UN “YO NO” EMERGE DE LA MASA
Atravesaba lacio los cristales
del bajo sol un rayo, que alumbraba
oscura estancia, donde tanta congoja
pugnaba por vencer en el vacuo camino.
Ante el cruel Invierno, que acechaba
tras los lejanos montes, vestidos ya
de plata,
exhaló un suspiro. Los días que
pasaron
muertos estaban ya, sin más memoria
que el espectro de blancas espirales
trepando al cielo azul.
Las noches de cobalto, entre la luna
de oro,
habían huido, como se va el humo
que escapa de la hoguera
para timbrar nubes vacías.
Se apagaron las voces de benevolencia
y estalló el griterío de las masas
hambrientas
de desecho y mugrienta cochambre.
Un “yo no”, apagado, emergió de la masa vociferante,
hacinada y abyecta.
Arriba, fotografía de Eric Pao