. Celebración antiquísima, mucho antes incluso de que, en 1647, naciese, en la aldea de Lautecour, Diócesis de Autun (Francia) Santa Margarita María de Alacoque -recipiente vivo de sus revelaciones y promesas- sino desde los primeros tiempos del cristianismo, asociada a la llaga del costado de Cristo. Entre nosostros, los occidentales, el corazón se ha tomado siempre como símbolo del amor, pese a que los antiguos egipcios situasen tal sentimiento, y todos los demás, en esa "cloaca" que es el hígado. Todos quienes han leído "Sinué el egipcio", lo saben muy bien, y esto es rigurosamente histórico y cierto, porque para eso su autor, el finlandés Mika Waltari, si bien escribió el libro en tan sólo un año, hubo de emplear diez en investigar rigurosamente los usos y costumbres de aquel mundo -egipcios, babilonios e hititas- en el siglo XX A.C. Pero, entre nosotros, el símbolo del amor es el corazón, aunque, por radicar o estar representados en él todos los sentimientos, también pueda ser sede del odio, la ira, la soberbia, el desprecio o la envidia, que son todo lo contrario. Y Dios, no es ese ojo circunscrito en un triángulo, ni tampoco un viejecito de barba blanca. Dios, es Amor. Única y exclusivamente eso. Por ello su Corazón tiene que ser y es tan grande. Y por eso, todo hombre, aunque se resista a ello, e incluso el más malvado de los hombres, es conducido, arrastrado -en una especie de gravitación universal- hacia el amor a todos los demás hombres, y quizá más aún a los más repulsivos y canallescos, de mente o de espíritu. Y la razón, la única causa de tan extraña e incomprensible ley gravitatoria (incomprensible racionalmente) es la de que Dios ama a todo hombre, por ser únicamente eso, Amor. Dice San Juan, y lo dice precisamente en la liturgia de hoy, que "a Dios nadie lo ha visto". Y por ello, "si alguien dice amar a Dios, a quien no ve, sin amar a su hermano a quien ve, miente". Es un mentiroso vital, comete la peor y más grave de las mentiras. Que Él nos libre a todos, de esa mentira tan escalofriante. Para ello, la única solución posible es la del abandonarse a su Amor. Luis Madrigal.-

Arriba, imágen del Monumento al Sagrado Corazón, en el Cerro de los Ángeles, punto geográfico que marca exactamente el centro de la Península Ibérica.




OTRA VEZ LA ARGENTINA...


¡Cuanto lo siento, por mi parte...! Quizá hasta es posible que, entre ya 40 millones de españoles, sea yo el único que lo sienta. Pero, no consigo arrancar de mi memoria aquella ayuda transcendental que la Argentina prestó tan desinteresadamente a España... Cuando en los años 40-50, los de mi niñez y primera juventud, España necesitaba trigo, leche, carne... La carne venía congelada, pero todo ello venía de la República Argentina. Eso sin contar otras ayudas, quizá más importantes, no a un régimen político, sino a un pueblo, del que la Argentina se declaró publicamente hermana, cuando casi todos los demás lo dejaron en el más radical abandono. Y ahora, cada día me llegan nuevas noticias de allí, por unos u otros conductos, casi siempre malas y desagradables noticias. Ayer mismo, he leído la última crónica, la más actualizada, que el corresponsal del diario "El Mundo" en Buenos Aires, Juan Ignacio Irigaray, nos enviaba desde la misma capital argentina. Ya van 77 jornadas de tenso enfrentaniento entre los agricultores y el Gobierno de Doña Cristina Fernández de Kirchner. El propio comentariasta se hace eco del rumor generalizado allí de que es él, Nestor Kirchner, esposo de la formalmente primera mandataria, el que actúa como virtual presidente en la sombra, acusando a los líderes de los trabajadores del campo de ser unos "golpistas". Esa acusación siempre es muy socorrida, desde luego y sería terrible además, en este caso, que el Sr. Kirchner, hubiese cometido la estafa de interponer a su esposa para seguir gobernando por sí mismo, como algunos ya suponían antes de la elección. ¡Quién sabe!. Yo no puedo tomar partido, desde aquí, por ninguna opinión o interpretación posible de los hechos, y no ya tan sólo por ser un pobre diablo. Nadie puede ingerirse en los asuntos internos de un país soberano, ni siquiera otro Estado, por muy próximo que se sienta. Pero lo que tampoco nadie me puede quitar a mi es el sincero pesar por la situación de angustia, inquietud y dolor de todo un pueblo al que, desde siempre, he querido fraternal y muy sinceramente. Su "guerra del campo", sus reiteradas jornadas de huelga, desabastecimiento y corte de carreteras; su inseguridad en las casas, protegidas las ventanas con rejas, que sólo algún pájaro amigo se atreve a visitar... Después de 36 días a los que se extendieron las dos huelgas que desembocaron en unas ineficaces negociaciones entre los agricultores y el Gobierno, ahora se nos anuncia una tercera huelga agrícola que puede bloquear al Gobierno de Doña Cristina Fernández de Kirchner, pero también nada menos que dejar a la Argentina sin comercio de cereales y, sobre todo, sin carne, cuando los argentinos están acostumbrados a comer 74 kilos de carne de vacuno por persona al año. ¿Será posible? ¿Y será posible que España nada pueda hacer tampoco, dentro de sus posibilidades, las que sean, por aquel gran pueblo hermano, al que tanto debemos los españoles de mi generación? ¿Ninguna institución? ¿Tampoco el Estado?. Ya no están entre nosotros Don Claudio Sánchez Albornoz, o Don Luis Jiménez de Asúa, que sin duda hubiesen alzado su voz en favor de quienes con ellos mismos fueron tan buenos. Pero, yo, desgraciadamente, no soy como ellos, ni tampoco soy "el Estado español"... Sólo soy un español. Pero os digo a todos, hermanos argentinos, y muy en especial a mis dos amigas en aquel querido país, Claudia Doctorovich y Alicia María Abatilli: Comparto en el espíritu vuestros sentimientos, vuestra angustia y dolor, y os envío un abrazo fraternal y sincero. Luis Madrigal.-

jueves, 29 de mayo de 2008

SE ACABÓ EL MAL TRAGO... ¡HAY AGUA!


Si ayer mi buen amigo, el desdichado e ignorado poeta Alphonso Carbajal, se lamentaba en la entrada inmediata anterior de este mismo Blog, del color gris del cielo de Madrid, de España entera, y ya durante tantos días, hoy debemos saludar y acoger todos con alegría el titular del diario "El Mundo", en el que proclama literalmente: "Se acabó el mal trago de los pantanos". En España, se llama "pantanos" -yo creo que con imprecisión e indebidamente- a los embalses. Lo que ya no se recuerda es que casi todos, o todos, fueron construidos bajo la dictadura de aquel General de El Ferrol... del Caudillo, llamado Francisco Franco, que inspiró canciones "ratoneras" acerca de la cuestión, y fue llamado al mismo tiempo, por tal motivo, entre otras muchas cosas, "Paco el rana". Los más viejos, como yo, recordarán sin duda aquella bellísima y culta tonadilla, propia del talento de tanto artista como ya entonces había -y ahora muchos más- en España: "Paco el rana, con sus nietas de la mano, inaugura los pantanos... y en la pesca del salmón, Paco el rana es campeón..." Aún sobrevive el término. El de “pantano”. Lo que no ha “revivido” o “nacido”, son nuevas obras de tal carácter, pese a que se hayan efectuado otras mucho menos vitales, tras un Campeonato Mundial de Futbol, en 1982, y unos Juegos Olímpicos, diez años más tarde. Desde luego, he de reconocer que, en mi opinión, casi lo único bueno de "la democracia", es que yo pueda ahora mismo escribir esto, tal y como literalmente acabo de escribirlo, llamando "Paco el rana", nada menos que a "Su Excelencia El Jefe del Estado, Generalísimo Franco". Eso es verdad, lo reconozco, y hay que decirlo abiertamente. En la época de Don Paco, aquel "glorioso e invicto Caudillo", hubiese terminado en una negra mazmorra, y muy posiblemente apaleado, o defenestrado, pese a que aquel caudillo, además de inquebrantables lealtades, hasta inspiró -a don F.J. Conde y a don Torcuato Fernández-Miranda y Hevia- uno de los tres sistemas de legitimación del poder político, para que éste pueda constituirse en autoridad (el "caudillaje carismático"), junto a los que ya habían sido inventados, la sucesión dinástica, característico de las monarquías y la elección popular, propio de las repúblicas. Con sus matizaciones, naturalmente. Pero, a lo que vamos. Yo no sé, que sería ahora mismo de España, en lo que se refiere al agua, tan vital para todos y para todo, si "Paco el rana" no hubiese inaugurado, y previamente hecho construir, todos los pantanos que desde él, y creo que únicamente desde él, existen en España. Haría ya muchos años -supongo que exactamente 33- que nos habríamos muerto de sed, o posiblemente de la peste, la lepra, el tifus, la malaria o la disentería, por no decir, lisa y llanamente, de la "mierda" más pura, exquisita y democráticamente elegida. Así, tan sólo nos hemos muerto de "la democracia", de esta democracia de los imbéciles, en cuanto al poder político se refiere, que, a la larga, también puede matarnos a todos, esta vez de asco, aburrimiento condensado y reconcentrado mal gusto, con el alto riesgo, en todo caso, de que muy probablemente pueda matarnos simplemente de hambre. Yo, ya lo he dicho alguna vez aquí mismo (que seguramente es como no decirlo en ninguna parte) no soy "demócrata" (ya que el sistema permite estas cosas), sino aristócrata, desde luego sin haber nacido siendo hijo de ningún Conde, pero puedo garantizar que no soy ningún "añorante del pasado". Sin embargo, en lo que respecta a "los pantanos", tengo que decir, como también he oído a muchos españoles, "¡Viva Franco, Arriba España!". Sólamente le faltó a aquel dictador (aunque las dictaduras nunca pueden ser intrínsecamente buenas), haber construido "pantanos sub-terráneos", con una red también bajo suelo de canalizaciones de agua. He oído decir muchas veces a algún Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos (todo eso y más), con los que conviví más de treinta años, que eso hubiera sido más barato que lo que se hizo, construir los pantanos "hacia arriba", para que al agua, simplemente, no se escapara entre las montañas. Lo que se hizo, nos salvó de la sed y de la mierda, pero, sin estos otros "pantanos" a los que acabo de referirme, el agua se sigue escapando, porque los embalses tienen una capacidad límite por grande pueda ser ésta y, sobre todo, porque no se distribuye adecuada y equitativamente entre la España seca, incrementando además el torpe y cicatero egoísmo de la España húmeda. Ahora mismo, en Cataluña, concretamente en la Cuenca del Ebro, se estarán escapando mar, no puedo decir cuántos, pero seguramente infinidad de hectómetros cúbicos de agua, que se pierden inútilmente, y con los que se podrían satisfacer las necesidades humanas, agrícolas e industriales, no sólo de Cataluña, sino de Aragón y de Andalucía entera. Quizá. O algo así. Y sin embargo, pasa lo que pasa. Y lo que pasa, sencillamente, da más asco que pena, siendo ésta mucha.

Ha tenido que ser la Naturaleza, una vez más, como a los boxeadores “la campana”, la que, al fin, ha venido a librarnos del K.O., del que, como tantos otros años, ya estábamos a punto. En cuanto al exceso de agua en estos días, también sucedió, en España, algo parecido en el año 1888, y por eso se escribió al siguiente la zarzuela “El año pasado por agua”, un fragmento de la cual podréis escuchar seguidamente, pulsando sobre el reproductor que se acompaña al pie de esta entrada. Es una lástima, pero he buscado, sin encontrarla, aquella tonadilla que, de niño, cantaba yo en León con mis compinches de clase los días que llovía: "Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva..." Casi todos los niños éramos entonces musicalmente analfabetos y, por ello, no pude saber entonces que esta deliciosa tonadilla pertenece también a esa zarzuela. Enhorabuena a casi todos los españoles. A los que, en Cataluña, Levante y otras muchas zonas, se les inundan en estos días las casas, no les doy la enhorabuena, sino el pésame. Sin embargo, muy en general, yo también creo que se ha obrado un milagro, sin comillas, como sostiene la fotografía del diario “El Mundo”, que arriba ilustra esta entrada. Luis Madrigal.-

Arriba, fotografía y titular que hoy publica el diario "El Mundo", de Madrid

Y ahora, podreis escuchar este fragmento de la zarzuela "El año pasado por agua", de Ferecico Chueca y Joaquín Valverde, estrenada en el Teatro Apolo, de Madrid, el 1 de Marzo de 1889, con libreto de Ricardo de la Vega.




miércoles, 28 de mayo de 2008

PRIMAVERA QUE ES OTOÑO


Es Primavera... El paso es ya calmoso,
cuando allá ya es Otoño -en la austral tierra-
y el corazón, sin luz, en sí se entierra,
cansado de luchar y avaricioso

del cielo que no está... Es borrascoso
y pintado de gris... Como si en guerra
consigo mismo fuera... En sombra encierra
y hurta color y luz, ruin y alevoso.

Pienso en allende el Mar, caigo de hinojos
y lo acaricio suave en mi mirada.
Quiero pensar que azules son sus ojos.

Y limpia como el mar, enamorada
del amor que ayer fue -de sus rastrojos-
es su sonrisa alegre, alborozada.


Alphonso CARBAJAL

Madrid, Mayo de 2008




martes, 27 de mayo de 2008

BOCCHERINI, EL GRAN MÚSICO DE MADRID


Han estimado incomprensible, algunos musicólogos, la presencia en Madrid de Luigi Boccherini y su traslado a nuestra Capital desde París, en 1768, cuando ya el músico comenzaba a encontrarse en su etapa de madurez, estimando que Madrid y en general España, en la segunda mitad del siglo XVIII constituía, en orden a la composición musical un lugar muy secundario. Sin embargo, Madrid, no era tan secundario. El mismo año de la llegada aquí de Boccherini, 1768, falleció José Nebra, uno de los más grandes maestros del barroco español, tras Salvador Durón y Antonio Literes, que había dado clases junto a Doménico Scarlatti al Padre Antonio Soler, residente en el Monasterio de El Escorial, que era un importante foco de cultura. Boccherini entró pronto en contacto con la zarzuela y con la tonadilla escénica de la época, llegando a dominar la mecánica del género, de lo que es muestra palpable su Clementina (la esposa fallecida en Arenas de San Pedro), a cuya obra se han atribuído conexiones manifiestas con Le Nozze di Figaro, que fue estrenada justamente nueve meses antes en Viena. Desde que Boccherini llegó a Madrid, donde vivió el clima ilustrado propiciado por el reinado de Carlos III, y que se mantuvo de alguna manera durante el de su desastroso hijo Carlos IV hasta la Guerra de la Independencia contra Napoleón, la Villa y Corte vivió momentos de esplendor en el cultivo de la música, dando lugar a diversas y muy notables academias musicales, lo que muestra una filarmonía cosmopolita. Hasta el especilista en Mozart, Georges de Saint Foix, ha admitido implicitamente la posibilidad de que el genio de Salzburgo llegase a estudiar las obras de Boccherini, y otro musicólogo, Giorgio Pestelli, llega a afirmar que, al comienzo de los años setenta, Boccherini se situó a la altura de Haydn e incluso del propio Mozart. La luminosidad y gracia de la música de Boccherini, que viene a evocar aquel ambiente madrileño, no le impidió penetrar en ocasiones en el mundo dramático de la corriente germánica conocida como Sturm und Drang (Tempestad e impulso), que praticó Haydn de los años sesenta a setenta. La Editorias AliaVox, ha publicado, con el patrocinio de la Generalidad de Cataluña y el Ayuntamiento de Madrid, un volúmen en CD, bajo la dirección de Jordi Savall, en el que, junto al Fandango para cuerda y guitarra y las dos Sinfonías, Opus 37 y 35, se publica su famoso quintettino in Do magggiore "Musica notturna della strade di Madrid" ( Op. 30), recordada en España como sintonía de la serie de Televisión Española "Goya" y más recientemente como parte de la banda sonora de la película "Master and Commander: Al otro lado del mundo", en 2003. Mañana, se cumplen 203 años de la muerte de Luigi Rodolfo Boccherini (Lucca, 19 de Febrero de 1743), que sucedió en Madrid, el 28 de Mayo de 1805 y aquí fue enterrado el maestro de Lucca, en la Iglesia de San Justo de la Calle del Sacramento, actualmente Basílica Pontificia de San Miguel.

Espero, queridos amigos, que podais escuchar esta maravillosa música, no sólo dedicada a Madrid, sino nacida de sus mismas entrañas. Es más, si queréis saber qué música bailaban los cuatro personajes del cuadro de Goya, "Baile a orillas del Manzanares", que inicia esta entrada, no tenéis más que pulsar sobre el reproductor con el que se cierra. No es la versión de Savall, ni mucho menos. Es la de Herbert von Karajan. Personalmente, a mí me gusta mucho más y, entre otras cosas, porque en ella no hay nada de catalán. Luis Madrigal.-


lunes, 26 de mayo de 2008

LOS TOROS, NO SON SUJETO DE DERECHO


Respeto mucho las opiniones contrarias, especialmente la de las personas que, por pura sensibilidad -como la de los japoneses, que se van de la Plaza al segundo toro, o antes si la sangre ya ha corrido- o las de quienes puedan alegar otros motivos o similares sentimientos. Pero estoy hasta la coronilla de tanto imbécil (generalmente progresista e “intelectual de izquierdas”) perfectamente capaz de propinar con saña una patada a su perro, o a su gato, y que sin embargo se muestra intransigente y se manifiesta en público, hecho una furia, contra las Corridas de Toros. Algunos, hasta se encadenan y gritan tonterías, o simples barbaridades, conforme a los más elementales tratados de Ética, cuando no precisamente constitutivas de delito por su parte, conforme a las reglas y principios del Derecho penal. Como esa de llamar con ira, en público y a gritos, nada menos que “asesinos” a los matadores de toros, o a los empresarios, o a los meros aficionados al noble arte de la Tauromaquia y a la especial belleza de la Fiesta, porque eso sí que constituye precisamente más delito, al imputar a otros la comisión de uno no cometido. Sí, hombres, sí, -y mujeres- voy a tratar de demostrárselo, aunque ni merezca la pena hacerlo. ”¡Asesinos…!” ¿Pero quién ha podido decirles a ustedes semejante disparate?. Asesino, es el homicida, en cuya voluntad y conducta concurre alguna circunstancia agravante, de lo que se deduce que, ni siquiera el que propicia la muerte a un semejante, en cualquier situación, puede ser tildado de tal, si no concurre ninguna de dichas circunstancias. Premeditación, alevosía, etc., Actualmente contiene las ocho que hoy en día son aplicables, el artículo 22 del vigente Código penal español. El de “la democracia”, sí, no faltaba más, sin que tampoco éste mismo Código, que se promulgó el 23 de Noviembre de 1995, tipifique como punible ninguna acción consistente en matar toros en las Plazas, antes al contrario, hasta administrativamente, se regula dicha actividad. ¿O acaso no han oído ustedes hablar del “Reglamento Taurino”?. No se trata de dar a nadie ninguna lección de Derecho penal, ni tampoco de ninguna clase de reglamentos, siempre, científicamente, menos contundentes, por pertenecer a una rama residual y muy secundaria del Derecho. Pero quizá sí -es conveniente hacerlo de una vez- de pura y simple Ética natural, cuya disciplina ha de insertarse de plano en el campo de la Filosofía. Y a ello iremos, pero antes, conviene también decir a estos personajes, asimismo muy “demócratas”, sin entrar por ello en ningún análisis jurídico, que, con el cambio de Código penal, resulta ahora mucho más fácil, en España, asesinar a un ser humano que a un toro, si bien esté penadísimo -aunque luego tampoco sea tanto- atentar contra la vida de diversas especies de lagartos, lagartijas u otros especies zoológicas tan interesantes. Tengo razones y argumentos para explicar, si alguien lo desea, ambos asertos. Pero, ¿no les basta a ustedes con proteger a los lagartos? ¿O con defender altísimos presupuestos, capaces de arruinar al contribuyente, para elaborar estudios sobre lo que comen las cabras en la Sierra de Madrid?. En cualquier caso, pierden el tiempo pretendiendo hacerlo también con el toro de lidia español, porque su noble y heróico destino está asociado, por naturaleza y esencia, a morir, también con la mayor dignidad y con bastantes posibilidades de defensa, en un Coso taurino.

En efecto, analiza y determina la Ética más elemental, y también el Derecho Natural, que los animales no son sujetos de derecho, como tampoco lo son ni pueden serlo de obligaciones. Esto es, los animales -todos ellos- son cosas, más precisa y específicamente cosas semovientes, las cuales, junto a las muebles y a las inmuebles, constituyen la totalidad del universo de las cosas corporales, determinadas y apropiables, que el Derecho reconoce como pertenecientes al “mundo exterior”. Les guste a ustedes o no. Porque deben saber que socialmente todos nos regimos por el Derecho, y éste lo considera así. Ciertamente el Derecho positivo, ha de apoyarse, como predicó un gran jurista, antes agnóstico y después gran creyente, en “esa roca inconmovible del Derecho Natural”. Este señor, se llamaba Federico de Castro y Bravo, y es bien conocido y recordado con admiración por todo jurista que pueda preciarse de serlo, hasta los que hayan estudiado en la UNED y por apuntes, aunque esto ya resulte más difícil. Viene a cuento la cita, y la remisión al Derecho Natural, porque como algunos de ustedes son tan ignorantes, seguramente habrán podido pensar alguna vez, y hasta lo habrán dicho, que precisamente “los derechos” de los animales, como ustedes acostumbran y gustan decir, están amparados por el Derecho Natural. Pero resulta que es exactamente lo contrario. Con arreglo al “ius naturae”, los animales -lo siento mucho- carecen absolutamente de todo derecho, esto es, no tienen ninguno. El Derecho, en general, no es más que una herramienta, consistente en un sistema imperativo de normas reguladoras de la conducta humana, para perseguir y lograr la virtud de la justicia. Y no se puede confundir el medio, que siempre será tosco e imperfecto, con el fin. Pero es que, en cuanto al fin, que es lo esencial, no existe, no hay, una justicia sub-humana. No lo digo yo, lo dice, precisamente, el Derecho Natural. Estoy seguro que todos los tratadistas, desde los más clásicos, así lo han afirmado, pero, en todo caso, yo lo he leído, entre otros, en el del Profesor Luño Peña, una verdadera eminencia en la especialidad. Así pues, lidiar y dar muerte a los toros, no es un “asesinato”. De eso, nada de nada. Y de los “derechos de los animales”, menos aún. Deben ustedes documentarse antes de hablar. Y sobre todo, antes de insultar, injuriar y hasta, si se tercia, agredir, o cuando menos propiciar el acto sumamente violento y desagradable de “encadenarse”, aunque ello suponga en realidad, más bien, hacer el idiota.

Eso no quiere decir, ni mucho menos que deba maltratarse, y más si es con crueldad, a los animales, porque eso sería, o es, faltar a los deberes éticos de probidad y caridad, que también se tienen con los animales y hasta con las cosas. Pero, yo no puedo admitir que al toro de lidia se le maltrate, ni que se sea cruel con el mismo. Vive como un príncipe en las dehesas y, al final, no recibe una descarga de electricidad, como sus congéneres mansos (supongo que ustedes serán todos vegetarianos) que nutren a la humanidad con las proteínas de su carne. El toro de lidia, también alimenta con la suya. Aquí, muy cerca de mi casa, en la Avenida Donostiarra, de Madrid, hay una Carnicería que casi exclusivamente vende carne de toro de lidia. Está muy cerca de la Plaza de Toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Quizá el nombre, se deba a que hasta la divina Providencia, su propio Espíritu, se complace en algún lance cuando torea algún diestro capaz de citar, mandar y templar como exigen los cánones, o cuando se liga una tanda de verónicas “hechas de aire”. Para eso Dios, puso todo lo creado a disposición y servicio del hombre. Hay argumentos hasta teológicos. Ustedes, no pueden entenderlo. Y les advierto que a Granero, Joselito, Manolete y “El Yiyo”, entre otros, les mató un toro, que no siempre son los toreros los que matan.

Desde luego, yo soy español y, aunque casi no entiendo nada del arte taurino (últimamente, gracias a mi buen amigo Carlos Tobes ya he podido distinguir entre “la suerte natural” y “la contraria”) y, si ustedes quieren, tampoco soy un aficionado capaz de ver más de tres toros, me declaro abierto partidario de nuestra Fiesta, que es muy bella, muy hermosa y seguirá siendo “nacional”, aunque ahora ya no quieran algunos que la Nación se llame España. Pero, no sólo aquí. Nuestros antepasados dejaron muy viva la tradición de tal arte en muchos países de nuestra América: Méjico (¡Viva México lindo!, y viva la memoria de Luis Castro “El Soldado”, Silverio Pérez, Carlos Arruza… y hoy la valentía y arte de Eulalio López “El Zotoluco”); Venezuela (ahora mismo Luis Bolívar, que a pesar de tener apellido de traidor, es un gran torero y antes los hermanos Girón, César y Curro); Colombia (el gran César), Perú (Guillermo Rodríguez o Adolfo Rojas), Ecuador (con José Díaz, “Chaleco II” o Guillermo Albán)… Es verdad que, en esas tres grandes naciones del Sur, Argentina, Chile, Uruguay, y también en otras latitudes, no hay tradición taurina, y su sensibilidad les acerca más a los caballos. Pero, también aquí al lado, en el hermano Portugal, ha habido toreros excelentes, como aquel Manuel Dos Santos, o Rui Fernades y hoy día Vitor Mendes o “Pedrito de Portugal, aparte del gran rejoneador Joao Moura. E incluso más arriba, más al Norte, nada menos que en la “civilizada” y cultísima Francia, que no sólo cuenta con Sebastian Castela (de quien se dice ser el número Uno mundial, cosa que yo no aceptaré mientras esté en activo Enrique Ponce), sino con “Les Arenes” del antiguo Circo romano de Nimes, y con las Plazas de Arles, Bayona, Beziers o Toulusse y, hasta 1893, por quiebra de la empresa, con una gran Plaza de Toros en el mismísimo París, la de Rue Pergolese, donde torearon nada menos que Lagartijo, Frascuelo, Mazantini y Guerrita. ¿Qué les parece?

Desde luego, a mí me parece excelente noticia que siga habiendo Toros y festejos taurinos. Hasta tal punto me parece bien, que he decidido incorporar a este Blog -en el que ya se remite a la Historia, la Filosofía, la Pintura, la Música- también la Tauromaquía, a la que nuestro Francisco de Goya dedicó una de las muestras más exquisitas de su arte pictórico, anticipándose, como el primer aguafortista, en el anuncio de la modernidad, con su serie de grabados “La Tauromaquia”. En consecuencia, amigos de Méjico (perdón, México), Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador (disculpas si omito a alguien), podréis disponer desde hoy, en los correspondientes enlaces de este Blog de, en principio, tres páginas o sitios excepcionales y, además de la mejor música taurina que puede escucharse. Aparte del “Gato montés”, de ayer, que también hoy incluyo, estas otras dos muestras, “España cañí” y “Paquito Chocolatero”, completan la Banda, para poder ir alternándolas sucesivamente, en función de las buenas faenas.. Amigos y amigas argentinos, chilenos, uruguayos y… demás, mis disculpas. Tendréis que absteneros. A los demás: ¡Suerte, maestros…. Va por ustedes! . Con mi más cordial saludo. Luis Madrigal.-






domingo, 25 de mayo de 2008

EL CARTEL DE HOY EN LA FERIA


Frascuelo, Iván García e Israel Lancho, que torearán hoy, en la Monumental de Las Ventas, la 18 Corrida de la Feria de San Isidro, de Madrid, con reses de Cuadri.

Frascuelo:

Madrid, 21. Septiembre.1948
Alternativa. Barcelona, 14. Abril. 1974
Padrino. Curro Romero
Testigo: Paco Alcalde
Toros de Juan Sánchez

Iván García:

Castellón de la Plana, 1.Octubre.1983
Alternativa: Castellón, 27. Marzo.2003
Padrino: Joselito
Testigo: El Juli
Toros de Juan Pedro Domecq

Israel Lancho

Badajoz, 13. Septiembre.1979
Alternativa:Badajoz, 26. Junio.2007
Padrino: Manuel Díaz "El Cordobés"
Testigo: Francisco Rivera Ordoñez
Toros de Juan Albarrán



LAS "CANASTILLAS", SON PARA EL INVIERNO


Muy al comienzo de los años sesenta -naturalmente del pasado siglo- el portavoz del “Círculo Católico de Terratenientes”, no importa de donde, escribió escandalizado al director de una revista de espiritualidad cristiana, a fin de hacerle llegar su encolerizada protesta, exigiendo severas sanciones contra los autores de algunos textos publicados en aquella revista. Literalmente, la carta era esta:

“Muy señor mío: Me dirijo a usted con el derecho que me dan mis doce años ininterrumpidos de suscriptor y lector de su revista, así como de otras de la misma editorial, “Cristrianismo Rural”, “Luz del Mundo” y “Juventud y Religión”, en la que, entre otras cualidades, he apreciado como virtud sobresaliente una gran ortodoxia y una sujeción total a las enseñanzas y criterios de la Iglesia en todos sus puntos. Y precisamente por ello una gran extrañeza me han causado (nos ha causado a todos los asiduos lectores de su revista en este Círculo Católico de Terratenientes) sus tres últimos números, en los que se recogen pensamientos y doctrinas francamente sectarias, tendenciosas y demagógicas. Por ello, me he creído, y respaldan esta carta otros contertulios del Cículo Católico, en el deber ineludible de indicárselo a usted para que revise su equipo de redacción, en el que parecen haberse introducido elementos masónicos o anarquistas.

Los textos publicados por usted, en los que me baso para establecer tan graves conjeturas, se hallan totalmente fuera de la línea de reconocida ortodoxia católica y social en que siempre se ha movido esa revista. En el número 188, correspondiente a Noviembre pasado, se lee: “Eso tienes que pensar de los ricos, son ladrones, salteadores de caminos, que roban a los que pasan, escondiendo los bienes de los demás en sus propias casas”. En el número 189, de Diciembre pasado, se leía esta sentencia, tan lapidaria como demoledora: “Todo rico es inicuo o heredero del inicuo”. Pero el texto más grave, de claras tendencias socializantes y comunistoides, aunque en él se habla de Dios (sin duda para mayor desconcierto) se recogía en la página 12 del número de Enero: “La naturaleza hizo que los bienes fueran comunes y el derecho privado que impide esto es una usurpación. Es injusto que tus semejantes no sean ayudados por sus compañeros, sobre todo habiendo querido Dios que la tierra fuese para todos. Lo que das al pobre no es de lo tuyo; le devuelves lo que es suyo, pues lo que es común para el uso de todos lo has usurpado tú”.

Nos parece bien fomentar el espíritu de caridad y ayuda al necesitado. En este Círculo Católico de Terratenientes organizamos todos los años en Navidad un reparto de canastillas[1] a las familias pobres de la ciudad. Pero, ¿no le parecen francamente desorbitadas y fuera de lugar las manifestaciones publicadas en su, por otros conceptos, admirable revista? Esperamos una rápida y pública rectificación de los artículos aludidos y la enérgica sanción de sus autores, cuyos nombres debieran desaparecer para siempre del cuadro de sus colaboradores habituales. Siempre dispuestos a la defensa de los elevados ideales y de la justicia, nos ofrecemos atentos, seguros servidores, A.S.”

La carta, tuvo inmediata respuesta por parte del director de la revista interpelada que, dada su brevedad, también transcribo íntegramente. “Muy señor nuestro: Lamentamos no poder tomar las medidas que nos recomienda con los autores de los textos recogidos en nuestra revista, por motivos insalvables. Las frases del número de Noviembre, las escribió San Juan Crisóstomo. Las del número de Diciembre, San Jerónimo. Y el texto del número de Enero, Sam Ambrosio, todos ellos en el siglo IV. Sopena de incurrir en el veredicto de herejes, alejándonos además, lo que sería más sensible, de la línea ortodoxa y social que usted nos elogia, no podemos rectificar la doctrina contenida en dichas afirmaciones, puesto que todas ellas proceden de Padres y Doctores de la Iglesia. Y, por otra parte, nos resulta también imposible aplicar a los autores las sanciones que usted demanda, puesto que todos ellos murieron hace ya muchos años. Atentamente, el Director”.

Quizá, habían pasado ya demasiados años, como para entender justificadas las quejas de aquellos “terratenientes católicos”, al comienzo de los años sesenta, porque la realidad social del siglo IV, como diría cualquier político, no es “extrapolable”, no ya al siglo XXI, en el que estamos, sino tampoco al año 1962, que todavía pertenecía al siglo XX. Ciertamente, en ninguno de cuantos documentos se ha pronunciado la Iglesia, desde el Syllabus o el Código Social de Malinas, ya en 1927, mostrando al mundo la autoridad moral de su Magisterio, se ha utilizado un lenguaje tan desgarrado y violento en contra de “los ricos”. Pero, también es cierto que ninguna tacha de heterodoxia ha recaído jamás sobre tales santos Padres, a los que en consecuencia puede considerarse vigentes en algún modo. Quizá, desde entonces, a lo largo de tantos siglos, lo que tan sólo ha moderado la Iglesia es el lenguaje, haciéndolo más cortesado y “civilizado”, en ese diálogo con el mundo que sirvió de leitmotiv al Concilio Vaticano II, y aun antes de él. Pero, en el fondo, ¿acaso no será cierto que todo rico continúa siendo “inicuo o heredero del inicuo”, según pensaba San Jerónimo?. Desde luego, con el Código Penal en la mano, y mucho menos con el Código Civil o la Ley Hipotecaria, no puede decirse razonablemente, en nuestros días, que, por el mero hecho de serlo, cualquier rico sea un “ladrón”, y menos aún un salteador de caminos”, como sin contemplaciones ni rodeos afirmaba San Juan Crisóstomo. Aparte de infinidad de salvedades y matizaciones al respecto, ni ahora los ladrones roban ya de esa manera, sino de otras muchas bien conocidas, ni todo el mundo que se enriquece lo hace necesariamente de modo ilícito, sino, algunas veces, desde la más humilde condición, merced tan sólo a su inteligencia y esfuerzo. Peor parada aún quedaría la doctrina de San Ambrosio, que ciertamente no dejó especial huella en la teología de su tiempo, en cuanto a la naturaleza común de los bienes” y, en consecuencia, a la usurpación” que implica toda propiedad privada. Es necesario contrastar esta gruesa afirmación con la opinión al respecto de aquel Águila de Aquino que, ocho siglos más tarde, acumulaba hasta tres razones de peso a favor, no sólo de la licitud, sino hasta de la necesidad del derecho a la propiedad privada, de cuya licitud y necesidad hace derivar toda la filosofía jurídica -basada en la libertad- el derecho de propiedad, que la vigente Constitución Española garantiza, y el artículo 348 del Código civil define y concreta como “el derecho de gozar y disponer de una cosa sin más limitaciones que las establecidas en las leyes”.

Pese a ello, continúan siendo muchos los que “necesitando” vitalmente el lícito derecho a la propiedad, carecen totalmente de ella, sobre los bienes más esenciales para subsistir con dignidad y decoro. Nada menos que dos terceras partes de la Humanidad, en todos los lugares y continentes del Planeta. Y, por ello, quizá la “patrística” del siglo XXI -sin que por nuestra parte pretendamos negar desviaciones y radicalismos excesivos, ni tampoco incurrir en la excomunión- que hubiera podido conducir a cada cristiano a la “ortopraxis” podría haber estado representada por Hugo Assmann, Jules Girardi, Gustavo Gutierrez o Leonardo Boff… Porque, cuesta trabajo admitir, dejando para ello dormida la conciencia sobre la alhohada, que en el proceso general de “fabricación de ricos a costa de pobres”, puedan limitarse los seguidores de Jesús de Nazaret -además de “oír” Misa los Domingos y fiestas de guardar- a repartir canastillas. Porque, si las bicicletas “son para el verano”, las canastillas, no. Estas últimas, tan sólo parecen haberse inventado para ser distribuidas en Navidad (que, en España, es pleno y crudo invierno) quizá con el propósito de sosegar la mala conciencia de tantos “terratenientes”. Luis Madrigal.-


[1] “Canastilla”: Cestita, generalmente de mimbre, que contiene distintos objetos para el cuidado de niños recién nacidos, como jabón, colonia, ropita, etc…

sábado, 24 de mayo de 2008

ESOS "HIJOS DE PERRA", NO SON "HACKERS"...


Yo, no se aún si la Informática -a la que, según he podido leer en alguna parte, debe llamarse Cibernética, esto es, "Ciencia del que pilota"- es realmente una ciencia, desde luego en nigún caso como la "Sociología" o las "Ciencias de la Información", o si más bien es una técnica, propia en cuanto a su manejo práctico de chiquilicuatres, de esos mocosos de 13 0 14 años, que, según dice la Policía española "ya nacen con el ratón en la mano". En los tiempos de mi ya lejana infancia y juventud, ese tipo de cosas "prácticas" se aprendían en los billares o en los futbolines, que eran los ámbitos más concurridos y de concentración de malos estudiantes, aquellos, que no sólo se fumaban las clases, sino que no habían abierto un libro en su vida, mientras ya cerca de los 12 años, o antes, lo que sí comenzaban a fumar era cigarrilos "de hebra" y a tomar "chatos" en las malolientes tabernas. Ya en aquella época pasaban esas cosas, porque sin duda la tendencia del ser humano hacia ellas es fenómeno predicable de toda época o circunstancia histórica. Ahora por ejemplo, está muy de moda realizar piruetas y saltos circenses en las rinconadas de las calles, o en los pasajes comerciales, más bien hacia la caída de la tarde. Es una especie de danza deportiva, que desde luego requiere su técnica y modo de bien hacer, para no romperse la cabeza y con ello pueda derramarse el serrín que contiene. Pero, me resisto a pensar, y menos a creer, que con la Informática pueda pasar lo mismo. No quiero admitir que esta magnífica herramienta que tanto esfuerzo en todos los órdenes ha evitado ya a la humanidad, pueda ser pasto y dominio de estos elementos tan desprovistos del menor signo de talento y valor humano que, asimismo, supongo, son, más o menos, los que se dedican a "decorar" las paredes o los monumentos de las ciudades, bien sean de propiedad privada o pública. Sentiría en el alma que se tratase de los mismos productos humanos, o más bien humanoides. Pero no se qué me dice que, esas atrocidades, tanto la de atentar contra las fachadas de las casas y paredes de las calles, como las cometidas por esos tipos que llaman "hackers", ese neologismo tan mal utilizado para designar a los delincuentes que arruinan los discos duros de tantos Ordenadores por medio de técnicas informáticas -que llegan a aprender como podría hacerlo un mono, un primate superior- programando redes o sistemas operativos, nada tienen que ver con el innegable benefico universal que han representado la Informática y los "Hackers". Porque, el término "hacker" surgió entre los programadores del Massachusetts Insitute of Technology (MIT), en los años 60, cuando en España, ni tan siquiera habíamos llegado a "tomar el biberón" en esta materia y nadie hablaba de los PC, sino acaso, algunos, pocos, de "cerebros electrónicos". Yo, recuerdo ahora dos de los más famosos "cerebros electrónicos", y creo que primeros o únicos en aquellos comienzos de los años 60: El del I.N.P. y el de RENFE, donde el lenguaje de programación único era el llamado Fortran. Por ello, los verdaderos "hackers", no son esos canallescos y delincuentes piratas que antes se criaban en "los futbolines", sino los benéficos y seráficos seres que se entregan a la investigación pura, para ayudar a todos los "pulsateclas", como yo, y permitirnos acceder con ello a estas nuevas herramientas, tan útiles, instructivas y... necesarias. Sería un disparate identificar o confundir a estos señores (algunos de los cuales han sido galardonados con el Premio Principe de Asturias, como los inventores de Internet) con los golfillos de "los billares", que ahora dicen, han cambiado el taco por el ratón y "nacen con él en la mano".

Los veraderos "hackers" no roban, pues, información, ni destruyen la que se encuentra en los Ordenadores, simplemente por detruir, sino justamente los que hacen lo contrario, quienes construyen y crean. "Hackers" famosos han sido Richard Stallman, Ken Thompson, Eric S. Raymond o Adrian Lamo, sin olvidar a Linus Torvalds, creador del sistema Linux, al que dió esta denominación la mezcla de su primer nombre con el del sistema opreativo Unix.

Los piratas, los que roban información, los que destruyen tan sólo por el mal instinto que les anima e inspira -como en todos los órdenes de la vida- se denominan "Crackers". Es decir, son esos perfectos canallas de siempre, muestra y representación genuina y pura de la presencia del mal en el mundo, cuyo dramático hecho es una realidad insoslayable. Pero, eso sí, a estos despreciables sujetos, además de capturarlos, juzgarlos y enviarlos a la cárcel durante una buena temporada, no debería atribuírseles -como días pasados hicieron los analfabetos redactores, se supone socialistas, de Televisión Española- la noble denominación de "hackers". Más bien, debería llamárseles "hijos de perra". Es una opinión. Luis Madrigal.-

viernes, 23 de mayo de 2008

¿DE QUIÉN SON LAS ISLAS MALVINAS?



En honor a todos los hermanos argentinos, quiero resumir, esquemáticamente, para que pueda ser deducida, en el orden más rigurosamente lógico, la respuesta, a esta lamentable y triste pregunta: ¿DE QUIÉN SON LAS ISLAS MALVINAS?. Dígalo usted mismo, después de considerar objetivamente los hechos y circunstancias históricas siguientes:


Siglo XVI Algunos navegantes de esta época, parece ser, conocieron ya estas islas, ignorándose si las reflejaron o no en sus cartas de navegación.

24.Enero.1600 El holandés Sebald de Weert, descubre propiamente el Archipiélago, pero no lo ocupa ni le da nombre.

1609 El pirata inglés (como casi todos los piratas) John Strong, denomina “Falkland” al estrecho que separa las islas principales (Gran Malvina, al occidente, y Soledad, al oriente), en honor del Vizconde Falkland, Tesorero de la Royal Navy, nombre que los ingleses aplicaron, a partir de entonces, a todo el Archipiélago, sin que, no obstante, osaran aproximarse al mismo, debido a la presencia de las tropas españolas en el Continente, a cuya plataforma patagónica están unidas dichas islas.

Siglo XVIII Las islas comienzan a ser frecuentadas por marinos franceses de Saint Malo y, desde este momento se las conoce como islas “maulinas” y, por evolución, Malvinas. El nombre castellano de dichas islas, tampoco es de origen inglés, sino francés.

1764 Se emprende por los franceses la ocupación permanente de las islas, y Bougainville funda “Port Louis”, en las isla oriental.

1765 Los británicos se establecen en la isla occidental y fundan “Port Egmont”.

1766 Antes tales hechos, La Corona española -que aun impone su dominio en la zona- tras negociaciones con Francia, consigue que ésta abandone la isla oriental y, un año más tarde, los españoles fundan Puerto Soledad (después “Port Stanley” y después, por desgracia brevemente, Puerto Rivero).

1767 Transferido el sector oriental nuevamente a la soberanía española, España organiza un expedición armada que logra el abandono británico del resto del Archipiélago, en 1774.

1774 Desde este año, pues, hasta la Independencia de la República Argentina, las islas Malvinas permanecen bajo soberanía y administración española, integradas y dependientes del Virreinato de La Plata.

Independencia de Argentina: La Argentina, hereda los derechos de España sobre las islas, en 1820. Este mismo año, organiza el Nuevo Gobierno del Archipiélago, que se establece en Puerto Soledad, y dispone entera y totalmente de él, de un modo soberano, hasta el año 1833.

1833 El 2 de Enero de 1833, sin mediar ningún género de disputa, y por sorpresa, la fragata inglesa “Clío”, amarra en Puerto Luis, desembarcando un grueso contingente de fuerzas británicas que enarbolan la bandera del Reino Unido.

Desde este momento, se suceden año tras año las sucesivas reclamaciones de la joven República Argentina, ante la Gran Bretaña y ante toda clase de foros internacionales.

1946 Argentina, plantea la cuestión de las Malvinas ante las Naciones Unidas (ONU). Dicha Organización, resuelve la descolonización de las islas, a través de conversaciones entre las partes implicadas. Mal asunto. Hablar con los ingleses, es inútil. Los españoles lo sabemos por experiencia. En efecto, Gran Bretaña dilata una y otra vez tales negociaciones, dificultando la adopción de acuerdo alguno de orden práctico, que pueda dar cumplimiento a las resoluciones de la ONU, en cuyo arte son verdaderos maestros los ingleses.

1868 Argentina declara su soberanía sobre las Islas Malvinas. Continúan los proyectos de negociación, con sus dilaciones y más dilaciones.

2.Abril.1982 Buques y marines argentinos, desembarcan y ocupan militarmente las Islas, imponiendo la Administración, moneda y timbre argentinos.

Después… ya todo el mundo sabe lo que pasó. Pero… ¿hasta cuándo?

¡Ánimo, patriotas argentinos…! Luis Madrigal.-




jueves, 22 de mayo de 2008

EN LA FRONTERA DE LA JUSTICIA


Hoy, es Corpus Christi. Y quizá porque ese “siempre habrá pobres entre vosotros”, ha sido definitivamente entendido en el sentido menos incómodo, desde hace ya bastantes años –muchos- se celebra en España, en esta festividad, el “Día Nacional de Caridad”, que promueve Cáritas Española. Ahora ya no es "nacional", claro, le han quitado este adjetivo, seguramente por superfluo o contradictorio. En cualquier caso, es uno de tantos “días”, alojados en el calendario para tratar de justificar lo injustificable, en la seguridad de que, lo que pretende erradicarse, continuará año tras año. Es lo natural. Si se acabasen los pobres, con ellos se acabarían las marquesas y las damas benefactoras; los roperos parroquiales y las campañas de cuestación económica. Todas ellas, ésta de la que hablo, la de Navidad, y todas las demás juntas. Pero, no, los motivos de las mismas, están garantizados, al estarlo la causa.

En cualquier caso, el eslogan del “día”, tiene que navegar no sólo contra la corriente de la naturaleza humana, sino contra una de las muestras más reiteradas, y más falsas, del estúpido manual español de dichos y refranes: “La caridad -eso sí, bien entendida- empieza por uno mismo”. Y sin embargo, tan cínica afirmación, constituye síntoma evidente de egoísmo, que es todo lo contrario al amor, por lo que resulta imposible entenderla de ningún otro modo. La caridad, es una virtud de alteridad y, por ello, ha de comenzar necesaria y esencialmente por un “alter”, por “los otros”, por quienes no son “yo” y por tanto se encuentran “fuera de mí”. Lo que sucede es que, tal virtud, no puede edificarse sobre el aire, sino sobre firmes y sólidos cimientos y, uno de ellos, sin duda el fundamental, es el de la justicia. Ésta, sí ha de alcanzar primero a uno mismo. En primer lugar, porque nadie puede ser justo con los demás, si es injusto consigo, merced a la injusticia autoinflingida. Ello repugna a toda filosofía moral y, además, resulta inútil o quizá imposible, tanto, no ya como echar agua al vino -porque esto si que es posible- sino más bien, como tratar de hacer la luz con tinieblas. La justicia, es una virtud “concéntrica”; su espacio se ensancha siempre, poco o mucho, tan sólo en virtud del centro que es el propio justo. Y, en segundo término, porque, efectivamente, hay algunos pobres que lo son tan sólo por haber pretendido antes, desordenadamente, ser “ricos”, sin la menor disciplina en la administración de sus recursos, en contraposición a quienes han hecho de su vida una carrera de prudencia y austeridad. Y no sería justo, en tales casos, ser “caritativo” con tales gentes, no podría ser.

Por lo tanto, es la justicia, y no la caridad, la que comienza por uno mismo. No se ha querido entender bien esto, e incluso hasta puede que se haya cultivado la falta de entendimiento. Pero, la caridad sigue un proceso inverso. El acto de amar -salvo egocéntrico y enfermizo narcisismo- no puede ser ontológicamente reflexivo, aunque lo sea, gramaticalmente, el verbo que expresa la acción. Ni aún el más primario y rudimentario grado de caridad podría expresarse en la forma tradicional -“amar a los demás como a mí mismo”- sencillamente porque yo puedo “amarme” muy mal, pero que muy mal. Habría que amar a los otros, y como mínimo, nada menos que “como Dios los ama”, y ni aun así podría alcanzarse la última y radical morada del amor. Porque el Amor, no sólo ama, sino que “se ama”. He aquí la cota suprema: Amar a los otros, “como el Amor se ama”, lo que implica la necesidad, no sólo de amar, sino de esforzarse en ser amado.

Cuando se ama así, de este modo, ciertamente es que ya se está fuera de este mundo -aún encontrándose en él- pero quizá sólo entonces la caridad viene a converger y hasta a identificarse con la justicia, porque la frontera de la justicia, es el amor. Y, hallarse “en la frontera”, no quiere decir no cruzarla, invadiendo el campo colindante. El amor “no se alegra con la injusticia, sino que se complace en la verdad”, pero sin contradicción, y al mismo tiempo, “todo lo excusa, todo lo cree, todo lo tolera…” Es cierto que no podemos renunciar a la justicia. El propio San Pablo, que cobra su más hermosa elocuencia al predicar el carisma del amor, reclamaba con energía su condición de ciudadano romano, exigía su derecho, “lo suyo”, y con ello la justicia que se debía a sí mismo.

La injusticia, tarde o temprano, a todos nos llega y avasalla. Altanera y despóticamente, unas veces; quizá solapadamente, otras. Torpemente siempre. No por ello debe ser llegada la hora del odio, de la venganza ni de la ira, sino la de la aceptación y el perdón, que es la forma más exquisita y pura de amor, aunque sea también la hora del llanto. Esto, es lo menos que puede concederse al corazón humano… Pero, no del llanto que inspiró, al antiguo oráculo de las Sibilas, la “fiera lid del Termodonte”, lleno de sangre y de cadáveres, según recoge Plutarco, sino el llanto de las Bienaventuranzas: “Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados… Los que padecen persecución por la justicia, porque suyo es el Reino de los Cielos…” Aunque pierdan para siempre el de la tierra. Lo propio de los vencidos, es llorar. Pero también dice Plutarco que, “si el vencido llora, el vencedor perece”. Desdichados, por ello, quiénes hayan de hacerse perdonar. Los que provoquen lágrimas. Los que nunca renuncian a tener y poseer lo que, por derecho propio, pertenece a otros. Y algunas veces, a todos. Podrá ser así un día y mil, en la sede de la iniquidad, donde reine quién reine y gobierne quién gobierne , siempre prevalece el desorden, la desigualdad, el egoísmo y la canallada, la arbitrariedad y el caos… Sobre todo cuando “gobiernan” los menesterosos y harapientos, de espíritu y de intelecto, que dicen hacerlo para quebrar la desigualdad de la injusticia, pero sin ocuparse de otra cosa sino de su deshonesta comodidad y enriquecimiento -para eso sí que son muy listos- en los que incurren por revancha y casi por propia naturaleza. Sin embargo, en el Reino de la Justicia -cuando llegue el fin y desaparezca todo lo que es imperfecto- los vencedores serán los vencidos, y los vencidos los vencedores. Mientras tanto, hijos de la luz y del espíritu, paciencia… Algunos, reciben en potencia el signo del amor. Pero la justicia, no es una virtud teologal, sino moral, y su sentido se halla grabado a fuego en la conciencia de cada hombre, como partícipe racional -aunque se niegue a admitirlo- de la eterna Ley. Mas, de entre todos, sólo unos pocos, los que lloran y son perseguidos, luchan todos los días por ella. Luis Madrigal.-

lunes, 19 de mayo de 2008

A LOS ESTUDIANTES DE DERECHO ROMANO EN LENGUA ESPAÑOLA


Queridos romanistas:

Mi felicitación más sincera y entusiasta por estudiar, o haber elegido el estudio de la disciplina jurídica básica, fundamental, y al mismo tiempo más subyugante de todo el Derecho. En ella, pueden resumirse casi todos los postulados, construcciones y principios jurídicos, por ser la piedra angular, en esencia, de todos los sistemas y, muy en particular, de todos los Códigos civiles del mundo occidental.

A todos vosotros, que lo estudias ahora y estoy seguro de que gozáis de su estudio. Fundamentalmente, para quiénes lo hacéis en condiciones más difíciles, sin orientación o ayudas próximas, bien incluso sin material didáctico adecuado, o bien habiendo de enfrentaros a densos manuales sin disponibilidad de tiempo, por simultanear la dura y exigente tarea del estudio con la del trabajo que demanda vuestra propia subsistencia, lo que tanto os honra y llena de mérito. A todos vosotros, he de deciros, con la mayor sencillez y humildad, que, hace ya tiempo, elaboré y escribí una breve Síntesis de cuantos conceptos considero no sólo mínimamente necesarios en la materia, sino además pórtico de entrada a otros más profundos y exhaustivos.

De modo muy especial, me dirijo a los alumnos que, en España, cursan los estudios de Derecho Romano en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), para decirles que, en tal Síntesis, el desarrollo de mi trabajo, si bien elaborado con muy diversas fuentes, responde casi exactamente al Programa de la asignatura, que hace años estableció el Catedrático de la misma, Profesor Dr. García Garrido, por cuyo motivo entiendo puede serviros de especial ayuda.

Trataré de facilitaros vuestra tarea académica sólamente con que un cierto número de estudiantes o de personas atraídas por el Derecho Romano -incluso media docena, o hasta uno solo- os halléis interesados en disponer de este tipo de ayuda, para que por mi parte -ya veré cómo, o quizá me lo diga alguno de vosotros- proceda a publicar dicha Síntesis, en este mismo Blog, o en otro lugar más apropiado, bien unitaria y sistemáticamente, bien de un modo progresivo hasta completar las 50 lecciones que la integran. Seguro que ya encontraré el modo, de poder ser útil a alguien. Bastará para ello que me hagáis saber, mediante correo electrónico a a la dirección que en este Blog se indica, vuestro interés, en su caso, en disponer de tales Lecciones.

Por lo que acabo de decir, quiero dejar bien claro que mi única y exclusiva intención, sin el menor propósito egoísta, es la de proceder a ayudaros. Con esta misma intención, según creo noble, por ser totalmente desinteresada, os envío a todos un cordial saludo. Luis Madrigal.-

domingo, 18 de mayo de 2008

LA FILOSOFÍA DE ARISTÓTELES (y III)

¡HASTA MAÑANA, DON EMERIO!


Ha muerto hoy -anteayer Viernes- en la Residencia para la Tercera Edad de Fontanil de los Oteros (León) un entrañable sacerdote y amigo de verdad, de los amigos del alma, Don Emerio Puebla Berzosa, Consiliario Dioceano de la Juventud de Acción Católica de León, durante la década de los años 50. También fue Profesor de los Seminarios de Valderas y León, y Profesor de Religión en la Facultad de Veterinaria. Había nacido en Febrero de 1913 y, por tanto, llegado a cumplir 95 años de edad. Le faltaron 5 para ser centenario. Pero lo que nunca le faltó, pese a tantos años cumplidos, fue la verdadera juventud, ese don del espírtu que no depende de los años, ni del tiempo, ni tampoco, a lo largo de todo su larga vida, el más firme y riguroso compromiso de fidelidad a la fe y a la Iglesia fundada por Jesucristo. No a ninguna otra. Don Emerio pensaba -yo se lo oí decir no hace aún dos años- que ningún sacerdote debería incorporarse nunca a ninguna otra estructura o instituto que no fuesen los de la propia Iglesia, a ninguna otra fundada por ningún humano. Hasta tal punto esto era en él una convicción tan profunda, que, tras contemplar los mil y un naufragios producidos por cada una de las tormentas que han azotado a la Humanidad y a la Iglesia en estos últimos 50 años, aún hervía en su sangre el propósito de "refundar" la vieja Acción Católica, pese a que, quienes aquel día le escuchábamos, ya en la misma Residencia en la que acaba de morir -y acaso también él mismo- podíamos razonablemente suponer que esa era la última vez que le veíamos y le hablábamos. Así ha sido. Algunos, deberíamos hoy estar muy tristes y sin embargo, yo no lo estoy. Prefiero conservar y ofrecerme a mí mismo el propio testimonio que anteayer, en su último día de vida, él ofreció a la monjita que le cuidaba, Sor Consolación, mejicana de nacimiento, cuando al ir a despedirle -hasta mañana, Don Emerio- replicó con serenidad y fortaleza, mientras la echaba al cuello uno de sus brazos y la daba un beso: ¡Hasta mañana, no, Hermana, hasta la Eternidad...! Hasta entonces, entrañable Don Emerio, viejo Consiliario y amigo, tan joven, como en aquellos tiempos, a los 95 años... Hasta que el tiempo y el espacio sean una misma cosa. Tan sólo le pido ya, urgentemente, otra. Yo, no he rezado "por Usted", sino que más bien me he encomendado a su intercesión: Dígale al Señor de la Vida, que nos proteja y nos guarde con su gracia a cuantos, junto a Usted, en aquel caserón de Dámaso Merino, compartíamos aquella vieja estufa de carbón ovoide en las frías tardes de invierno. Y permítame que le contradiga. Precisamente porque Usted ya está con Él, yo sí le digo, en el estilo propio de aquellos días: ¡Hasta mañana, Don Emerio... hasta mañana! Luis Madrigal.-

En la fotografía de arriba, Don Emerio Puebla, flanqueado por los dos Presidentes Diocesanos de la Juventud de Acción Católica de León, a los que, sucesivamente, él orientó y aconsejó.

No he querido elegir para él ninguna marcha fúnebre, y las hay muy hermosas, sino esta dulce Danza, que Cristoph Gluck compuso para "Los Espíritus Bienaventurados", para aquellos que ya han llegado a la Casa del Padre.


viernes, 16 de mayo de 2008

EL TIBET


Hace aproximadamente un año, conocí -sin conocerla, como a todas las demás personas con quienes he tenido el gusto de tomar contacto por este medio de Internet y del mundo de los Blogs- a una niña china, 23 añitos tiene la criatura, muy dulce por escrito, y para mí de un extraordinario mérito. Estudia español y lo hace, además de trabajar en una “Companía”, como ella dice -lo escribe- a través de sus contactos con otras personas (la mayor parte de América “latina”, según me indica) que, como ella y como yo mismo, accedemos a los medios ya indicados. Ella y yo, tomamos contacto a través de SKYPE, ese gran comunicador, que permite hablar con Buenos Aires o con Acapulco -también con Nueva York, naturalmente, aunque por mi parte en riguroso español,- a coste de 0,00 unidades monetarias, ya sean dólares, euros, dinares o libras esterlinas. Gratis total, como gustaba viajar -creo recordar que a costa de una Empresa naviera- aquel ministro socialista, de cuyo nombre mi me acuerdo ni deseo acordarme, aunque guardo la vaga memoria de que no era de los peores, de los absolutamente analfabetos, sino una persona de cierto talento. En todo, hasta tratándose de socialistas españoles, tiene que haber alguna excepción, aunque lo incomprensible racionalmente es que una persona de talento pueda ser socialista. Desde luego, esto de viajar -o lo que sea- gratis, a costa de empresas públicas, es cosa de españoles -y por desgracia para mi, yo también lo soy- pero mucho más de socialistas. Si son españoles, el efecto es doble y multiplicable por mil. Pero a lo que iba. Se habla mucho mejor, generalmente, con mucha mayor nitidez y estabilidad, “gratis total”, a través de SKYPE, con Buenos Aires, que cuando se hace con el vecino de la casa de enfrente a través de Telefónica (antes, en esta “piel de toro” de mis amores, la “Compañía Telefónica Nacional de España” ), lo que hoy cuesta un dineral, para oír muchos más ruidos que la voz del interlocutor. Otro día, les diré a ustedes las atrocidades que comete con los indefensos ciudadanos españoles la Compañía Telefónica, hasta estafarles inmisericordemente, máxime desde que ni es “nacional”, ni podría serlo, porque para eso se han encargado algunos de que ya no haya España. Los refractarios al inglés, como yo -les decía- hemos de hablar con Nueva York en español porque, además de no conocer ni entender ni “papa”, de la lengua que mayoritariamente utilizan los neoyorquinos, a mí, particularmente, siempre me ha parecido esa una lengua, como decía un ilustre profesor de Filosofía, a diferencia del griego o del latín, "para clases de tropa”, o en todo caso propia de “comanches” o del pato Donald, cuando no se doblan las películas. Y ello, pese a Shakespeare, Milton o John Steinbeck, cuya novela “Al Este del Edén” (“East of Eden”) estoy leyendo en estos días, sin poder entender tampoco hasta el momento -y ya voy por la página 683 de la edición española de Vicente de Artadi, que tiene un total de 770- por qué razón le otorgaron a este señor el Premio Nobel de Literatura en 1962. Seguramente sería por escribir en inglés, o por ser norteamericano. ¡Quién sabe!. Sin duda, ese mismo año, yo se lo hubiese otorgado, a título póstumo, a Don Pío Baroja, que, además de ser médico y pese a ser vasco, era muy español, ya que no quisieron dárselo en vida, seguramente por no ser sueco, ni norteamericano.

Pues bien, ya no daré más rodeos. El caso es que, el otro día, traté de ver si mi amiguita china, que se llama Ren Qing, estaba o no conectada en SKYPE, para ver cómo le iba, ahora que reside en ese megalopólico monstruo de Shangai, en lugar de hacerlo en Chengdu, como antes. Y bien, no estaba conectada, pero lo que sí pude observar es que, en su perfil -una especie de autodescripción personal- había dejado escrita, literalmente (y pese a que en dicho perfil se anuncia, “Idioma: Spanish”) la siguiente frase:“TIBET was, is and will always be a part of CHINA”. ¡Olé mi niña…! ¡Qué poco he podido enseñarte, no de español, sino de Historia universal!. Pues, no, hijita. Oye Ren, yo te quiero mucho, como bien sabes y trato de enseñarte lo poco que yo sé de español. Ya sabes que hasta tenemos pendiente una conversación, o incluso una videoconferencia -gratis total, por cuenta de SKYPE, no del Erario público- entre Shangai y Madrid… Pero, eso de que (hasta ahí llegan según creo mis conocimientos del idioma de Shakespeare y del pato Donald) “El TIBET fue, es y siempre será CHINA”, pura y simplemente, no es cierto. No es verdad, al menos en lo que se refiere al pasado. Desde luego, hasta ese día yo no sabía nada sobre el Tibet, pero he acudido a las fuentes, a los libros, no a los periódicos. Todo, todo está en los libros. En los periódicos, generalmente, no hay más que cosas de política y de futbol y nadie puede nunca aprender nada que merezca la pena. ¡Pobrecita, Ren…! Con tus 23 añitos, las autoridades de la República Popular te habrán contado eso, pero te han engañado. Para saber la verdad tienes que salir de China y ya verás como el Tibet, jamás ha sido lo que te han dicho, por su libre gusto y decisión, claro, sino porque -finalmente- la tiranía comunista así lo decidió. Es más, fíjate lo que dicen los libros: En el siglo VII (mis fuentes no precisan de qué era, pero presumo que de la era cristiana), el Tibet, bajo su rey Sron-btsan-Gam-po, no sólo llegó a conquistar regiones al N. de Birmania y al E. de China, sino que hasta sometió a tributo al emperador chino. ¿Qué te parece? Vosotros los chinos pagando impuestos al Tibet. Casi peor que hacerlo ahora en España, donde el sistema no es de tributación, sino de confiscación. Y así, más o menos, hasta el año 1247, en el que se produce la invasión del Tibet por los mongoles, aunque esta unificación política tuvo un efecto meramente temporal, porque la iniciativa de tal carácter correspondió a los dirigentes tibetanos. El Primer Dalai-Lama, Tsong-kha-pa (1357-1419), ciertamente fue una figura puramente religiosa, pero sus sucesores, gradualmente, adquirieron el poder temporal. Así hasta el Sexto Dalai-Lama, a principios el siglo XVII, momento en el que exclusivamente a consecuencia de las dudas de este buen hombre acerca de su mandato espiritual -fíjate si sería delicado de conciencia- se produjo la oportunidad de los chinos, mucho menos escrupulosos, para imponer su control sobre el Tibet, expulsando al Dalai-Lama e imponiendo a un funcionario chino en su lugar. Este control imperial chino, comenzó a declinar a mediados del sigo XIX, y en 1885 se produjo un Tratado comercial Tibet-Nepal, que el Dalai-Lama rehusó someter a la ratificación china. ¡Toma, ya…! También es verdad que un personaje muy simpático, el General Chiang Kai-shek (te habrán contado de él atrocidades, pero todavía, aunque muerto, no han logrado echarle de Formosa, vosotros decís Taiwan), bajo el régimen nacionalista unido, hacia 1931, amenazó con la invasión del Tibet, cosa que no llegó a suceder a causa de la invasión de la propia China por los japoneses en 1937. Me salto las dos guerras mundiales, en las que el Tibet permaneció dentro del mayor aislamiento político. Pero, el 1 de Octubre de 1949 (te faltaban a ti 36 años para nacer, querida Ren), se proclamó la República Popular China y, con ello, los días de independencia del Tibet estaban contados. El 25 de Octubre de 1950, los chinos comenzaron los preparativos para la invasión del Tibet, aunque vacilaban ante la actitud de independencia de este país. El hermano del Dalai-Lama, huyó a los Estados Unidos y entonces China invadió el Tibet. Las protestas tibetanas ante la ONU (ese organismo que siempre da la razón a los poderosos) fueron cuidadosamente archivadas. El Tibet fue obligado por la política intervencionista de las grandes potencias a someterse a los dictados chinos. En Mayo de 1951, fue firmado un Acuerdo de 17 puntos para ratificar la ocupación militar china y, a mediados de esta década, había más de 250.000 soldados chinos en el Tibet, mientras los tibetanos huían o eran expatriados a China. En 1956, los khambas se sublevaron (ya lo habían hecho antes) y comenzaron a actuar las guerrillas en el Tibet Central. En los años 60, se promulgaron decretos suprimiendo la autoridad del Dalai-Lama, y desde entonces el único objetivo chino ha sido el de acabar con los Monasterios, con la espiritualidad y con la organización sacerdotal tibetana. Todo, absolutamente todo, lo controla un Comité el Partido Comunista Chino. ¿A que todo esto no te lo han contado?. ¿A que no?. Tampoco te habrán informado, estoy seguro, de lo que pasó en Tiananmen… Yo te lo contaré todo más despacio, si alguna vez consigues llegar a España, y si es que antes, "estos de aquí" -que no tienen los ojos rasgados pero son de la misma raza y sangre- no hacen otro tanto conmigo. No estaría yo muy seguro. Un beso, cariño. Luis Madrigal.-


Arriba, la dulce Ren Qing, cuando vivía en Chengdu