UNA TRILOGÍA DEL
TIEMPO
I
VUELA EL TIEMPO
Vuela el tiempo
y, en su vuelo,
la memoria muerta
se acomoda,
triste, al mundo
de la nada...
Parece que ya la
sombra es día,
que el sol no
alumbra ya
como alumbraba.
El recuerdo del
ser
se hace pequeño,
diminuto al
sentir,
que nada siente.
Si alguna vez
despierta,
sólo duerme entre
rayos de ayer
en la alborada.
O suspira en la
angustiosa noche
palabras que no
son. Sueños que labra
entre surcos de
sombra hechos de nada.
¡Que claro era el
ayer,
que triste el hoy
habla...!
II
MIRAR SIN VER
Mirar sin ver,
alzar el vuelo en
tierra
tan dura como el
seco pedernal,
para mirar al
cielo sin mirar
y ver al fin lo
que el misterio encierra.
Saber sin
intelecto y sin lectura,
sin regla, ni
canción, sin norma pura
y transcender al
Otro que en mí habita
y es, como Yo, un
humano.
Escuchar sin oír,
hondo latido
que nace de su
ser y en él encuentra
la voz que nace
en mí
y que se orienta
al eterno infinito
que es la esencia.
III
NUEVO ENERO EN MADRID
(Soneto
irregular)
Nace el sol, que
se alza en blanca guerra
y hace volar su
luz a mi ventana.
Rayo a rayo, con
gran valor, se esfuerza
en despegar del
hielo la mañana.
Poco a poco,
renuncia al fin la helada
a su poder sobre
calles y plazas...
Lentamente, los
corazones arden,
sin que el frío
invernal les hiera en nada.
Igual que el sol,
tan alto sobre el monte,
lucha mi corazón
con la alborada
para perder, a
veces... Cruel destino.
Mas, otras,
vence... Y ya purificada,
torna la fe,
desde las grandes sombras
y ríe el alma,
antes tan angustiada.
Luis Madrigal
Madrid, 18 de
Enero de 2022
En la Cafetería
"Las Farolas"