viernes, 26 de octubre de 2012

NO ERA VERDAD QUE NUNCA ME DIRÍAS ADIÓS…




ME APAGARÉ, COMO UNA VELA,
PARA BRILLAR COMO EL SOL


Como una vela cuya luz ya ha muerto,
y al apagarse sabe que ha luchado
por mantener el aire iluminado,
así mi vida fue… Eso, es lo cierto.

Cuando de tierra al fin esté cubierto,
esa luz lucirá  -aun yo apagado-
dentro de mí y aquello que he mirado
mientras soñé era luz, veré despierto.

Ahora, en tanto el humo se dispersa
para nunca volver, en torpe huída,
ya mi vida se apaga y, a la inversa,

con esperanza espero al fin la Vida
que al sol pueda brillar con Luz diversa,
sin sombra ni dolor, nunca afligida.

Quisiera haber podido ser de vos…
Mas, ya que en vos no hallo despedida,
por vos, al caer la tarde, diré...¡Adiós!


Luis Madrigal