miércoles, 21 de enero de 2009

LOS MÁS BELLOS SONETOS DE AMOR




Creo que fue en el año 1984, cuando el Diario ABC, de Madrid, exhumó de entre la niebla de la historia -y más de una historia trágica, por muchos motivos- lo que, para mi gusto poético es una de las joyas de la poesía española de todos los tiempos. En aquel año, y volvió a reproducirlos a todo color al año siguiente, ABC publicaba los "Sonetos de amor", de Federico García Lorca. Fue el gran acontecimiento cultural de aquel año, porque aquellos sonetos habían permanecido en el más riguroso inédito, desde que el gran poeta granadino los escribió, entre 1935 y 1936, poco antes de su miserable y vil asesinato. Decía también en aquella ocasión, el editorialista de ABC, que Pablo Neruda, que los había oído recitar, de la propia boca de Lorca, los calificó "de increíble belleza" y dedicó muchas horas de su vida a una larga búsqueda que nunca tuvo éxito. ABC, pudo honrarse entonces, con toda justicia y mérito, de haber podido descrubrirlos y de tener el honor de publicarlos por primera vez. En aquella ocasión, fueron acompañados de comentarios y análisis de personalidades del mundo literario español, entre ellas Fernando Lázaro Carreter, Francisco Giner de los Ríos, Miguel García Posada y Manuel Fernández-Montesinos, sobrino de García Lorca, y publicados nuevamente al año siguiente, a todo color, con ilustraciones del pintor Grau Santos.

Mi criterio literario y poético, no sirve de nada, o de bien poco, pero yo he leído los Sonetos de Garcilaso, de Lope de Vega, de Juan Ramón Jiménez... y de tantos poetas más como han cultivado esta estrofa reina de las rimadas, por su exquisita sonoridad. Y, en esta misma perspectiva, considero que sus "Sonetos de amor", no sólo me parecen la mejor poesía de Lorca, sino los mejores sonetos de amor de toda nuestra literatura. Sé muy bien, que, en el Soneto, los tercetos pueden rimarse "al gusto y criterio del poeta" y, desde luego, con esta rima, los hay excelentes y muy sonoros. Pero también sé, y me permito afirmar, que cuando Garcilaso importó de Italia esta bellísima estrofa, "il suono" (a mi modesto juicio la más apropiada para expresar el amor), a fin de que su musicalidad alcanzase la armonía máxima, era preciso encadenar los tercetos, cosa que tan sólo sucede de vez en cuando, incluso entre sonetistas ilustres. En estos de Lorca, no. Todos ellos son garcilasianos, como ustedes, o vosotros, podrán y podréis comprobar, porque este humilde Blog piensa ofrecerlos a cuantos deseen "gustarlos", bien por no haberlos leído nunca, bien por cualquier otra posible razón. Alimentarse de poesía nunca es malo para el espíritu, ¿verdad?. Un cordial saludo a todos, especialmente a los poetas y... a las poetisas. Luis Madrigal.-

Comenzaré hoy mismo, por el mismo orden de su publicación en ABC, y con las mismas ilustraciones, hasta donde sea posible, del pintor Grau Santos.


1. SONETO DE LA GUIRNALDA DE ROSAS


¡Esa guirnalada! ¡pronto! ¡que me muero!
¡Teje deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡canta!
Que la sombra me enturbia la garganta
y otra vez viene y mil la luz de Enero.

Entre lo que me quieres y te quiero,
aire de estrellas y temblor de planta,
espesura de anémonas levanta
con oscuro gemir un año entero.

Goza el fresco paisaje de mi herida,
quiebra juncos y arroyos delicados.
Bebe en muslo de miel sangre vertida.

Pero ¡pronto! Que unidos, enlazados,
boca rota de amor y alma mordida,
el tiempo nos encuentre destrozados.


Federico García Lorca


Arriba, García Lorca, visto por Grau Santos y manuscrito del poema, con las propias correciones efectuadas por el poeta.