Debo admitir que, desde hace ya unos cuantos días, con ocasión de la inauguración del tren de alta velocidad desde Madrid a Valencia, última de las conquistas de la Alta Velocidad Española (AVE), me encuentro especialmente contento porque, entre tantas desgracias, de todo tipo, este acontecimiento y los que se esperan en el mismo sector, el de las comunicaciones ferroviarias -y esperemos puedan llevarse a término- España, contra lo que podría suponerse, se encuentra a la cabeza, no sólo de Europa, sino del mundo. Este gráfico que seguidamente inserto puede atestiguarlo:
Según puede observarse, es cierto que Francia tiene, en este momento, más kilómetros de vía de alta velocidad en estado operativo que España, aunque no muchos, exactamente 273, 1.872 kms. frente a 1.599, pero en cambio, tan sólo tiene en proceso de construcción 299, frente a los 2.219 Kms. de España. Y también Francia tiene planificados más kilómetros que España, pero, en total, dentro de lo que uno y otro países necesitan conforme a su superficie territorial y otros factores, el balance es favorable a España, que contará con un total de 5.520 Kms. de alta velocidad, frente a los 4.787 de Francia. Bastante más alejada queda la misma Alemania, así como Italia, Bélgica, el Reino Unido y Suiza, en relación con el resultado total de 17.578 kilómetros de alta velocidad ferroviaria esperados para toda Europa. ¿Y los Estados Unidos? Ellos son la mayor potencia del mundo en transporte aéreo, pero no así en materia de Ferrocarriles. Es más, me cabe el honor de ser amigo del Ingeniero español, nada socialista por cierto, que diseñó y asesoró a las autoridades del Estado de California, para la implantación en aquel Estado de la Alta Velocidad. Y quiero dar su nombre. Se llama Manuel Díaz del Río y Jaúdenes, un gallego listo de Vigo, que, en nombre de Patentes Talgo y de la propia RENFE, no solo intervino en las negociaciones para la importación y compra por dicho Estado californiano del Tren español TALGO (iniciales de Tren Articulado y Ligero de Goicoechea y Oriol), sino que fue autor de un primer anteproyecto para la implantación en Fresno de una línea de alta velocidad, por encargo de la California High-Speed Rail. Oriol, era un simple financiero, el que pagó la investigación y el proyecto. Goicoechea era un Ingeniero Industrial español, que estuvo al servicio de RENFE, mucho menos socialista aún, pero que, según sus propias palabra, "hablaba un lenguaje distinto". Y por ello, un buen día decidió hablar su propio idioma, abandonando un empresa pública ya entonces corrompida por la asquerosa política (¡qué podríamos decir hoy!) y diseñó el Talgo. Para que ahora, estos señores del PSOE no pretendan contarnos el cuento de que la Alta Velocidad, en España, ha sido cosa suya. Este hombre pequeñajo y sin estudiar tan siquiera el Bachillerato, llamado "Pepiño" ("Ay, Pepiño, adiós..."). Por favor -al revés- vete cuanto antes y llévate contigo a esa piltrafa intelectual y humana, al inútil integral que te nombró ministro y a toda esa camarilla, de analfabetos y mujeronas, que deberían estar fregando escaleras, con el debido respeto a esta digna y útil ocupación. Pues bien, de eso nada. Una cosa es que "Don Arfonso", el hermano de "Minmano", anunciase en Diciembre de 1986, la construcción de la línea AVE entre Madrid y Sevilla, y otra muy distinta que ningún socialista haya aportado ni un gramo de la inteligencia que a todos ellos en general les falta, para el logro de semejante empresa. Sé muy bien lo que digo, porque yo mismo era por entonces, y algunos años antes, Abogado al servicio de RENFE y estuve informado de todo, bastante de cerca. Por eso sé muy bien quiénes concibieron, idearon y planearon la Alta Velocidad en España, pese a estar regida entonces ya RENFE por los socialistas, de los que, en tal proyecto, se puede salvar únicamente, en la materia, al entonces Presidente, Don Julián García Valverde, sin perjuicio de sus posteriores aficiones al mismo arte al que tan aficionados eran entonces los socialistas. Después, la carrera de la alta velocidad ferroviaria, ha sido más fácil. Tras la línea Madrid-Sevilla, inaugurada en 1992, Zaragoza la vió en 2003; tras ella, Málaga en 2007, Valladolid, también en el mismo año, Barcelona, en 2008 y últimamente Valencia, hace tan sólo días. Este es el prototipo y diseño de la cabeza motriz, que servirá esta última línea:
Los demás prototipos, de muy similar diseño y línea aerodinámica, constituyen en este momento, sin duda, la flota más joven del Viejo continente, resultando, en opinión de expertos, el ETCS (Sistema Europeo de Control de Trenes) y el estandar de telecomunicaciones GSM-R, ambos protocolos de transmisión de datos, sistemas líder de gestión de tráfico ferroviario. Del mismo modo, en materia de infraestructuras propias de la alta velocidad, la nueva línea, que no se restringe a la Ciudad de Valencia, sino que constituye la línea de Alta Velocidad Madrid / Castilla-La Mancha /Comunidad Valenciana/Región de Murcia, hablando en términos autonómicos, cuenta con un gigantesco viaducto, de una longitud de 587 metros y una anchura de 14, en un tramo de 6,5 kms. Es actualmente el puente con más arco de luz, o anchura de arco, de toda Europa. Todo ello, (de lo que podemos alegrarnos hoy los españoles) construido por una Unión Temporal de Empresas (UTE) totalmente españolas, integrada por la andaluza AZVI, la Constructora San José, Ferrovial y ACS, entre otras muchas que han participado.
En las imágenes inmediatamente anteriores, pueden verse tres prototipos de AVE, la cabeza motriz del AVE a Valladolid, y finalmente el AVE a Barcelona, a su paso por una de las Estaciones de su recorrido, que parece la misma de Barcelona-Sants.
Con todo ello, lo que inicalmente fue, como seguidamente se indica de modo gráfico, una delgada red de alta velocidad en España, muy pronto va a convertirse en una tupida e interrelacionada, no sólo de caracter radial, sino de distribución a otros puntos geográficos, hasta alcanzar, se supone que en el año 2012, el enlace con la alta velocidad en la frontera con Francia. Con ello, España habrá contribuido notablemente a la unidad ferroviarioa europea.
A tal fin, se encuentra en funcionamiento una potente tuneladora que avanza hacia la frontera francesa:
Pese a lo que sinceramente me alegro de todo esto, mi mayor alegría si cabe es la de comprobar que en Boletín Oficial del Estado se publicaba hace ya meses, la llegada a León, mi Ciudad natal, de la alta velocidad ferroviaria, hasta el pungto de haberse inciado las obras, que yo mismo he podido comprobar de la prolongación, desde Valladolid. Y no situando su Estación a unos cuantos kilómetros, como se había difundido, sino que la llegada real de AVE a León se situará en el corazón de la Ciudad, a escasos metros de la actual Estación, desde la que, cruzando el Bernesga, se podrán ver las agujas de la Catedral. El proyecto tiene establecido un plazo de ejecución de 20 meses y un presupuesto de 20 millones de euros. Y si ahora, desde Madrid, se invierte tan sólo una hora en llegar a Valladolid, poco más de este tiempo cabe esperar dentro de poco. sea necesario invertir para llegar a León. La revolución ferroviaria de alta velocidad, por una vez, ha tenido en cuenta a León, según firmemente se proyecta:
Leoneses: Enhorabuena, ya era hora de comprobar que somos españoles casi antes que nadie. Sólo Asturias, nos gana, y por poco. Por eso, el AVE llegará pronto también a Oviedo y a Gijón. Me alegro también casi otro tanto de ello, por los astures tramontanos, porque nosotros también somos astures. Incluso mucho más, porque los astures eran los que habitaban en las orillas del Astura y este río no era otro sino el Esla, el gran Río leonés. Luis Madrigal.-