Que un tonto de baba, rodeado de otros analfabetos similares, sin ciencia ni experiencia; de estúpidas mujeronas o insolentes jovenzuelas, todos ellos sin el menor talento, y todos ellos repletos además hasta las cejas del más concentrado odio atrabiliario; de espíritu de revancha pasado de rosca y de dislocada circunstancia histórica, hayan alcanzado el poder, es decir la fuerza para mandar coercitivamente, y nunca -eso jamás- la Autoridad, que no es otra cosa sino el título de legitimación del poder de facto, a fin de ejercerlo de iure, conforme a Derecho, y no en virtud de un cruento golpe de Estado... Que todo eso haya sucedido para destruir España, económica y moralmente, sobre la sangre de 198 españoles, hombres y mujeres, victimas inocentes, es un crimen tan repugnante, tan horrendo y pavoroso, que, aunque se pueda perdonar, únicamente, por el Amor de Dios -que así lo quiere- no podrá borrarse nunca de la historia de las atrocidades más inhumanas. Siempre tuve esa impresión. Desde las mismas primeras horas de aquella sangrienta jornada de luto e impotencia. Pero ahora, cada día más, gracias a la titánica voluntad de un periodismo honesto, que busca la verdad por encima de todo, poco a poco se va confirmando la sospecha sobre la verdadera causa y autoría de aquella barbarie. Tras dos intentos fallidos, el tercero alcanzó los objetivos que aquellos asesinos se habían propuesto. "¿Quién ha sido?", sonaban las voces de los manifestantes, en el Paseo de la Castellana de Madrid, orquestadas por los mismos corifeos que nada habían logrado obtener del lamentable asunto del "Prestige", aquel petrolero de casco único y bandera de Bahamas, que se hundió frente a las costas de Galicia el día 19 de Noviembre de 2002, provocando el mayor desatre ecológico que ha sufrido España. De aquel irracional levantamiento, nada pudo conseguir esa masa irracional, indocumentada y asilvestrada que se hace llamar a sí misma "la izquierda española"...¿Quién fue?, podemos preguntar todos hoy. Porque, sólo así, pudo producirse, en unas horas, aquel vuelco electoral que invirtió y quebrantó trágicamente la voluntad, absolutamente mayoritaria, de todo un pueblo. Al fin, ahora se sabe que el Partido Popular -que dejó llenas a rebosar las arcas del Estado- "habría ganado por mayoría absoluta aquellas elecciones". Así, lo publica hoy el diario "El Mundo", de Madrid.
¿Con que "Abú..." no sé cuantos, "lugarteniente para Europa de Al Qaeda" eh? Así se difunció por la Radio unas horas antes de acudir a las urnas. O sea, Osama bin Laden. Ya, ya... En todo caso "moros alquilados", pero sólo eso. ¿Quién los alquiló? ¿Cómo pudo fraguarse todo eso?. Desde luego un tonto es un tonto, y aunque nunca haya cosa más peligrosa, no parece nada probable. Incluso en una colectividad de tontos, de mentes inferiores, puede haber alguien que no lo sea tanto, y sí suficientemente malvado. Algún personaje con madera y actitudes, más que de gendarme, de delincuente común. Alguien que podría perfectamente ponerse la cara al revés, por tener más barba que pelo, y así no parecer calvo, y bien afeitado. Posiblemente, se la ponga de tal manera todos los días, antes y después de pronunciar la correspondiente sarta de mentiras. Quizá por ello, y no por casualidad, tan sólo unos minutos después de aquella sangrienta masacre, un íntimo amigo de los asesinos de ETA, llamado Arnaldo Otegui, ya sabía, y así lo dijo publicamente, que "ETA no ha sido..." Que nadie se abstenga ni deje de botarlos (no, no es falta de ortografía), ya que por desgracia parece ser imposible meterlos entre rejas para toda la eternidad... ¡Miserables asesinos...! ¡Canallas! Luis Madrigal.-